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Bruselas autoriza a la alemana RWE la compra de activos de renovables y energía nuclear de E.ON

Europa Press.– La Comisión Europea aprobó la compra por parte de RWE de activos de producción energética de origen renovable y nuclear de E.ON, al concluir que la operación no plantea problemas de competencia en el espacio económico europeo. La compra se enmarca en una operación «más compleja» de intercambio de activos entre las dos energéticas alemanas, que incluye la adquisición por E.ON de activos de distribución y venta minorista de RWE, que está siendo, a su vez, examinada por Bruselas en un expediente paralelo.

Sin dañar la Competencia alemana

Sobre la compra de activos de E.ON por parte de RWE, el Ejecutivo comunitario ha examinado el impacto de la operación en la producción y suministro mayorista de electricidad en el mercado alemán, por ser éste el mercado en el que más posibilidades de solapamiento existían. En sus conclusiones, la Comisión considera que la operación es «poco susceptible» de dañar la competencia efectiva y tampoco plantea riesgos de que RWE intente influenciar en los precios de mercado. El Ejecutivo comunitario cree, además, que RWE seguirá encontrando competidores de peso en el sector tras la operación.

El grupo alemán de generación Uniper negocia en exclusiva con la checa EPH la venta de sus activos en Francia

Europa Press.- El grupo alemán de generación de energía Uniper, que aglutina los antiguos negocios de generación convencional de E.ON y que es propiedad de la finlandesa Fortum, mantiene «negociaciones en exclusiva» con EP Power Europe, filial de Energeticky a Prumyslovy Holding (EPH), presidido por el magnate checo Daniel Kretinsky, para la venta de todas las actividades de la empresa en Francia, según han comunicado ambas sociedades.

La empresa, de la que la alemana salió en junio al completar la venta del 46,65% de su antigua filial a la finlandesa Fortum por 3.800 millones de euros. A partir de este momento, la alemana indicó que llevará a cabo un proceso de consultas con los representantes de los trabajadores sin el cual no sería posible concluir la transacción. Uniper comenzó en agosto el proceso exploratorio para la posible venta de sus actividades como parte de la revisión estratégica de su negocio en Francia. El negocio de Uniper en el país galo aportó en el ejercicio 2017 una cifra baja de un solo dígito al beneficio neto de 217 millones de la compañía germana.

La alemana E.ON gana 3.925 millones de euros en 2017, frente a la pérdida en 2016, y recortará 5.000 empleos

EFE.- La compañía alemana de suministro energético E.ON anunció que el acuerdo de intercambio de actividades que han alcanzado con RWE podría suponer el recorte de 5.000 empleos en la nueva E.ON, que acumulará unos 70.000 empleados, frente a los 40.000 con los que cuenta la compañía en solitario. E.ON tuvo en 2017 un beneficio atribuido de 3.925 millones de euros, frente a la pérdida de 8.450 millones de euros en 2016, tras la devolución del impuesto a la energía atómica.

E.ON indicó que las ventas bajaron el pasado ejercicio un 1%, hasta los 37.965 millones de euros. E.ON asegura que los sólidos resultados de 2017 crean una posición fuerte para el acuerdo de intercambio de actividades con la energética RWE del que prevé sinergias de entre 600 y 800 millones de euros anuales a partir de 2022. Asimismo, E.ON redujo su deuda el pasado ejercicio un 27%, hasta los 19.248 millones de euros, La compañía propondrá en la próxima junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 0,30 euros por acción por el año 2017 y quiere incrementarlo a 0,43 euros por 2018.

Intercambio de actividades con RWE

E.ON quiere adquirir una participación del 76,8% en Innogy y a cambio RWE se hará con una participación del 16,67% en E.ON y otras actividades. RWE mantendrá todo el negocio de renovables, el de Innogy y el de E.ON, de almacenamiento de gas de Innogy, así como la participación en la austríaca Kelag, de modo que RWE va a pagar por estas actividades 1.500 millones de euros en metálico a E.ON, que se queda con las partes más rentables de Innogy, que son las ventas y las infraestructuras y redes.

