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La industria nuclear reta a basar en números un pacto de Estado energético y no en ideologías

Redacción / Europa Press.- La Sociedad Nuclear Española (SNE) insta a lograr un pacto de Estado de la energía que se base en criterios técnicos y sin motivaciones políticas. «Tiene que haber un debate sobre argumentos, no sobre posicionamientos ideológicos. Abogamos por un Pacto de Estado con números encima de la mesa», ha insistido el presidente de la SNE, José Antonio Gago.

La SNE resaltó la capacidad del parque nuclear nacional para dar estabilidad al sistema eléctrico en situaciones meteorológicas adversas como el temporal que afectó al este peninsular en enero, de contener el recibo de la luz, y de su contribución a la lucha contra el cambio climático, al no emitir CO2. Así, el expresidente de la SNE, José Ramón Torralbo, ha precisado que en 2016, la energía nuclear aportó el 21,4% de la electricidad, con el 7,3% del total de potencia instalada, de modo que se mantuvo, por sexto año consecutivo como la primera fuente de producción eléctrica del país.

Torralbo defendió la «seguridad» y la «fiabilidad» del parque nuclear español, cuyo funcionamiento en 2016 calificó de «bueno», ya que ha operado el 91,62% de las 8.760 horas del año. Precisamente, se ha referido a las centrales nucleares como «garantes del suministro» eléctrico durante el invierno, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas como las del pasado temporal, en la que se produjeron caídas de postes y torres de luz. En esa situación, Torralbo defendió que las plantas de Cofrentes (C. Valenciana) y Trillo (Guadalajara) fueron capaces de dar estabilidad y fiabilidad a la red eléctrica.

Además, elogió el «efecto moderador» de la nuclear sobre el precio del kilowatio, ya que cuando en el mercado mayorista el precio del kilowatio hora superó los 100 euros por kilovatio, la nuclear «siguió funcionando y contribuyó a contener el precio del recibo de la luz». De hecho, según datos que maneja el sector, procedentes del Ministerio de Energía, se estima que el recibo de la luz sin energía nuclear se incrementaría en un 28%.

Asimismo, ha subrayado que el 60% de la electricidad producida en España a lo largo del año ha sido libre de emisiones de CO2 y que, de ésta, el 35% se debió a la contribución de la nuclear. En total, indicó que esta tecnología evita cada año la emisión a la atmósfera de 40 toneladas de CO2, lo que equivale a la mitad de las emisiones del parque automovilístico. Por ello, ha elogiado la capacidad de contribuir al cumplimiento de los objetivos de España en materia de lucha contra el cambio climático. A ese respecto, destacó que a diferencia de 2015, mejoró la generación sin emisiones al situarse la producción nuclear, eólica e hidráulica por encima de la del carbón.

En 2016 la nuclear aportó el 21,4% de la energía, seguida por el 18,2% de la eólica; el 14,9% de la hidráulica; el 14,3% del carbón; el 11,2% de ciclo combinado; el 11,1% de la cogeneración y residuos; el 3% de la solar fotovoltaica; el 2,6% del fuel; 2%, la solar térmica y el 1,3% de otras renovables. En este contexto, subrayan que España no puede acometer sus compromisos medioambientales y la lucha contra el cambio climático «sin el funcionamiento de la energía nuclear» y recordó que esta importancia ha sido reconocida por Suecia y por el Estado de Nueva York, donde implantaron un reconocimiento fiscal a la nuclear, la eólica y la solar como energías que no emiten CO2.

Respecto a la seguridad, Torralbo garantizó que «las centrales son más seguras ahora que cuando se pusieron en marcha», después de una continua mejora de sus instalaciones, en las que se invierte una media de 40 millones anuales por cada central y que, en conjunto, el sector nuclear invierte unos 70 millones de euros anuales en Investigación y Desarrollo, lo que supone 2,4 veces más que la media de España, y que emplea a 30.000 personas. Igualmente, ha recordado que el sector exporta el 70% de su producción a más de 40 países y que España es el tercer país en el mercado de la contratación del proyecto ITER, con la participación de 40 empresas.

