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Alcoa prevé ganar hasta 70 millones más al año por la reestructuración de sus plantas en Avilés y La Coruña

Europa Press.- Alcoa prevé que las medidas de reestructuración planteadas en sus plantas de Avilés (Asturias) y La Coruña permitirán a la multinacional incrementar su beneficio neto en una horquilla de entre 70 y 80 millones de dólares anuales (61,4 y 70,2 millones de euros) a partir del tercer trimestre del ejercicio 2019, según indicó la compañía estadounidense, que alcanzó un acuerdo con los sindicatos sobre el futuro de las dos plantas.

El acuerdo ofrece soluciones de empleo, prejubilaciones o recolocaciones a 355 empleados de los 623 trabajadores indefinidos de las plantas de Avilés y La Coruña, así como mantener la actividad de las fundiciones de las dos plantas y de la torre de pasta de La Coruña. Alcoa espera incurrir en costes extraordinarios por reestructuración de entre 90 y 115 millones de dólares (79 y 101 millones de euros) que serán completamente contabilizados en el 2019. Además, según el resultado final, la compañía estima que podría tener que asumir cargas adicionales por el cese de actividad de las dos fundiciones a finales de 2019 que oscilarían entre los 125 y los 135 millones de dólares (109 y 118 millones de euros).

«Finalmente llegamos a un acuerdo con los representantes de los trabajadores en nuestras plantas de aluminio de Avilés y La Coruña relacionadas con el proceso de despido colectivo que anunciamos en octubre», confirmó el presidente y consejero delegado de Alcoa, Roy Harvey, que calificó este acuerdo como «un paso muy positivo», señalando que a compañía seguirá operando las plantas durante 6 meses, hasta finales de junio, en una posición donde puedan reiniciarse y se verá «si hay alguien que quiera ingresar a esas posiciones operativas«. Alcoa asumirán también el coste de rearrancar las cubas por un máximo de 40 millones de euros (20 millones de euros por planta) si se concreta una oferta de compra antes del 30 de junio.

Alcoa obtuvo un beneficio neto atribuido de 227 millones de dólares (199 millones de euros) en el conjunto del ejercicio 2018, cifra que representa un incremento del 4,6% en relación al resultado del año anterior. Las ventas de Alcoa entre enero y diciembre sumaron un total de 13.403 millones de dólares (11.762 millones de euros), una mejora interanual del 15%.

En el cuarto trimestre, la compañía estadounidense logró un beneficio neto atribuido de 43 millones de dólares (38 millones de euros), frente a las pérdidas de 196 millones de dólares (172 millones de euros) registradas en el 2017. Entre octubre y diciembre, la facturación de Alcoa alcanzó los 3.344 millones de dólares (2.935 millones de euros), cifra que representa un incremento del 5,3% respecto del cuarto trimestre de 2017. «Nuestro resultado de 2018 refleja cómo hemos fortalecido a Alcoa», declaró Roy Harvey, destacando el cumplimiento en la ejecución de las prioridades estratégicas establecidas por la empresa con el fin de reducir su complejidad y aumentar la rentabilidad, fortaleciendo el balance.

Japón lanza a gran escala una cadena de suministro de hidrógeno completa basada en energía eólica sin CO2

EFE.- Un consorcio japonés, en el que participa la automovilística Toyota, lanzó a gran escala una cadena de suministro de hidrógeno completa basada en energía eólica renovable, con la que esperan cambiar la forma en la que se genera y utiliza la energía. Tras varias pruebas realizadas en Yokohama y Kawasaki, el grupo busca expandir este proyecto, cuyo objetivo final es «crear una sociedad basada en hidrógeno, generado sin dióxido de carbono (CO2)».

El hidrógeno, una fuente de energía con gran futuro por delante, se puede crear empleando fuentes de energía renovable, para almacenarlo, transportarlo y utilizarlo más adelante, todo ello con una carga medioambiental mínima, subrayaron. El hidrógeno se puede extraer del agua mediante electrólisis, un proceso que requiere de electricidad y que normalmente se produce mediante centrales eléctricas a base de combustibles fósiles. Sin embargo, en la bahía de Tokio ya se utilizan pilas de combustible de hidrógeno cuyo origen está en el aerogenerador Hama Wing, a pocos kilómetros al sur.