E.ON lanzó a los accionistas de Innogy una oferta de adquisición voluntaria a 40 euros por acción en metálico, que es el resultado de 36,76 euros por título más el pago de un dividendo de 3,24 euros por acción por los años 2017 y 2018. Una vez que E.ON tenga el control de Innogy, pasará la mayor parte del negocio de renovables a RWE, que también recibirá las participaciones minoritarias de E.ON en las nucleares de Emsland y Gundremmingen, que son gestionadas ahora por la propia RWE. La compleja transacción se cerrará a finales de 2019, según prevén las compañías.

E.ON y RWE revolucionan el panorama energético de Alemania con un intercambio de activos de 20.000 millones al repartirse Innogy

Europa Press / EFE.- Las compañías eléctricas alemanas E.On y RWE llegaron a un acuerdo para llevar a cabo un intercambio de activos valorado en unos 20.000 millones de euros que supondrá una profunda reestructuración del sector energético germano, incluyendo el traspaso de la propiedad del 76,8% de Innogy, filial de renovables de RWE, a su competidora, que lanzará una OPA sobre el 100%,en poder de accionistas minoritarios.

Las acciones de ambas compañías celebraban el acuerdo con fuertes subidas en la Bolsa, donde los títulos de RWE ganaban un 7,5% y los de E.On se anotaban un alza del 3,8%. La operación, que requiere aún del visto bueno de los consejos de administración de ambas empresas, así como de las autoridades de competencia, contempla la entrega del 76,8% de Innogy a E.On a cambio de una participación del 16,67% en la propia E.On, que llevará a cabo una ampliación de capital del 20%. E.On se quedará con las partes más rentables de Innogy: las ventas, infraestructuras y redes.

En el marco de la transacción, E.On transferirá a RWE la mayor parte de su negocio de renovables, así como su participación minoritaria en PreussenElektra, en las centrales nucleares de Emsland y Gundremmingen, operadas por RWE, que mantendrá también todo el negocio de renovables de Innogy, además de los activos de almacenaje de gas y la participación de Innogy en la austriaca Kelag. La operación, que se llevará a efecto con el pasado 1 de enero de 2018 como punto de partida económico, contempla también el pago en efectivo de 1.500 millones de euros por parte de RWE a E.On.

Además, E.On se ha comprometido a lanzar una oferta pública y voluntaria de adquisición de acciones para la compra de los títulos de Innogy en poder de minoritarios, con un valor total de 40 euros por acción, incluyendo el pago de 36,76 euros en efectivo y la entrega de los dividendos de Innogy de 2017 y 2018, que se estiman en 3,24 euros. RWE no tomará parte en la oferta.

«Tras la exitosa implementación de la transacción se pretende integrar completamente a Innogy en E.On, que se convertirá en una compañía centrada en el consumidor, concentrándose en redes y soluciones para consumidores», indicó E.On, precisando que el intercambio de activos pactado se llevará a cabo en varias etapas. Por su parte, RWE destacó que al cierre de la operación combinará la propiedad del negocio de renovables de E.On y de Innogy, creando así una utility líder europea en renovables, con una cartera diversificada de activos de generación convencional y renovable.

Por otro lado, Innogy tuvo en 2017 un beneficio neto de 778 millones de euros, la mitad que en 2016, por amortizaciones en el negocio de venta en el Reino Unido. El resultado operativo Ebit se duplicó el pasado ejercicio hasta 2.800 millones de euros. El negocio de redes y de venta de energía de Innogy tuvo el año pasado un beneficio operativo antes de extraordinarios de 1.900 millones de euros. A finales del año pasado Innogy había revisado a la baja sus pronósticos de beneficio para los próximos años.