Torralbo y Gago reclamaron la operación a largo plazo de las centrales nucleares «en línea con la tendencia mundial» y a pesar de que, según se ha quejado Gago, paga «más impuestos que otras tecnologías», por lo que la industria no se siente tratada igual que otro tipo de industrias. En concreto, Torralbo se ha quejado de la elevada fiscalidad que soportan los costes de generación que «siguen penalizados por los altos impuestos». En total, ha dicho que la contribución tributaria es de 1.140 millones de euros al año, de los que 780 son impuestos abonados por las empresas del sector y 360 millones en impuestos recaudados como consecuencia de su actividad empresarial, que está «más gravada que otras energías».

Asimismo, Torralbo no termina de entender el cuestionamiento ideológico de esta tecnología «a pesar de sus ventajas». Sobre la operación a largo plazo de las centrales nucleares, Gago indicó que se trata de una «tendencia consolidada» en todo el mundo, donde por ejemplo, solo en Estados Unidos, 81 de las 99 centrales existentes tienen autorización para operar hasta los 60 años. A escala nacional, apuntó que operar el parque atómico español hasta esa fecha supondría una producción equivalente al consumo eléctrico de toda España durante 4 años y evitaría la emisión a la atmósfera de más de 800 millones de toneladas de CO2 y reducir la dependencia energética del exterior.

Respecto a Garoña, Gago manifestó que la SNE ve de manera «muy positiva» que tras el trabajo «ímprobo» de los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se haya emitido un informe favorable a su operación hasta 2031. En todo caso, ha recordado que Garoña ya ha operado «más allá de la cifra mágica de 40 años», y que en su momento recibió un informe favorable para llegar hasta 2019.

Aún más, ha dicho que entre las 10 condiciones de seguridad nuclear y de protección radiológica y las 15 instrucciones técnicas complementarias «no hay ninguna relevante» que no pueda cumplir Garoña, puesto que son como las que se han implantado o se están implantando en el resto de los reactores españoles, con motivo, bien de las mejoras post-Fukushima, bien de las mejoras continuas de seguridad que se imponen «a todas las demás». Ahora falta que el titular «lo vea viable» y confía en que así sea porque, en su opinión, los requisitos «son abordables» y algunos ya se han implantado.

España emitió un 3% menos de CO2 en 2016 por el menor consumo de carbón, según el Observatorio de Sostenibilidad

Europa Press.– España redujo en 2016 el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero en un porcentaje estimado del 3%, hasta las 328 millones de toneladas, según el informe que elabora el Observatorio de la Sostenibilidad y que supone una valoración estimada, a falta de cerrar los datos oficiales de emisiones.

Según uno de los autores del informe, el economista José Santamarta, la explicación de la reducción de las emisiones se debe a una única causa «estrictamente coyuntural» como es la reducción en torno a un 30% del consumo de carbón por parte del sistema energético. «Igual que el año anterior aumentaron porque se quemó más carbón para generar electricidad, en 2016 se ha quemado un 30,1% menos carbón para la producción de energía», ha indicado.

De hecho, según el investigador, la importante reducción del volumen de carbón empleado para generar energía ha permitido reducir el volumen total de emisiones incluso a pesar del hecho de que, según sus estimaciones, se incrementaron las emisiones derivadas del consumo de productos derivados del petróleo (un 3% más) y las derivadas del consumo de gas natural (un 1,4% más).

La reducción de las emisiones viene apoyada, en cambio, por la aportación de las energías renovables a la producción energética. Según el informe, este tipo de fuentes de energía cubrieron el 40,8% de la generación nacional en 2016, principalmente aportada por la energía eólica (19,3%), la hidráulica (14,6%), la fotovoltaica (3,1%) y la termosolar (2,1%). «El único factor que ha ayudado ha sido la quema de carbón y ha sido algo influenciado por el mercado, no por las políticas del Gobierno», ha destacado, tras recordar que durante los últimos años no se ha incrementado el volumen instalado de energías renovables.

Pese a que los datos del informe son todavía estimativos y se basan, en algunos casos, en proyecciones, debido a que no se ha producido el cierre de datos de los últimos meses de 2016 por parte de algunos organismos oficiales, Santamarta ha explicado que el volumen de emisiones de España en 2016 sitúa al país un 15% por encima de las emisiones del año de referencia que dictaba el protocolo de Kioto, 1990, cuando se emitían cerca de 286 millones de toneladas de CO2.

