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Trump decreta anteponer la independencia energética en Estados Unidos levantando el veto al carbón frente a combatir el cambio climático

EFE / Europa Press.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto con el que busca la independencia energética del país y crear más empleo, particularmente en la deprimida industria del carbón, a costa de empezar a desmantelar el legado contra el cambio climático de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama. «Respecto al cambio climático, queremos seguir nuestro curso y hacerlo a nuestra propia manera», señalaron desde la Casa Blanca.

En un breve discurso antes de firmar la orden en la sede de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) en Washington, Trump proclamó el inicio de una «nueva era» para la producción de energía en Estados Unidos y la eliminación de la «intrusión» gubernamental en el sector. Trump declaró, además, que la «guerra al carbón» terminó al prometer la cancelación de regulaciones del Gobierno federal que, a su juicio, están «matando empleos», y anticipar una «nueva revolución energética», centrada en fomentar la producción nacional y reducir la dependencia del extranjero.

«La acción que estoy tomando eliminará la extralimitación del Gobierno federal y permitirá a nuestros trabajadores prosperar, competir y tener éxito en igualdad de condiciones por primera vez desde hace mucho tiempo», enfatizó Trump. Según el mandatario, se trata ante todo de recuperar empleos y «hacer a Estados Unidos rico de nuevo». Para lograrlo, la orden de Trump pide revisar las directrices del Plan de Energía Limpia de Obama, lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.

Con ese plan, pieza fundamental de los esfuerzos de Obama contra el cambio climático y bloqueado provisionalmente por el Tribunal Supremo en febrero de 2016, el expresidente pretendía ir reemplazando las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias como la eólica o la solar. Para el Gobierno de Trump, ese plan de Obama supone una «guerra» contra la industria del carbón y una prohibición de facto a la construcción de nuevas plantas. Otra de las medidas incluidas en el decreto presidencial consiste en levantar la moratoria vigente sobre nuevas concesiones para explotación de carbón en tierras de propiedad federal.

Por otro lado, la orden de Trump elimina el requisito de que las agencias del Gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones sobre proyectos relacionados con el medioambiente, así como el reconocimiento de Obama de que frenar el calentamiento global es un asunto de seguridad nacional. En la ceremonia estuvieron presentes trabajadores y mineros de la industria del carbón, una de las más afectadas por las «regulaciones devastadoras», en palabras de Trump, impuestas bajo el mandato de Obama.

Durante la campaña electoral, Trump prometió revivir la industria del carbón y recuperar empleos perdidos en los numerosos mítines que celebró en condados mineros. El sector celebró las medidas de Trump, pero los expertos advierten de que un aumento en la producción de carbón puede no ser sinónimo de nuevos empleos, dada la creciente mecanización. El decreto no menciona el Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece en el marco de las Naciones Unidas medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y que entró en vigor a finales de 2016.

También prometió Trump sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París y llegó a decir que la amenaza del cambio climático era un «invento» de China. Pero el Gobierno de Trump todavía no ha decidido si cumplirá los compromisos del Acuerdo de París y varios miembros del gabinete, entre ellos los secretarios de Defensa, James Mattis, y Estado, Rex Tillerson, han dado indicios de que están a favor de que Estados Unidos continúe siendo parte del pacto climático. Trump también se marca como objetivos la liberalización del sector energético y una menor dependencia del petróleo exterior como objetivos a alcanzar durante su mandato. Así, su Plan Energético busca un menor coste para los estadounidenses y la maximización de los recursos.

Para la organización Sierra Club, el principal grupo medioambiental de Estados Unidos, la orden de Trump es el «mayor ataque» a las políticas contra el cambio climático «en la historia» del país. El director ejecutivo de Sierra Club, Michael Brune, denunció que, además, el decreto de Trump «ignora» la realidad de que la economía vinculada a las energías limpias está creciendo en estados tanto demócratas como republicanos, «creando empleos» y protegiendo el aire y el agua. Mientras, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó a Trump de ofrecer un «regalo» a la gran industria petrolera a expensas de la «salud y seguridad» del pueblo estadounidense y de todo el planeta.

Iberdrola optará a más de 800 MW de eólica marina en Alemania mientras descarta un efecto Trump en EE.UU.