Innogy propondrá a la junta de accionistas el reparto de un dividendo de 1,6 euros por título por el ejercicio 2017. Asimismo, entre 2012 y 2015, las divisiones que actualmente forman parte de Innogy llevaron a cabo mejoras de la eficiencia de 1.600 millones y prevé reducir sus costes en otros 400 millones para finales de 2020. «Comentaremos los últimos anuncios de RWE y E.On en su debido momento», apuntó Uwe Tigges, consejero delegado de Innogy. En otro orden de cosas, Tigges anunció que Innogy tiene intención de invertir anualmente entre 2.000 y 2.500 millones de euros, mientras que seguirá examinando regularmente sus costes con el objetivo de convertirse en una compañía ágil y competitiva.

La compañía alemana E.ON vende a la finlandesa Fortum su participación en Uniper por casi 3.800 millones de euros

EFE.- La compañía alemana de suministro energético E.ON acordó la venta de sus acciones en Uniper, la división de generación convencional, a la finlandesa Fortum, por casi 3.800 millones de euros. E.ON anunció que Fortum va a lanzar sobre Uniper una oferta pública de adquisición (OPA) a comienzos de 2018, en la que E.ON le venderá su participación del 46,65% en Uniper.

La oferta de 22 euros por acción se dirige a todos los accionistas de Uniper. Según el acuerdo, E.ON tiene el derecho no vinculante de ofrecer sus acciones en Uniper a comienzos de 2018 por el mismo precio. Eso sí, en caso de que E.ON no venda sus acciones en Uniper, Fortum se reserva el derecho de venderle las acciones que haya adquirido en la OPA. La OPA no tendrá una condición de un mínimo de aceptación para poder realizarse.

E.ON sacó en septiembre de 2016 a bolsa su filial de generación convencional Uniper, que comenzó a cotizar en Fráncfort a un precio de 10 por acción. Las acciones de E.ON subieron hoy en el selectivo de Fráncfort un 1,5%, hasta 9,38 euros, y las de Uniper ganaron un 2,3%, hasta 23,33 euros. La separación de Uniper desde E.ON se produjo tras la fuerte caída de los precios mayoristas de la electricidad por la enorme oferta de renovables. Así, E.ON se concentra en las redes, renovables y servicios a clientes.

La filial de energía atómica de la alemana E.ON recortará sus empleos a la mitad por el apagón nuclear

EFE.- PreussenElektra, la filial de energía atómica de E.ON, va a reducir a la mitad el número de sus empleados mediante un recorte de al menos 1.000 empleos hasta 2026, por el apagón de las centrales nucleares. La reducción de empleos se producirá en la central de la compañía en Hannover y en las centrales en Baviera, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein. E.ON sacó en septiembre del 2016 a bolsa su filial de generación convencional Uniper y dejó la energía atómica en PreussenElektra.

Una veintena de empresas genera casi el 80% de las emisiones de CO2 de los sectores fijos

Europa Press / Servimedia.- Las 20 empresas con mayores emisiones suman un total del 79,53% de las emisiones procedentes de fuentes fijas, incluidas en el Registro Nacional de Emisiones (RENADE), que son la producción de energía, industria del petróleo y otras instalaciones industriales, según el informe Responsabilidad de las grandes empresas energéticas e industriales de España en el cambio climático, publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad con datos de 2015, el último año con información consolidada.

El estudio señala que España emitió en 2015 un total de 339 millones de toneladas totales de gases efecto invernadero, de las que la industria y la energía emitieron 137,1 millones de toneladas de CO2 verificadas por el RENADE, un 40,4%. Mientras, el 59,6% de las emisiones correspondieron a fuentes de emisión difusas, tales como el transporte, los hogares, los servicios, agricultura. En general, las emisiones crecieron un 3,3% en total en España respecto a 2014, mientras que «en prácticamente todos los países de la Unión Europea descendían». Esto supone un incremento de 13,77 millones respecto al 2014 y un 18% más respecto a 1990.