«Si el dato de las emisiones españolas fuera estructural en lugar de coyuntural, diríamos que España está situada en un lugar aceptable respecto de los objetivos de reducción de emisiones. Pero es algo puramente coyuntural», subrayó Santamarta. Por ello, el informe concluye que «España sigue siendo uno de los países industrializados donde más han aumentado las emisiones y sigue necesitando un importante esfuerzo para la etapa posterior al Protocolo de Kioto» para lo cual considera necesario no acudir a los mecanismos de flexibilidad que permiten adquirir en el exterior derechos de emisión», algo que hasta 2012 permitió mantener un nivel de emisiones por encima del 15% en relación a 1990.

En este sentido, Santamarta hizo un llamamiento al Gobierno para que lleve a cabo «políticas más favorables y más activas» en la reducción de emisiones, pese a que se ha mostrado poco confiado porque «las políticas de cambio climático ocupan un lugar ínfimo dentro de las preocupaciones del Gobierno y de la opinión pública». «No cabe esperar grandes sorpresas», lamentó.

Aún así, ha recordado que la situación de la tecnología de generación fotovoltaica es «mucho más favorable ahora» de lo que lo era cuando se instaló la mayor parte de los generadores de este tipo en el país, durante el Gobierno de Zapatero, que, a su juicio, justificaría apostar por este tipo de generación energética en la actualidad. «Simplemente dejando de quemar carbón y quemando gas natural ya se reducen a la mitad las emisiones por kilowatio producido. Y si se cambian las fuentes de energía por más renovables…», sentenció.

Medio Ambiente anima a las empresas a participar en la elaboración de la futura Ley de Cambio Climático

Europa Press.- La secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, invitó a las empresas a participar en el proceso de diálogo que se abrirá para elaborar la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética en la reunión con miembros de Forética, la asociación formada por más de 200 empresas y profesionales que tiene como misión fomentar la integración de los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno en la estrategia y gestión de empresas y organizaciones.

En el encuentro, la secretaria de Estado destacó que la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuyo principal objetivo será facilitar el cumplimiento de España con sus compromisos internacionales en esta materia, «debe trabajarse con todos a través de un proceso abierto y participativo«. En este sentido, señaló que «las empresas deben ser partícipes en la lucha contra este desafío» y ha pedido a los representantes de las empresas reunidas en la asociación que «integren la componente de cambio climático en el modelo de negocio de sus compañías».

La secretaria de Estado también expresó a los representantes de Forética que el compromiso de España en la lucha contra el cambio climático «es más ambicioso que nunca». En este sentido, Medio Ambiente señala que España deberá reducir en un 26% sus emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores difusos para 2030, así como participar en los objetivos de impulso a las energías renovables y de eficiencia energética.

«Es preciso definir un marco a medio y largo plazo para garantizar una transformación ordenada de nuestra economía hacia una economía baja en carbono», detalló García. «Es el momento idóneo para impulsar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que debe promover las actuaciones para alcanzar los compromisos al menor coste posible: la política energética y de cambio climático ha de favorecer la actividad económica, la competitividad y el empleo y asegurar la sostenibilidad financiera de los sistemas energéticos», subrayó antes de concluir que “sin la acción empresarial no será posible alcanzar los objetivos». 

La Cámara de Comercio propondrá varias medidas para que el Gobierno las incluya en la futura Ley de Cambio Climático

Europa Press.- La Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de España anunció que elaborará un conjunto de propuestas que remitirá al Gobierno para que las incluya en la futura Ley de Cambio Climático y de Transición Energética, anunciada por el Ejecutivo para la presente legislatura.

Así lo acordó la Comisión de Energía, en la que participan las grandes empresas españolas, que plantearán un conjunto de medidas para que el Gobierno las valore de cara a facilitar el cumplimiento de los objetivos que debe cumplir España para reducir los gases de efecto invernadero. La Comisión está presidida por el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, Carlos Sallé, que ha destacado la «oportunidad de realizar aportaciones en base a la experiencia» que pueden aportar las empresas españolas para alcanzar los fines de la Ley y, al mismo tiempo, preservar los objetivos de crecimiento económico y de creación de empleo.

En su última reunión se analizaron informes sobre la Calidad del Aire Urbano y Tráfico Rodado y Vehículo Eléctrico, así como los resultados del Programa STEEEP, de mejora de la eficiencia energética de las pymes. Sobre calidad del aire y cambio climático, el profesor del departamento de Ingeniería Química Industrial y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid, Rafael Borge, presentó un análisis que refleja que en España se calcula que el número de muertes prematuras asociadas a la contaminación con partículas, dióxido de nitrógeno y ozono troposférico está cerca de 30.000. En los entornos urbanos, esa contaminación procede sobretodo del tráfico rodado, por lo que se hace imprescindible tomar medidas en este sector.