EFE.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha subrayado que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no ha detenido la actividad de la compañía en ese país, en el que opera a través de su filial Avangrid, ni en redes ni en renovables. Mientras, en Alemania, Iberdrola se ha precalificado para optar a la adjudicación de más de 800 megavatios (MW) de nueva potencia eólica marina en cuatro parques proyectados en aguas del Mar Báltico.

Las autoridades alemanas prevén celebrar en abril una subasta de 1.550 megavatios de nueva capacidad eólica marina repartida entre el Báltico y el Mar del Norte. Iberdrola se ha precalificado en cuatro proyectos, todos ellos situados en el entorno del parque Wikinger, que ya desarrolla la eléctrica española, lo que facilitará las eventuales sinergias entre ellos. Según medios especializados en energías renovables, dos de los cuatro proyectos a los que opta Iberdrola en el Báltico son el de Baltic Eagle, de unos 500 megavatios, y el de Windanker, que tendrá en torno a 250 megavatios.

Wikinger, que Iberdrola construye en aguas alemanas del Báltico, tendrá una capacidad de 350 megavatios y supondrá una inversión de cerca de 1.400 millones de euros. La instalación, que se situará a unos 75 kilómetros de la costa, entrará en funcionamiento a partir de octubre. Además, Iberdrola se prepara para comenzar la construcción del parque eólico de East Anglia One, de 714 megavatios, que se instalará en aguas británicas y entrará en funcionamiento en 2020. Este parque, que será el mayor del mundo, supondrá una inversión de 2.500 millones de libras (2.900 millones de euros).

Descarta efecto Trump en EEUU

Por su parte, a través de su filial estadounidense Avangrid, Iberdrola se adjudicó el pasado 17 de marzo derechos para desarrollar y construir un parque eólico marino de hasta 1.486 megavatios en la zona conocida como Kitty Hawk, en la costa de Carolina del Norte (Estados Unidos). Precisamente, respecto al presidente Donald Trump, el máximo dirigente de Iberdrola señaló que su llegada no ha detenido la actividad de la compañía en ese país ni en el negocio de redes ni en renovables. «No nos ha parado para nada, ni en un caso ni en el otro, la llegada de la Administración Trump», insistió Sánchez Galán.

El presidente de Iberdrola explicó que el 70% de los resultados de Avangrid proceden del negocio de redes, que depende de la regulación de los Estados en los que está presente y no del Gobierno federal. En cuanto a las energías renovables, Sánchez Galán ha recordado que el marco legal está fijado en una ley que aprobaron conjuntamente en 2015 republicanos y demócratas, y que establece una disminución progresiva de las ayudas fiscales a las inversiones en renovables, que desaparecerán totalmente en 2020. Según el presidente de Iberdrola, la Administración Trump ha señalado que esta ley «es un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas de una manera ordenada».

«Estamos dentro del marco de una legislación que está aprobada en 2015 bajo la cual vamos a seguir haciendo nuestras inversiones», ha recalcado Sánchez Galán. Iberdrola prevé invertir unos 9.000 millones de dólares (8.300 millones de euros) en Estados Unidos hasta 2020, dos tercios en redes y el tercio restante en renovables. Avangrid obtuvo el año pasado un beneficio neto de 630 millones de dólares (600 millones de euros), un 136% más que en 2015.

Suministro renovable a cervecera Modelo

Por otro lado, Iberdrola y el Grupo Modelo, el mayor grupo cervecero de México, anunciaron la firma de un contrato para que la compañía española suministre energía renovable a largo plazo a la empresa mexicana. «Grupo Modelo e Iberdrola México anunciaron la firma de un contrato de suministro de energía eléctrica renovable para satisfacer las necesidades de Grupo Modelo en el largo plazo», según indicaron ambas compañías. La energía será producida en un parque eólico que desarrollará Iberdrola en Puebla y contará con una capacidad instalada de 220 MW, suministrando a Grupo Modelo aproximadamente 490 gigavatios/hora anuales. «Mediante este acuerdo, Grupo Modelo logrará reducir las emisiones de CO2 en alrededor 225.000 toneladas al año», indicaron.