Además, el informe destaca que las emisiones de los sectores fijos se concentran en un núcleo de 10 empresas, que emiten el 69,4% o lo que es lo mismo, 95,2 millones de toneladas, de las emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores fijos. Se trata de Endesa, 33,3 millones de toneladas de CO2; Repsol (incluye Petronor), 13 millones de toneladas; Gas Natural Fenosa, 12,9 millones de toneladas de CO2; Hidrocantábrico, 10,6 millones de toneladas de CO2; ArcelorMittal, 6,4 millones de toneladas de CO2; E.On, 5,3 millones de toneladas de CO2; Cepsa, 4,8 toneladas de CO2; Cemex, 3,4 millones de toneladas de CO2; Iberdrola, 2,6 millones de toneladas de CO2 y Cementos Portland, 2,4 millones de toneladas de CO2.

Solamente Endesa emite el 9,8% de todas las emisiones de España, tanto las fijas como las difusas, y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos. A esta le siguen Gas Natural Fenosa y Repsol, que suponen un 4% aproximado cada una del total emitido en España. En total, los sectores fijos con mayores emisiones se deben a la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria cementera y la transformación química.

La generación de carbón supone 50 millones de toneladas equivalentes de CO2 y supone el 72,3% de lo correspondiente a la generación total de energía, que produce en su conjunto la mitad de las emisiones fijas totales nacionales, casi 70 millones de toneladas de CO2. En cuanto a la producción de cemento y cal, generan 17 millones de toneladas, el 12,5% del total, algo más que las de las refinerías de petróleo y coque (14 millones de toneladas de CO2, el 10,5%). Las industrias que dependen de grandes procesos de combustión emiten el 8,5% del total, casi 12 millones de toneladas de CO2; el resto de la industria contribuye con el 18% restante (casi 25 millones de toneladas de CO2).

Con estos datos, el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad refleja que la tendencia de 2015 respecto a 2014 señala que las emisiones del sector eléctrico aumentaron un 17,6% y las que más aumentaron fueron las centrales de carbón (22,1% más) y los ciclos combinados de gas natural (16,3% más que el año anterior). El resultado final, que arroja un crecimiento del 3,3% de las emisiones españolas en 2015 respecto a 2014 va en contra de los compromisos de reducción contraídos por los firmantes del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, que España firmó en Nueva York el 22 de abril de 2016 y que ratificó el pasado enero.

Por comunidades autónomas, la más emisora es Andalucía, con el 19% de las emisiones de las fuentes fijas de España. A esta le siguen Asturias (16%), Galicia (11%), Cataluña (10%) y Castilla y León (9%), precisamente las zonas donde están instaladas las grandes centrales de carbón excepto en Cataluña, donde la incidencia de las emisiones se debe al importante sector industrial y refinero. Por el contrario, las autonomías que menos CO2 emiten son Navarra, Madrid, Extremadura, Cantabria y La Rioja, justo aquellas cuya economía está menos basada en el carbón.

De acuerdo con el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad, si se tiene en cuenta que la fuente de datos utilizados son las verificadas por el RENADE y que las asignación de derechos a instalaciones se ha realizado mediante el Registro Mercantil, esto supone que las asignaciones pueden ser “muy conservadoras” y, que sus emisiones, por tanto sean «mucho mayores de las consignadas», ya que existen o pueden existir otras emisiones de estas empresas (minería, transporte, puertos, consumos) que no estén incluidos en esta contabilidad.

El informe subraya también ciertos riesgos empresariales del cambio climático a la hora de ser evaluado por las agencias de calificación o rating o por la apreciación del atractivo de estas empresas para acceder a recursos financieros. Por ello, muchas empresas disponen o estimulan planes estratégicos concretos para reducir emisiones de CO2. Ante este hecho, el Observatorio considera que a partir de estos datos se pueden identificar tensiones que deberán derivar en proyectos inaplazables para la adaptación inmediata al cambio climático, cuyos costes y financiaciones representarán una «distorsión muy importante para su propia valoración empresarial».