En cuanto a vehículo eléctrico, el director de vehículo eléctrico de Renault España y Portugal, Luis Valerio, ha presentado un análisis en el que destaca que España ocupa «los últimos puestos en la lista de ventas de coches eléctricos», donde las posiciones de cabeza están ocupadas por Francia y Noruega. Así, ha apuntado que en España las ventas de diésel han caído un 6% tras calar la imagen en la población de los efectos contaminantes de estos vehículos que, sin embargo, siguen siendo los más vendidos, con el 61% del total, frente a los eléctricos que apenas suponen el 0,22% y los híbridos enchufables, el 0,12% del total de ventas.

Valerio expuso la necesidad de medidas políticas que promuevan la electrificación del parque automovilístico como las que se han tomado en Francia, con ayudas a la compra de este tipo de automóviles, y un plan para instalar corredores con puntos de recarga rápida en las rutas de carretera con más tráfico. En España ahora mismo hay 1.700 puntos de recarga que se han quedado obsoletos. Sin renovarlos, será imposible el despegue del coche eléctrico y el desarrollo de los vehículos industriales movidos con la misma tecnología. Para conseguir ese impulso al vehículo eléctrico, Valerio considera que es preciso un plan de infraestructuras específico o un sistema de ayudas estable a la adquisición de los vehículos.

Por su parte, el Proyecto STEEEP, sobre el que el responsable del servicio de estudios de la Cámara de España, Raúl Mínguez, ha presentado los resultados de un programa desarrollado por la Unión Europea para promover la eficiencia energética entre las pequeñas y medianas empresas. El proyecto STEEEP ha sido implantado por la Cámara de Comercio de España a través de las Cámaras de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

En total se beneficiaron 108 pymes de estudios personalizados de su consumo que han supuesto la elaboración de informes a medidas con las medidas que podían tomar para ahorrar en su factura energética y reducir su huella de CO2. Al cierre del programa, el ahorro ha sido de 441.604 euros, un 6% de media, y se han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en 1.109 toneladas, un 8,2%.

La Eurocámara apoya que se reforme el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea

Europa Press.- El Parlamento Europeo ha apoyado la reforma del sistema de comercio de emisiones (ETS) de la Unión Europea, cuyos cambios se aplicarán a partir de 2021 con el objetivo de contribuir al recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero de un 40% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. El informe ha sido aprobado con 379 votos a favor, 263 en contra y 57 abstenciones. La Eurocámara y los Estados miembros comenzarán ahora las negociaciones para aprobar definitivamente la reforma.

El sistema europeo de comercio de emisiones abarca aproximadamente el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. En concreto, limita las emisiones contaminantes de 11.000 instalaciones de elevado uso energético y de las compañías aéreas que operan entre los socios del bloque comunitario, Noruega, Islandia y Liechtenstein. En virtud del mecanismo ETS, se establece un límite sobre la cantidad total de determinados gases de efecto invernadero que pueden emitir instalaciones incluidas en el régimen. El límite se reduce paulatinamente con el tiempo de forma que las emisiones totales desciendan.

El pleno del Parlamento Europeo aprobó que el recorte anual de los créditos subastados sea del 2,2%, a pesar de que la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara había abogado por aumentar este factor al 2,4%. Los eurodiputados propusieron, no obstante, incrementar la reducción a partir de 2024 en línea con la propuesta de la comisión europarlamentaria. Los eurodiputados también abogaron por duplicar la capacidad del programa de estabilidad de mercado (MSR) para absorber el exceso de derechos de emisión en circulación y retirar 800 millones de derechos a partir de enero de 2021.

Los cambios con respecto a los acuerdos alcanzados en el seno de la comisión de Medio Ambiente han provocado las críticas de socialistas y ecologistas al Partido Popular Europeo (PPE). La eurodiputada socialdemócrata Jytte Gutelan denunció que los populares europeos han «saboteado y diluido» la propuesta. «Obviamente, el PPE se preocupa más por complacer a algunos sectores industriales que por combatir el cambio climático», denunció la política sueca socialdemócrata. Sin embargo, el eurodiputado del PPE, Ivo Belet, ha defendido que la posición aprobada por la Eurocámara es «equilibrada» y «garantiza la implementación del Acuerdo de París» al mismo tiempo que asegura el empleo y la competitividad de la industria europea».