Se espera que la generación de energía en dicho parque se inicie en el primer trimestre de 2019, una vez Iberdrola obtenga los permisos y autorizaciones requeridas como proveedor energético. «Este acuerdo permitirá a Grupo Modelo reducir su huella de carbono y avanzar en el cumplimiento de sus metas de sostenibilidad», aseguró el director general de Grupo Modelo, Mauricio Leyva. El director general de Iberdrola México, Enrique Alba, señaló que ambas empresas son «líderes en desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático». Además, mencionó que en los últimos 19 años «Iberdrola México se ha establecido como el productor de energía más grande del país y uno de los más grandes inversores del sector».

La compañía espera que el acuerdo permita aumentar en más de un 5% la capacidad de generar energía renovables en México, donde Iberdrola prevé invertir hasta 5.000 millones de dólares en el próximo lustro y también construye otras infraestructuras, como la de gas natural en El Carmen, en el norteño estado de Nuevo León, con una inversión de unos 450 millones de dólares. Fundado en 1925, el Grupo Modelo es líder en la producción y exportación de cerveza en México.

Este acuerdo marca el inicio del compromiso global de transición a energía eléctrica renovable por parte del grupo cervecero belga Anheuser-Busch Inbev (AB InBev), que controla el 95% del capital del Grupo Modelo, para que en 2025 el 100% de la energía eléctrica adquirida provenga 100% de fuentes renovables. «La transformación hacia la electricidad renovable de Ab InBev comenzará en México, sede de la cervecera más grande de la compañía, en Zacatecas», indicó la empresa belga, que planea firmar más acuerdos de este tipo en el «futuro próximo» en otros mercados en los que opera.

Como parte de su iniciativa para conseguir que su electricidad proceda 100% de fuentes renovables, AB InBev prevé obtener entre el 75% y el 85% de la misma a través de acuerdos de compra directa, mientras que la parte restante procederá de tecnologías sobre el terreno, como paneles solares. En total, esto supondrá que 6 teravatios-hora anuales más procederán de fuentes renovables en los mercados donde opera la cervecera, lo que «ayudará a transformar la industria energética de países como Argentina, Brasil y la India y en el continente africano», según la compañía, que reducirá la huella de carbono de la empresa en un 30%».

Trump autoriza la construcción del polémico oleoducto Keystone XL para transportar petróleo de Canadá a las refinerías de Estados Unidos

EFE.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a la empresa canadiense TransCanada a construir el oleoducto Keystone XL, un proyecto que fue rechazado por el expresidente Barack Obama y que durante años ha generado una fuerte polémica en Estados Unidos. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, comunicó la decisión de Trump, que permitirá a la compañía canadiense «construir, operar y mantener» instalaciones de gasoductos en el estado de Montana, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.

Por su parte, el presidente de TransCanada, Russ Girling, considera que la autorización de Trump supone «un hito importante» para la construcción del oleoducto y allana el camino para su puesta en marcha. «Estamos muy agradecidos al Gobierno del presidente Trump por revisar y aprobar esta importante iniciativa; estamos deseando trabajar con ellos para continuar invirtiendo en el fortalecimiento de la estructura energética de América del Norte», añadió Girling. El oleoducto Keystone pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a distintos lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México.

Obama prohibió en 2015 la construcción de ese oleoducto tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental que concluyó con la recomendación del entonces secretario de Estado, John Kerry, de rechazar el proyecto porque erigirlo podría «socavar» el papel de Estados Unidos como líder global contra el cambio climático. Al llegar al poder, Trump firmó una acción ejecutiva que daba luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone y Dakota Access, otro polémico proyecto, siempre que las empresas encargadas de construirlos estuvieran dispuestas a «negociar» una serie de «términos y condiciones». Entonces se comprometió a tomar una decisión sobre Keystone en un plazo de 60 días tras recibir la petición de TransCanada, que la presentó el 26 de enero.

Según detalló el portavoz de la diplomacia estadounidense, el permiso para autorizar el oleoducto fue firmado por el subsecretario de Estado en funciones de Estados Unidos, Thomas Shannon. Esa recomendación debería proceder normalmente del secretario de Estado, pero el ocupante de ese cargo, Rex Tillerson, se ha apartado de las deliberaciones sobre Keystone debido a que hasta enero pasado era jefe de la petrolera ExxonMobil, que tiene inversiones en las arenas bituminosas canadienses de las que se nutriría el oleoducto.