El Observatorio apela a la conveniencia de establecer “responsabilidades diferenciadas” de cada agente social según su responsabilidad con el problema y aconseja a las empresas que eviten las «políticas contradictorias» como las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente. Entre sus consejos, recomienda reducir las emisiones mediante el aumento de la eficiencia y la sustitución de los combustibles o las tecnologías más contaminantes como el carbón o el gas por energías renovables. También insiste en la importancia de poner un precio «realista» al carbono para que funcionen correctamente los mercados de emisiones y que las administraciones sean «limpias» y den ejemplo.

El Tribunal Constitucional de Alemania avala el derecho de las compañías eléctricas a recibir compensaciones por el apagón nuclear decretado

EFE.- El Tribunal Constitucional de Alemania avaló el derecho de las compañías eléctricas a recibir una compensación «adecuada» por las pérdidas derivadas de la decisión del Gobierno de este país de acelerar el apagón nuclear tras la catástrofe de Fukushima (Japón) de 2011. La decisión del Tribunal Constitucional es la respuesta a la demanda que presentaron E.ON, RWE y la sueca Vattenfall después de que el Ejecutivo alemán decidiera cerrar las nucleares del país para 2022.

Las eléctricas reclamaron ser compensadas por los daños millonarios derivados de esa regulación, ante las inversiones realizadas en vano y los volúmenes de producción con los que ya no se generará electricidad como consecuencia del apagón nuclear definitivo. Según la sentencia, el Legislativo deberá aprobar antes de finales de junio de 2018 la correspondiente regulación para definir las compensaciones, que no fueron contempladas en la ley que estableció el apagón nuclear. En la lectura de su resolución, el vicepresidente del Constitucional, Ferdinand Kirchhof, confirmó, no obstante, el derecho constitucional del Gobierno a establecer fechas fijas para el apagón de todas las centrales nucleares del país.

La ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, se mostró «muy satisfecha con la resolución» del Tribunal Constitucional que confirma en esencia, argumentó, la constitucionalidad del apagón nuclear. «Tanto el establecimiento de fechas concretas de desconexión como también el calendario de cierres graduales son conformes a la Constitución», así como la anulación de la prolongación en 2010 de la vida útil de las centrales y la propia ley relativa al apagón nuclear, subrayó. Agregó que «las demandas de los consorcios energéticos por miles de millones quedan descartadas» con la resolución, al tiempo que destacó que el calendario del apagón se mantiene.

En tanto, el vicepresidente de los socialdemócratas, Ralf Stegner, afirmó que el «rumbo errático» de la canciller, Angela Merkel, «costará millones a los contribuyentes». Recordó que después de que socialdemócratas y verdes acordaran en 2002 el abandono de la energía nuclear, Merkel decidió salirse de este rumbo, con un «abandono del abandono», al que tras Fukushima siguió un «abandono del abandono del abandono», argumentó. «Si ahora los consorcios nucleares deben ser indemnizados por sus inversiones, la culpa es únicamente de Merkel«, sentenció. Por su parte, el líder de Los Verdes, Anton Hofreiter, exigió limitar las indemnizaciones «al mínimo necesario» y señaló que se está pagando que el Gobierno de conservadores y liberales «sencillamente trabajara mal».

La sentencia no supone todavía la adjudicación de una indemnización para las eléctricas, pero crea la base para que las compañías puedan defender sus reivindicaciones en futuros procesos o a nivel extrajudicial. Aunque no se conoce la suma concreta que podrían estar reclamando las empresas energéticas en materia de indemnización, los expertos calculan que podría ascender a 19.000 millones de euros. Los consorcios energéticos reclamaron su derecho a una indemnización ante el cambio de la política energética del Ejecutivo tras la tragedia de Fukushima, un adelanto del cambio de modelo energético que equipararon a una expropiación por las inversiones que habían realizado hasta ese momento.