Tejerina apela a alcanzar pactos para elaborar la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética

Europa Press.- La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha apelado al consenso, al pacto y al diálogo para mejorar el medio ambiente esta legislatura, algo en lo que considera que se debe «involucrar a todos» para lograr una Ley de Cambio Climático y de Transición Energética, entre otros objetivos.

García Tejerina ha repasado su gestión al frente de este departamento y ha expuesto las principales líneas de actuación de su departamento para esta legislatura. Así, ha señalado que la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética debe incluir medidas que faciliten el paso hacia una economía baja en carbono, con medidas dirigidas a un transporte y sectores difusos menos emisores, por ejemplo con proyectos como la electrificación de las carreteras, así como para fomentar el turismo verde y otras iniciativas para transformar la economía con proyectos que concilian medio ambiente y desarrollo socioeconómico.

En su intervención, los portavoces de los grupos parlamentario reclamaron a la ministra más acción y determinación para luchar contra el cambio climático tras «cinco años de retrocesos» con los planes de cuenca, la política de cambio climático, la Ley de Costas, el «impuesto al sol» y otras restricciones que según varios grupos de la oposición han «paralizado las renovables».

Electrificar el transporte por carretera

Por su parte, el senador del Grupo Mixto por Valencia, Luis Crisol, pidió a la ministra que fomente una economía baja en carbono y sobre todo en los sectores difusos y considera que España «necesita con urgencia» una ley consensuada contra el cambio climático. Mientras, el senador de Esquerra Republicana, Miguel José Aubá, subrayó la importancia de electrificar las carreteras para que se pueda impulsar el coche eléctrico y ha pedido medidas también para reducir las emisiones del transporte pesado.

Por su parte, las senadoras de Podemos, Margarita Quetglas y María Freixanet, han pedido medidas «urgentes» para salvar «Doñana» y recordaron a los 27.000 fallecidos en España por la «mala calidad del aire». Por último, el senador socialista, Graciliano, Palomo ha reivindicado los proyectos de almacenamiento y captura de CO2 en León y reclamó a la ministra que se debe volver a la senda de la protección ambiental y lucha contra el cambio climático después del «retroceso» que, a su juicio, han sufrido estas políticas en los últimos cinco años.

Una veintena de empresas genera casi el 80% de las emisiones de CO2 de los sectores fijos

Europa Press / Servimedia.- Las 20 empresas con mayores emisiones suman un total del 79,53% de las emisiones procedentes de fuentes fijas, incluidas en el Registro Nacional de Emisiones (RENADE), que son la producción de energía, industria del petróleo y otras instalaciones industriales, según el informe Responsabilidad de las grandes empresas energéticas e industriales de España en el cambio climático, publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad con datos de 2015, el último año con información consolidada.

El estudio señala que España emitió en 2015 un total de 339 millones de toneladas totales de gases efecto invernadero, de las que la industria y la energía emitieron 137,1 millones de toneladas de CO2 verificadas por el RENADE, un 40,4%. Mientras, el 59,6% de las emisiones correspondieron a fuentes de emisión difusas, tales como el transporte, los hogares, los servicios, agricultura. En general, las emisiones crecieron un 3,3% en total en España respecto a 2014, mientras que «en prácticamente todos los países de la Unión Europea descendían». Esto supone un incremento de 13,77 millones respecto al 2014 y un 18% más respecto a 1990.

Además, el informe destaca que las emisiones de los sectores fijos se concentran en un núcleo de 10 empresas, que emiten el 69,4% o lo que es lo mismo, 95,2 millones de toneladas, de las emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores fijos. Se trata de Endesa, 33,3 millones de toneladas de CO2; Repsol (incluye Petronor), 13 millones de toneladas; Gas Natural Fenosa, 12,9 millones de toneladas de CO2; Hidrocantábrico, 10,6 millones de toneladas de CO2; ArcelorMittal, 6,4 millones de toneladas de CO2; E.On, 5,3 millones de toneladas de CO2; Cepsa, 4,8 toneladas de CO2; Cemex, 3,4 millones de toneladas de CO2; Iberdrola, 2,6 millones de toneladas de CO2 y Cementos Portland, 2,4 millones de toneladas de CO2.