Trump: “Hacia la independencia energética”

Al respecto, Trump aseguró que «es un gran día» para la independencia energética del país y para sus trabajadores. Además, el mandatario se ha ofrecido a llamar a las autoridades locales del estado de Nebraska para agilizar los últimos trámites del proyecto. Trump considera que la autorización concedida a TransCanada abre una «nueva era» en la política energética de Estados Unidos y reducirá su dependencia de petróleo extranjero. Por último, el presidente elogió la «gran tecnología» del «increíble» oleoducto y considera que es «mucho más seguro» llevar petróleo por una tubería que a través de otras formas de transporte, como camiones, una idea con la que difieren los grupos ecologistas.

El proyecto Keystone ha encontrado mucha resistencia de los grupos ecologistas debido al poder contaminante del petróleo procedente de las arenas bituminosas, cuya producción emite un 17% más de gases de efecto invernadero que la extracción convencional de crudo. El Departamento de Estado aseguró que la agencia siguió el mismo proceso que atravesó para hacer la revisión medioambiental que acabó con una recomendación negativa en 2015, pero que esta vez se están «teniendo en cuenta nuevos factores» que no identificó.

Galán (Iberdrola) considera que el sistema eléctrico europeo es «kafkiano» al proteger el carbón en lugar de fomentar las renovables

Europa Press.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, considera que el sistema eléctrico europeo es «kafkiano» ya que cuenta con una regulación que anima al sector a mantener las actuales plantas de carbón, más contaminantes, en lugar de fomentar la inversión en renovables a largo plazo.

Galán señala que como «no hay suficiente capacidad para satisfacer la demanda prevista» se están manteniendo plantas eléctricas que «son obsoletas y que estarían cerradas si no fuese por los subsidios». «Al mismo tiempo, no estamos creando nuevas plantas de gas», indicó. El directivo muestra así su preocupación ante posibles déficit de electricidad durante los picos de demanda o en momentos en los que hay poco sol o viento, lo que hace que los gobiernos, para hacer frente a ese riesgo, ofrezcan subsidios para mantener operativas centrales anticuadas de carbón y de diésel, altamente contaminantes.

Respecto a su presencia en el Reino Unido, donde el grupo prevé inversiones por 2.000 millones de libras (unos 1.883 millones de euros) de 2016 a 2020, Galán subrayó que Iberdrola está protegida de cualquier impacto derivado de la devaluación de la libra en 2016 y 2017 tras el Brexit. «No creemos que el Brexit vaya a tener un impacto negativo en nuestro negocio», recalcó.

Asimismo, el presidente de Iberdrola también se mostró cauto respecto a un posible cambio de rumbo en la política energética en Estados Unidos, donde la compañía es el segundo mayor productor de energía eólica, tras la victoria electoral de Donald Trump. «El presidente Trump lleva pocas semanas en el cargo. Veamos cómo evolucionan las cosas. Hay que darle tiempo. No veo ninguna señal que sugiera que Estados Unidos no va a disminuir sus emisiones», dijo.

La tribu sioux presenta un último recurso contra la construcción autorizada por Trump del polémico oleoducto Dakota Access

Europa Press.- La tribu nativoamericana sioux de la reserva de Standing Rock, en el Estado de Dakota del Norte, presentó un último recurso para impedir la construcción del oleoducto Dakota Access, después de que la nueva Administración de Estados Unidos diera luz verde al proyecto. «La Administración Trump ha mostrado una completa falta de respeto no sólo hacia nuestros derechos sino también hacia el medio ambiente», indicó la tribu. El oleoducto, que atravesará el río Misuri, correrá a cargo de Energy Transfer Partners (LP).

Varios grupos de activistas indios norteamericanos se manifestaron en reiteradas ocasiones contra el oleoducto, que tendrá 1.885 kilómetros de largo y un coste de 3.800 millones de dólares (8.300 millones de euros). La construcción del oleoducto, que según LP constituirá la ruta más rápida de suministro energético desde Dakota del Norte hasta las refinerías de la costa del golfo de Estados Unidos, podría iniciarse en junio. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos confirmó que el presidente del país, Donald Trump, emitió una orden para otorgar a la compañía el permiso necesario para la realización de las obras.