Esas inversiones estaban en consonancia con el concepto energético a largo plazo del Gobierno alemán a finales de 2010. En esta política energética se veía la energía nuclear como una «tecnología puente», añade E.ON, que había invertido varios cientos de millones de euros en prolongar la vida de sus plantas nucleares. El adelanto del apagón nuclear y el rápido cambio de modelo energético devaluaron estas inversiones y las compañías energéticas no han recibido ningún tipo de compensación. El Constitucional alemán considera que el legislador debería haber tenido en consideración estas pérdidas al tomar la decisión.

La coalición de Gobierno entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y los liberales del FDP decidió en 2011 tras la tragedia nuclear japonesa dar marcha atrás al plan energético para prolongar la vida de las centrales atómicas aprobado en 2010. El Gobierno alemán estableció por ley un calendario gradual de cierres de las entonces 17 centrales nucleares todavía en funcionamiento, las últimas para 2022, unos 10 años antes de lo que había previsto antes.

E.ON celebra recibir las indemnizaciones

La energética E.ON dio la bienvenida a la decisión del Constitucional alemán de que las energéticas reciban una indemnización por el adelanto del apagón nuclear. «El Tribunal reconoce sobre todo la importancia de la confianza en lo que se refiere a las inversiones hechas sobre la base de decisiones políticas», señaló E.ON, que se mostró dispuesta a dialogar de forma constructiva con el Gobierno alemán sobre la indemnización y es consciente de que la negociación durará algún tiempo y no espera recibir pronto ningún pago.

E.ON y RWE subieron con fuerza en Bolsa después de que el Tribunal Constitucional alemán les diera la razón y declarara el adelanto del apagón nuclear parcialmente inconstitucional porque no hay indemnización para las empresas. E.ON ganaba en la bolsa de Fráncfort un 4%, hasta 6,38 euros, y RWE subía un 2,5%, hasta 12 euros. Nada más conocerse la decisión judicial llegaron a subir con fuerza más de un 5%.

Salvador Gabarró, el artífice del crecimiento de Gas Natural

EFE / Servimedia.- Salvador Gabarró, de 80 años, ha dejado la presidencia de Gas Natural, a la que lideró en un crecimiento que dio en 2009 un salto cualitativo al fusionarse con Unión Fenosa. Nacido en Sant Guim de Freixenet (Lleida) en 1935, Gabarró fue nombrado consejero de la gasista en 2003 y llegó a la presidencia en 2004 para sustituir en el cargo a Antoni Brufau. La Caixa, como primer accionista de Gas Natural, eligió a su entonces vicepresidente para dar continuidad a la gestión de la empresa llevada a cabo por Brufau.

Gabarró comentaba en algunas ocasiones que él se jubiló en el año 2000, cuando dejó la gerencia de Roca Radiadores con 65 años, y que su posterior llegada a Gas Natural ha sido un período «de propina». En la última junta de accionistas de Gas Natural Fenosa, Gabarró incluso bromeó con su situación como presidente de una compañía del Ibex a los 80 años: «Ya es tiempo de dejarlo, pero de momento no me dejan», apuntó. En esta línea aseguró que no quería ser un «problema» para La Caixa y que su relevo se abordaría cuando Isidro Fainé tuviera «tiempo», y finalmente el encaje de piezas se ha resuelto con la llegada de Fainé a la presidencia de Gas Natural.

Antes de llegar a Gas Natural, Gabarró fue gerente de Roca Radiadores entre 1974 y el año 2000, y lideró la internacionalización de esta compañía familiar catalana. En su trayectoria empresarial también figura haber sido elegido presidente del influyente Círculo de Economía, cargo que ocupó hasta 2002, cuando fue relevado por Brufau. También fue miembro del consejo de administración de la Fira de Barcelona, donde formó parte de los empresarios encargados de diseñar un plan de reflotamiento de la institución.

