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El mercado mundial del petróleo espera que se mantenga el recorte de crudo de 24 países hasta el próximo año

EFE.- El mercado mundial de petróleo espera que la OPEP y otros productores, entre ellos Rusia, acuerden prolongar hasta entrado 2018 el recorte de sus suministros de crudo para estabilizar el precio del barril. «Todo apunta a que van a extender la validez del acuerdo hasta marzo del año próximo«, auguró Ehsan Ul-Haq, analista jefe de la consultora KBC Energy Economics.

Aludió así al pacto alcanzado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros 11 productores independientes, entre ellos Rusia y México, para retirar del mercado casi 1,8 millones de barriles diarios (mbd) de crudo, acuerdo vigente durante el actual primer semestre de 2017. El objetivo de la medida era reducir el exceso de oferta responsable del desplome de los petroprecios en 2014 y 2016, para estabilizarlos a más de 50 dólares el barril. Pero el efecto deseado se ha conseguido solo parcialmente, pues el fortalecimiento del valor del crudo ha fomentado las extracciones del petróleo de esquisto en Estados Unidos, lo que contrarresta parte del recorte implementado.

Ante la situación, Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de oro negro y, por eso, líder natural de la OPEP, así como su rival Rusia (que no es miembro de la OPEP), se manifestaron recientemente a favor de extenderlo hasta marzo de 2018. «Muchas cosas enfrentan a los saudíes con los iraníes, los iraquíes o lo rusos, pero coinciden en sus intereses petroleros», destacó Ul-Haq.

«Hay un creciente consenso entre la OPEP y los No-OPEP«, destacó el secretario general de la organización, Mohamed Sanusi Barkindo. «Estamos en la dirección correcta» y «viendo la luz al final del túnel», precisó Barkindo. Se refería a la recuperación de los precios que se habían precipitado hasta menos de 30 dólares/barril a principios de 2016, desde los más de 100 dólares de 2014 Tras el recorte pactado, las cotizaciones recuperaron parte del terreno perdido y superaron los 50 dólares/barril, cayeron en marzo debido al aumento de la oferta estadounidense, y volvieron a subir ante la perspectiva de que se decida mantener limitada la oferta.

La decisión debería adoptarse en la 172 conferencia ministerial de la OPEP y en la reunión con los ministros del resto de los países participantes en el acuerdo. «Esa decisión sería bienvenida en los mercados», explicó Bill Farren-Price, presidente de la asesora Petroleum Policy Intelligence. No obstante, los analistas prevén que el efecto sobre los precios sea más bien moderado porque una subida fuerte impulsaría las extracciones rivales no convencionales. Farren-Price vaticina una apreciación del barril de «tan solo 1 a 2 dólares», mientras que Ul-Haq pronostica que las cotizaciones oscilarán el resto del año entre 50 y 60 dólares.

Eso sí, si no se llegara a alcanzar el consenso necesario para prolongar el recorte de suministros, el valor del crudo volvería a caer en picado, coinciden los dos analistas. Para dar luz verde a la extensión del recorte, los trece socios de la OPEP deberán primero ratificar su tope de producción conjunta, de 32,5 mbd, fijado en noviembre de 2016, lo que supuso una rebaja de 1,2 mbd respecto al nivel de suministros que tenían. A ello se añadió un recorte de otros 558.000 barriles diarios de otros productores.

Las discrepancias en la OPEP marcan la negociación sobre el recorte de oferta

EFE.- Las rivalidades en el seno de la OPEP persistían hoy en las negociaciones sobre un recorte de la oferta de crudo que el grupo pretende sancionar mañana en Viena, lo que ha llevado el escepticismo a los mercados del «oro negro».

«Algo tendrán que hacer el miércoles, quizás al final (si no se ponen de acuerdo) se limiten a fijar un tope total de producción«, sin especificar cuánto retira cada socio del mercado, señaló en Viena Ehsan Ul-Haq, analista jefe de la consultora británica KBC Energy Economics.

El experto estima que si se logra un pacto con techos individuales de producción, los precios del crudo pueden estabilizarse a más de 50 dólares por barril, pero volverán a caer si no queda claro cuál es el compromiso de cada socio, ya que sería difícil que el mercado se lo tome en serio.

En principio, la 171 conferencia ministerial de la OPEP, la segunda reunión regular del año, debería ratificar el preacuerdo que se alcanzó en septiembre para limitar la producción conjunta entre 32,5 y 33 mbd a partir de enero próximo, lo que supondría una rebaja de entre 0,64 y 1,14 mbd respecto al nivel de octubre.

Arabia Saudí aceptaría que Libia y Nigeria quedasen exentos del compromiso para que puedan recuperar la producción perdida a causa de sus violentos conflictos internos, pero no parece dispuesta a conceder algo similar a Irán e Irak, como éstos exigen.

Teherán argumenta que su industria petrolífera se vio perjudicada por años de sanciones internacionales y no puede prescindir de un solo barril hasta que no vuelva a los casi 4 mbd que producía antes del embargo.

«No», confirmó hoy su postura el ministro iraní de Petróleo, Bijan Namdar Zangeneh, al responder a la pregunta de si su país podría aceptar una reducción nacional.

El ministro sostiene que los países (principalmente Arabia Saudí) que han incrementado sus suministros en los últimos años, en parte a costa de la ausencia de los barriles de otros miembros, son los que ahora deben limitar a oferta.

Irak, por su parte, ha argumentado que necesita todos los «petrodólares» posibles para financiar la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico, y, en especial, para la campaña con la que esperar liberar la ciudad de Mosul.

Así las cosas, el pulso está entre los tres mayores productores del grupo (Arabia Saudí, Irak e Irán), tradicionales rivales eternamente enfrentados.

«Las conversaciones progresan en la vía correcta», dijo por su parte el titular argelino, Nuereddín Butarfa, al llegar hoy a la capital austríaca desde Moscú, adonde viajó el lunes acompañado del ministro venezolano, Eulogio del Pino, para hablar con las autoridades rusas de la estrategia de la OPEP.

Para el ministro emiratí de Energía, Suhail Mohamed al Mazrouei, el principal objetivo de una limitación de los suministros de «oro negro» sería impulsar las inversiones en el sector. El objetivo es «acelerar» el proceso de reequilibrio del mercado, donde los precios han caído por un exceso de oferta, afirmó.