Solamente Endesa emite el 9,8% de todas las emisiones de España, tanto las fijas como las difusas, y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos. A esta le siguen Gas Natural Fenosa y Repsol, que suponen un 4% aproximado cada una del total emitido en España. En total, los sectores fijos con mayores emisiones se deben a la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria cementera y la transformación química.

La generación de carbón supone 50 millones de toneladas equivalentes de CO2 y supone el 72,3% de lo correspondiente a la generación total de energía, que produce en su conjunto la mitad de las emisiones fijas totales nacionales, casi 70 millones de toneladas de CO2. En cuanto a la producción de cemento y cal, generan 17 millones de toneladas, el 12,5% del total, algo más que las de las refinerías de petróleo y coque (14 millones de toneladas de CO2, el 10,5%). Las industrias que dependen de grandes procesos de combustión emiten el 8,5% del total, casi 12 millones de toneladas de CO2; el resto de la industria contribuye con el 18% restante (casi 25 millones de toneladas de CO2).

Con estos datos, el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad refleja que la tendencia de 2015 respecto a 2014 señala que las emisiones del sector eléctrico aumentaron un 17,6% y las que más aumentaron fueron las centrales de carbón (22,1% más) y los ciclos combinados de gas natural (16,3% más que el año anterior). El resultado final, que arroja un crecimiento del 3,3% de las emisiones españolas en 2015 respecto a 2014 va en contra de los compromisos de reducción contraídos por los firmantes del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, que España firmó en Nueva York el 22 de abril de 2016 y que ratificó el pasado enero.

Por comunidades autónomas, la más emisora es Andalucía, con el 19% de las emisiones de las fuentes fijas de España. A esta le siguen Asturias (16%), Galicia (11%), Cataluña (10%) y Castilla y León (9%), precisamente las zonas donde están instaladas las grandes centrales de carbón excepto en Cataluña, donde la incidencia de las emisiones se debe al importante sector industrial y refinero. Por el contrario, las autonomías que menos CO2 emiten son Navarra, Madrid, Extremadura, Cantabria y La Rioja, justo aquellas cuya economía está menos basada en el carbón.

De acuerdo con el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad, si se tiene en cuenta que la fuente de datos utilizados son las verificadas por el RENADE y que las asignación de derechos a instalaciones se ha realizado mediante el Registro Mercantil, esto supone que las asignaciones pueden ser “muy conservadoras” y, que sus emisiones, por tanto sean «mucho mayores de las consignadas», ya que existen o pueden existir otras emisiones de estas empresas (minería, transporte, puertos, consumos) que no estén incluidos en esta contabilidad.

El informe subraya también ciertos riesgos empresariales del cambio climático a la hora de ser evaluado por las agencias de calificación o rating o por la apreciación del atractivo de estas empresas para acceder a recursos financieros. Por ello, muchas empresas disponen o estimulan planes estratégicos concretos para reducir emisiones de CO2. Ante este hecho, el Observatorio considera que a partir de estos datos se pueden identificar tensiones que deberán derivar en proyectos inaplazables para la adaptación inmediata al cambio climático, cuyos costes y financiaciones representarán una «distorsión muy importante para su propia valoración empresarial».

El Observatorio apela a la conveniencia de establecer “responsabilidades diferenciadas” de cada agente social según su responsabilidad con el problema y aconseja a las empresas que eviten las «políticas contradictorias» como las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente. Entre sus consejos, recomienda reducir las emisiones mediante el aumento de la eficiencia y la sustitución de los combustibles o las tecnologías más contaminantes como el carbón o el gas por energías renovables. También insiste en la importancia de poner un precio «realista» al carbono para que funcionen correctamente los mercados de emisiones y que las administraciones sean «limpias» y den ejemplo.

El Gobierno indica a las empresas que «hay» financiación para que se impliquen en la lucha contra el cambio climático

Europa Press / Servimedia.- La directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, ha insistido a las empresas que «deben aprovechar» las oportunidades que supone adoptar medidas para luchar contra el cambio climático, porque aportará valor a sus negocios. «Necesitarán financiación, pero la hay», ha aseverado Ulargui, que destacó que las empresas de nuestro país ya se han concienciado de la necesidad de luchar contra este fenómeno y están actuando al respecto.

La directora de la Oficina Española de Cambio Climático ha explicado los avances en España para cumplir los objetivos de la Cumbre de París ante los miembros de la Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de España, que preside el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, Carlos Sallé. Además, la coordinadora de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas, Cristina Sánchez, ha explicado la lista de Objetivos de Desarrollo Sostenible, un catálogo de 17 objetivos que ya cuenta con 1.700 adhesiones en España.

