EFE.- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció una reestructuración de su equipo de trabajo dentro del cual nombró a José Antonio González Anaya como nuevo director general de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). González, a quien el presidente de México encomendó «lograr el fortalecimiento financiero y productivo de la empresa en un contexto de bajos precios internacionales del petróleo», sustituye a Emilio Lozoya, quien ejercía el cargo desde el inicio del mandado de Peña Nieto en diciembre de 2012.

El nuevo director deberá «acelerar la transformación de Pemex para aprovechar al máximo las oportunidades que le brinda la reforma energética, bajo un enfoque de mayor sostenibilidad ambiental», indicó el mandatario. «Le he dado indicaciones de priorizar la eficiencia y rentabilidad de todos los procesos de Pemex, haciendo énfasis en su competitividad internacional», expuso. Según Peña Nieto «será necesario ajustar su estructura de costes, revisar su programa de gastos y fortalecer sus procesos de inversión, haciendo uso de los nuevos esquemas de asociación e inversión del sector privado que le brinda la reforma». «Pemex es una empresa emblemática, orgullo del país, que contribuye a las finanzas públicas, al crecimiento económico y al desarrollo nacional», anotó.

Recortes de gasto y plantilla

El nuevo director de Pemex, José Antonio González Anaya, indicó que la compañía estatal debe ajustar su estructura de costes, aunque ello «no necesariamente» debe implicar un recorte en la plantilla. «La prioridad fundamental es determinar exactamente cómo implementar este recorte de gasto que es necesario dadas las circunstancias», aseveró después de que el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, hablase de un ajuste para 2017 que implicaría liquidaciones de personal del sector público. La petrolera registró una pérdida neta de 20.745 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2015, un 138,4% más que la acumulada en el mismo periodo del año anterior. Tras la reforma energética mexicana se halla en un intenso proceso de reestructuración interna.

González remarcó que este ajuste «no necesariamente» representará un despido de trabajadores dentro de la petrolera. «Todavía tengo que analizar las opciones y lo que tenemos que buscar es la mejor manera de hacer» el recorte, dijo tras resaltar que se analizará con el sindicato las distintas opciones. A finales de enero, el titular de la Unidad de Política y Control Presupuestario de la Secretaría de Hacienda, Isaac Gamboa, explicó que para este año se prescindirá de 10.000 trabajadores de Pemex, de una plantilla de más de 150.000 entre fijos y temporales, según medios locales.

González remarcó que para subsanar las cuentas de Pemex se debe también «priorizar la inversión» y acelerar el encaje de la compañía en el marco de la reforma energética. «Estoy convencido que la reforma energética permite flexibilidades, instrumentos y estructuras nuevas que podemos utilizar para hacer ajustes en este entorno», resaltó. González, quien hasta el lunes estuvo al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), calificó la situación de la empresa de «muy difícil», pero no de «desastre». Dijo que su gestión, que buscará sanear las finanzas de la estatal, «no va a ser fácil«, pero recordó que lo avala su positiva gestión del IMSS, donde estuvo desde diciembre de 2012 hasta este febrero.