La Unión Europea asegura estar «preparada» para asumir el liderazgo contra el cambio climático frente a las políticas de Trump

Europa Press.- El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de la Unión Energética, Maros Sefcovic, ha asegurado que la Unión Europea está «preparada» para asumir el liderazgo global en la lucha contra el cambio climático como consecuencia de las políticas que desarrolle el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. «Algunas acciones ya anunciadas pueden llevar a la situación en la que Europa tendría que asumir, y estamos preparados para ello, el liderazgo global en la lucha contra el cambio climático», afirmó.

«Veremos la evolución en Estados Unidos, pero en este momento, basándonos en los anuncios recientes, estamos preocupados«, ha insistido, al ser preguntado por la política energética y climática que desarrollará el nuevo presidente estadounidense. En este contexto, el vicepresidente europeo ha recordado que durante la COP22 de Marrakech «muchos socios» apostaron por tener una cooperación «cercana» con el bloque comunitario en materia climática y que hubo acontecimientos «positivos» con China.

En cualquier caso, ha subrayado que la Unión Europea no sólo combate el cambio climático por cuestiones medioambientales, sino porque además el uso de «tecnologías modernas» permite «modernizar la economía» e impulsar una economía «del siglo XXI» baja en carbón y basada en el big data y la eficiencia energética. Por otro lado, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario ha subrayado que hay «demasiadas noticias» sobre la Administración Trump y que es «difícil» seguir la «senda de acontecimientos» en Estados Unidos.

La AIE prevé que las renovables representarán el 28% de la generación eléctrica mundial en 2021 y descarta efecto Trump

Europa Press / EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) no cree que Donald Trump vaya a condicionar el crecimiento de las energías renovables en Estados Unidos que, según se espera, superará la capacidad instalada de Europa en un plazo de cinco años. De hecho, la AIE prevé que las energías renovables seguirán siendo la fuente de generación de electricidad de mayor crecimiento en los próximos cinco años, pasando de representar el 23% de la generación en 2015 a un 28% en 2021.

El jefe de la división de renovables de la AIE, Paolo Frankl, destacó que las renovables supondrán así más del 60% del aumento de la generación mundial de electricidad a medio plazo. De esta manera, el directivo de la AIE señaló que se espera que la capacidad global renovable aumente en 825 gigavatios (GW), un 42% entre 2015 y 2021.

Además, indicó que se estima que la generación renovable superará los 7.600 teravatios hora (TWh) en 2012, lo que equivale a la generación total de electricidad de Estados Unidos y la Unión Europea. A pesar de estas perspectivas, Frankl se mostró cauteloso en cuanto a su evolución debido a factores como la incertidumbre política, su mayor integración en los sistemas, la necesidad de mayor inversión o el lento desarrollo de tecnologías renovables en los sectores de calor y el transporte.

Auge renovable en Estados Unidos

Respecto a Trump, Frankl ha señalado que las políticas «no pueden cambiarse de un día para otro», de modo que la organización prevé que no haya «grandes cambios» en los próximos meses. Con relación a España, Frankl ha apuntado que la futura subasta de energía renovable puede «provocar cambios» en las previsiones de la AIE. De este modo, el mercado nacional podría salir de la zona de recesión en la que está. En cuanto al menor crecimiento de las renovables en Europa en los próximos años, la organización apunta como motivos la menor demanda eléctrica, la legislación pendiente o la incertidumbre política en algunos mercados.

Trump relanza la construcción de dos polémicos oleoductos en Estados Unidos

EFE.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio una buena noticia a la industria petrolera y una mala a los ecologistas al posibilitar la construcción de dos grandes proyectos de oleoducto que su predecesor, Barack Obama, había paralizado debido a su posible impacto en el medio ambiente. Con la firma de dos acciones ejecutivas, Trump dio luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, siempre que las empresas encargadas de construirlos estén dispuestas a «negociar» una serie de «términos y condiciones» con su Gobierno.

