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La italiana Enel pone en marcha en Brasil las 2 plantas solares fotovoltaicas más grandes de Sudamérica

EFE.- La italiana Enel comenzó la actividad en las plantas solares fotovoltaicas Ituverava y Nova Olinda, en Brasil, los mayores parques actualmente en funcionamiento en Sudamérica. La empresa explicó que las instalaciones están gestionadas por su filial en el país Enel Green Power Brasil Participações Ltda (EGPB) y especificó que Ituverava, de 254 megavatios (MW), se encuentra en Bahia, mientras que Nova Olinda (292 MW) se sitúa en Piauí.

La planta Ituverava cuenta con cerca de 850.000 paneles solares en un área de 579 hectáreas y ha precisado de una inversión de cerca de aproximadamente unos 334,7 millones de euros. Será capaz de producir más de 550 gigavatios hora (GWh) al año, equivalente al consumo anual de más de 268.000 hogares brasileños, y evitará la emisión a la atmósfera de más de 318.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Nova Olinda está compuesto por casi 930.000 paneles solares en un área de 690 hectáreas y podrá producir más de 600 GWh al año, suficientes para hacer frente a las necesidades de 300.000 familias. Evitará la emisión a la atmósfera de cerca de 350.000 toneladas de CO2 y ha necesitado de una inversión de cerca de 300 millones de dólares (unos 251 millones de euros).

Enel detalló que la producción de ambos parques solares se comercializará en el marco de un contrato de suministro energético a 20 años con la Cámara de Comercialización de Energía Eléctrica (CCEE) de Brasil. En ese país, Enel a través de sus filiales EGPB y Enel Brasil cuenta con una capacidad de energía renovable total instalada de aproximadamente 2.276 MW, de los que 670 MW son de energía eólica, 716 MW de energía solar fotovoltaica, 890 MW de energía hidroeléctrica.

Enel Brasil presenta la primera «casa del futuro» financiada con crowdsourcing

Enel presentó en Expo Milán 2015 el diseño arquitectónico de la casa del futuro, que, como parte del proyecto NO.V.A. (Nós Vivemos o Amanhã o Nosotros vivimos el mañana), la empresa comenzará a construir en Brasil antes de finales de 2015 tras ser financiada con crowdsourcing. En este sentido, Endesa explicó que ésta es la primera vez que se ha utilizado una iniciativa financiada por crowdsourcing para ayudar a construir un hogar del futuro.

Está previsto que la casa se termine de construir antes de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro de 2016, y una vez finalizado, el proyecto NO.V.A. será la primera vivienda del futuro en el mundo que sirva como «laboratorio viviente», en el que varias personas colaboren con el proyecto viviendo allí y probando sus innovadoras posibilidades. Así, se monitorizarán constantemente las tecnologías y su impacto tanto en las vidas cotidianas como en los hábitos de consumo de sus residentes, con miras a mejorar las soluciones que ofrece el proyecto.

Desde noviembre personas de todo el mundo utilizaron el sitio web de NO.V.A. para debatir cómo debería ser la vivienda del futuro. 23.000 visitantes individuales interactuaron con la plataforma compartiendo ideas e información, y un comité técnico evaluó unas 4.000 ideas, de las que se incorporaron las mejores al diseño siguiendo la evaluación del comité. Una característica clave de la casa es que puede tomar decisiones por sí misma. Por ejemplo, un conjunto de sensores y equipos de control remoto permite que se cierren las ventanas cuando está a punto de llover, o detecta el fuego en la casa y alerta al cuerpo de bomberos.

La vivienda contará también con electrodomésticos inteligentes y accionados por control remoto, que además pueden decidir en qué momento del día es mejor que funcionen, lo que dará lugar a un uso más eficiente de la energía. La casa será autosuficiente en cuanto a energía y trabajará como una microred eléctrica, produciendo un 105% aproximadamente de la demanda de electricidad requerida, gracias a la energía solar generada por paneles instalados en el tejado. El excedente de electricidad se puede almacenar en baterías de gran capacidad o se puede transferir a la red de distribución local, aumentando así la generación y el consumo de energía limpia. La construcción generará un 80% menos de emisiones de carbono que otras viviendas tradicionales similares.