Bajo su presidencia, y con Rafael Villaseca como consejero delegado, Gas Natural lanzó de 2005 una OPA sobre Endesa, una oferta que la eléctrica consideró hostil y que desencadenó toda una guerra empresarial entre ambas compañías, y que al mismo tiempo levantó toda una polvareda política. En 2006, la alemana E.ON entró en la pugna y presentó una OPA competidora para hacerse con Endesa, aunque finalmente la compañía española acabaría en manos de la italiana Enel, que en un primer momento se alió con Acciona para controlar Endesa. Superado todo ese proceso, Gas Natural, que ya en 2003 había intentado, también sin éxito, una OPA sobre Iberdrola, logró finalmente hacerse con Unión Fenosa en 2009.

En el haber de este doctor en ingeniería industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña, también está haber liderado la internacionalización de Gas Natural Fenosa, que a finales de 2014 logró culminar con éxito la OPA lanzada sobre la chilena CGE, su mayor operación internacional. Asimismo, como presidente de esta multinacional energética, Gabarró, que en el plano personal es un directivo familiar y aficionado a la pesca, ha tenido que lidiar el conflicto con la argelina Sonatrach por el precio del contrato de suministro de gas a través del gaseoducto del Magreb y con la reforma energética adoptada por el Gobierno español, acontecimientos que completan su dilatada trayectoria como directivo.

Despedida de Gas Natural Fenosa

Durante su última intervención como presidente, Salvador Gabarró dijo que dejaba el cargo «con la satisfacción del deber cumplido y de haber contribuido a la creación del gran grupo que es Gas Natural Fenosa». «De lo que me siento más orgulloso es del equipo que ha hecho posible lo que significa hablar de esta compañía. Siempre he creído que las empresas crecen especialmente gracias al talento, el compromiso y la ilusión que las personas ponen al servicio de un objetivo común», aseveró. En este sentido, Gabarró subrayó que deja la compañía «en manos del que considero el mejor líder posible, que cuenta con la visión y capacidad para que Gas Natural Fenosa aborde nuevos proyectos ambiciosos en todo el mundo».

S&P cree que la reforma eléctrica británica dañará a las «big six», pero a Iberdrola en menor medida

Europa Press.- Standard & Poor’s (S&P) considera que la reforma eléctrica que preparan las autoridades en Reino Unido dañará a las compañías hegemónicas del sector, conocido como ‘big six’, si bien la filial de Iberdrola en el país, Scottish Power, que forma parte de este grupo, resultará afectada en menor medida.

En un informe, la agencia considera que la última reforma emprendida por el regulador Ofgem y la Competition and Markets Authority (CMA), en la que se propicia la entrada de nuevos competidores, «exacerbará las tendencias negativas para el ‘big six'» mediante la introducción de cambios en el mercado que reducirán la cuota de los agentes y los márgenes, al tiempo que elevarán la volatilidad.

En todo caso, la agencia considera que los ‘rating’ de las compañías no se verán por el momento afectadas y cita a Centrica y SSE como las dos eléctricas dentro del grupo de las seis dominantes con mayor riesgo de quedar dañadas por la reforma, dada su exposición al mercado minorista británico.

Desde mediados de 2013, se ha producido la llegada de nuevos competidores al mercado eléctrico británico, que ya tienen una cuota de mercado del 13%, ganada en detrimento de las seis grandes empresas del sector, que son Centrica, EDF, SSE, RWE, E.ON y Scottish Power.

Los cambios regulatorios en Reino Unido incluyen medidas para elevar la transparencia, la competencia y la flexibilidad de los clientes a la hora de elegir suministro. Algunos ya se están aplicando y otros entrarán en vigor en 2018.