Con la creación de esta cadena de suministro de hidrógeno, en la que han participado también la tecnológica Toshiba y el Ministerio nipón de Medio Ambiente, se espera reducir al menos en un 80% las emisiones de CO2 en relación a otros vehículos industriales alimentados por gasolina o electricidad. «El único residuo generado en el proceso es agua«, destacó uno de los responsables del proyecto, Shigeki Tomoyama, de Toyota Motor.

«En el futuro vamos a tener un problema con el suministro de energía, explicó Yukata Matsuzawa, de la división de cambio climático del Ministerio japonés de Medio Ambiente: «Por ello, necesitamos potenciar la energía que no genere CO2, como el hidrógeno». Dado que el beneficio medioambiental del hidrógeno depende del método empleado para producirlo, varias iniciativas internacionales de investigación de todo el mundo tratan de desarrollar proyectos a gran escala con un balance neutro de carbono que utilicen energías renovables para la producción de hidrógeno.

Sin embargo, estos proyectos, incluido el liderado por Japón, tienen aún algunos problemas que solventar, como la regulación de esta nueva forma de energía o cómo hacerla más rentable. Aunque los responsables del proyecto no dieron cifras, afirmaron que esperan reducir los costes de generación de hidrógeno a la mitad, para que este se produzca en masa, y ayudar así a «atenuar el calentamiento global».

Siemens desarrolla un sistema que permite almacenar energía a partir de fuentes renovables para poder reutilizarla

Europa Press / Servimedia.- Siemens desarrolló un sistema que permite almacenar electricidad procedente de fuentes renovables y transformarla en otras formas de energía como el calor, el frío, el hidrógeno u otras sustancias químicas como el monóxido de carbono, el etileno o los alcoholes, según anunció la compañía.

«Una transición como ésta es un reto muy complejo», ha afirmado el director de Siemens Corporate, Armin Schnettler, del departamento de Energía y Electrónica. Schnettler considera que «la clave» está en el desarrollo de nuevas tecnologías capaces de convertir y almacenar electricidad ya que, a su juicio, esto asegurará la disponibilidad de energía «incluso cuando los paneles solares o las turbinas eólicas no estén generando electricidad«. En cambio, el experto cree que la transición energética capaz de asegurar el suministro de calor y electricidad sin recurrir a los combustibles fósiles «está todavía lejos de alcanzarse».

Según explica, el problema surge debido a que cuanto mayor es la proporción de energías renovables en el mix energético, mayores son las fluctuaciones de generación eléctrica, que varían según la hora, el día y la estación. Para compensar estas fluctuaciones, la red de energía necesita descentralizar los sistemas de almacenamiento y acumular el excedente de electricidad para liberarlo cuando las fuentes de generación renovable no puedan producir la suficiente energía para cubrir la demanda.

«Debido a su alta densidad de potencia, las formas de almacenamiento de sustancias químicas son la mejor forma de conseguir el mayor uso del excedente de electricidad», explicó Maximilian Fleischer, a cargo de los desarrollos de sistemas de almacenamiento químico en el departamento. Según la compañía, “la electrólisis facilita la expansión de las renovables” y, por otro lado, al poder alimentarse del dióxido de carbono procedente de la emisión de gases, se reduciría el uso de petróleo para la fabricación de combustible o productos químicos.

Concretamente, Siemens tiene diferentes formas de almacenamiento, como las baterías modulares Siestorage, sistema de almacenamiento de energía a través del revolucionario Caterva, que permite que los hogares puedan tener sistemas de paneles solares y poder alquilarlos como área de estacionamiento eléctrico. Otra forma de almacenamiento de la energía es transformándola en calor, si bien no es una idea nueva, según la compañía, que recalca que hace 60 años ya había calderas de almacenamiento nocturnas. «Con la transición a un nuevo mix energético, este concepto ha resurgido, si el calor se genera utilizando el excedente de energía renovable», comentan desde Siemens, que informa de que está desarrollando una bomba de calor de alta temperatura capaz de abastecer distritos urbanos con calor.

Asimismo, la electricidad también puede ser almacenada de forma más duradera utilizando la síntesis química para generar combustible, aunque con pérdidas considerables de energía, tal y como explican desde la compañía. «Por ejemplo, un proceso de electrólisis puede convertir el agua y la electricidad generada de fuentes renovables en hidrógeno. El hidrógeno a su vez puede convertirse para generar calor o puede ser corriente eléctrica por medio de una pila de combustible. También el hidrógeno unido al dióxido de carbono puede dar lugar a metanol, lo que podría ser un combustible limpio para su uso en automóviles», añaden. Además, la síntesis química puede utilizarse para producir materias primas para la industria química como el amoníaco.