Inversiones en los próximos años

Valvanera Ulargui también expuso el paquete legislativo que ha presentado la Comisión Europea para preservar la competitividad en la Unión Europea, ya que la transición hacia una energía limpia está cambiando los mercados mundiales. De acuerdo con sus estimaciones, el proceso podría movilizar inversiones por un valor de 400.000 millones de euros anuales. En 2015, las energías renovables atrajeron una inversión global superior a los 300.000 millones de euros. A partir del año 2021, el proceso de transición movilizará inversiones, públicas y privadas, de unos 177.000 millones de euros al año, generará un aumento de hasta un 1% del PIB durante la próxima década y puede crear 900.000 nuevos empleos.

Respecto a la anunciada Ley de Cambio Climático, Ulargui ha señalado que se trabajará con las empresas en un marco de diálogo, de manera que se tendrán en cuenta las peculiaridades de cada sector de actividad a la hora de cumplir los objetivos de reducción de las emisiones un 26% en 2030. Asimismo indicó que esta Ley servirá para dar seguridad jurídica y regular el marco de la reducción de emisiones en España. La directora advirtió del riesgo de quedarse fuera del mercado, ya que «quien lo haga perderá competitividad. Mejorar la eficiencia energética e innovar permitirán ganar competitividad y se verá cómo abre puertas».

Petronor consigue la certificación de calidad medioambiental más avanzada

EFE.- Petronor se ha convertido en la primera refinería del Grupo Repsol en conseguir la certificación de calidad medioambiental ISO 14001:2015, la certificación de calidad medioambiental más avanzada, según ha informado la compañía. La refinería vizcaína ha logrado esta certificación, avalada en el ámbito internacional por Lloyds Register, tras superar las continuas auditorías anuales a las que se ha sometido la refinería de Muskiz desde el 2007.

La nueva ISO 14001:2015 se ha desarrollado para «optimizar el rendimiento del sistema de gestión ambiental y asegura a Petronor la completa integración de la gestión ambiental con las estrategias de negocio», según esta firma. El principal cambio de la nueva ISO es que la dirección aborda los riesgos y oportunidades del Medio Ambiente, para lo que es preciso un control constante y exhaustivo de todas las operaciones. Además, se establece el cumplimiento de absolutamente todos los requisitos legales y la atención a las necesidades del entorno, del personal empleado y de la Administración competente.

En los últimos diez años, Petronor realizó inversiones relacionadas directamente con el Medio Ambiente por importe de 84 millones de euros, y otros 37 millones dedicados al programa de disminución de emisiones de CO2. Petronor ha señalado que esas inversiones se suman a los 1.000 millones de euros invertidos en las unidades de Reducción de Fuel Oil y Cogeneración que «son apuestas estratégicas recomendadas por la directivas europeas, dirigidas a la eficiencia energética y a la mejora del Medio Ambiente«.

El PSOE propone en Castilla y León compensaciones a los propietarios de los montes por «limpiar» de CO2

EFE.- El grupo parlamentario del PSOE en las Cortes de Castilla y León plantea la necesidad de que los propietarios de los montes «obtengan compensaciones económicas» por la labor que desarrollan esos bosques como «sumideros de CO2». El grupo socialista, según su portavoz medioambiental, José Luis Aceves, defiende que «quien contamina paga y el que limpia debe cobrar».

Por ello, defienden ante el Gobierno de España y la Comisión Europea ese papel de los bosques y que haya «compensaciones económicas» por esa labor que desarrollan los montes de Castilla y León. Asimismo, el grupo socialista muestra su oposición al empleo de la técnica de la fractura hidráulica en la comunidad y a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). El grupo socialista busca «un pronunciamiento claro» de la Junta en materia de calidad y sostenibilidad ambiental, ya que a su juicio las políticas medioambientales autonómicas «están diluidas» y «los objetivos y planes en la materia se han convertido en papel mojado».

La moción del PSOE se completa con la petición de que municipios, sindicatos y organizaciones de defensa del medio ambiente entre en los órganos colegiados y de participación de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en el ámbito autonómico y provincial. La apuesta efectiva por las renovables o la vigilancia y control de calidad del aire son otros de los planteamientos de la iniciativa socialista en el parlamento autonómico.