«Veremos si podemos construir el oleoducto Keystone. Creará muchos trabajos, 28.000 trabajos. Muy buenos trabajos en el sector de la construcción», declaró Trump en el Despacho Oval. Trump acompañó esas medidas con otro memorando que requiere que el acero necesario para construir esos oleoductos se fabrique en Estados Unidos. Trump prometió revitalizar la industria del acero y de los combustibles fósiles durante su campaña electoral, y con sus medidas pretende «hacer que el país avance hacia la independencia energética y crear empleos para los estadounidenses», según su portavoz, Sean Spicer.

El oleoducto Keystone XL, prohibido por Obama en 2015 tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental, seguida finalmente de un veto presidencial tras aprobarlo el Congreso, pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de petróleo procedente de las arenas bituminosas de la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas. El Gobierno de Obama también suspendió en diciembre la construcción de Dakota Access, un proyecto de 3.800 millones de dólares que llevaría medio millón de barriles de petróleo diarios desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.

La medida firmada por Trump «invita» a la empresa encargada de Keystone XL, la canadiense Transcanada, a solicitar un permiso para completar la construcción del oleoducto y promete tomar una decisión sobre ello en un plazo de 60 días tras recibir la petición. En el caso de Dakota Access, pide a las autoridades que se «revise y apruebe» las peticiones de la empresa Energy Transfer Partners, que ya ha construido el 90% del recorrido de 1.770 kilómetros del oleoducto y quiere completar el tramo final, que pasa bajo el Lago Oahe, en Dakota del Norte.

Protestas de indígenas y ecologistas

La tribu indígena Standing Rock Sioux lleva meses protestando contra el proyecto en Dakota del Norte con el apoyo de activistas medioambientales y políticos progresistas, al denunciar que el oleoducto echará a perder tierras que consideran sagradas y contaminará el río Misuri, del que depende su modo de vida. A la tribu indígena le queda la opción de volver a los tribunales para tratar de bloquear el proyecto y la esperanza en que alguna acción legislativa pueda entorpecer su construcción.

«Voy a hacer todo lo posible para detener la construcción de estos oleoductos», prometió el senador y ex aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders, quien acusó al presidente Trump de «ignorar las voces de millones de personas y poner los intereses de la industria fósil por delante del futuro del planeta«. Grupos ecologistas como Greenpeace y Sierra Club condenaron también la decisión de Trump y prometieron seguir luchando para evitar que se construyan esos dos oleoductos.

Mientras, la industria del petróleo y muchos líderes republicanos aplaudieron las medidas al considerar que «potenciarán la economía y crearán miles de empleos bien pagados», en palabras del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. «Estos oleoductos fortalecerán el suministro energético de nuestro país y ayudarán a mantener bajos los costes energéticos para las familias estadounidenses», afirmó Ryan. El presidente del Instituto Estadounidense del Petróleo, Jack Gerard, se mostró «complacido» de que Trump haya decidido «reconocer la importancia de la infraestructura energética del país».

Trump mencionó, sin embargo, la necesidad de «negociar» varios términos con las empresas encargadas de los proyectos, algo que, según Spicer, significa «conseguir el mejor acuerdo posible para los contribuyentes estadounidenses», dado que esas compañías «van a recaudar mucho dinero» con los oleoductos. El presidente también firmó una orden que busca «simplificar» la burocracia para aprobar proyectos de manufacturas y otra que acelera el proceso de revisión sobre el impacto ambiental de las nuevas infraestructuras. «No podemos estar en un proceso de evaluación medioambiental durante quince años si un puente se está cayendo», subrayó Trump.

Canadá aplaude decisiones de Trump

Por su parte, el Gobierno de Canadá aplaudió la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de aprobar la construcción del polémico oleoducto Keystone XL que transportará petróleo canadiense hasta refinerías en Estados Unidos. El ministro de Recursos Naturales de Canadá, Jim Carr, afirmó que la construcción del oleoducto «es un buen proyecto tanto para Canadá como para Estados Unidos». Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, declaró que es «esencial» que las políticas sobre cambio climático del Gobierno de Canadá se complementen con su obligación de «llevar los recursos naturales al mercado».

Organizaciones ecologistas de los dos países se han opuesto al proyecto de construcción del oleoducto, que conectará los yacimientos de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta, que contienen una de las mayores reservas de petróleo del mundo, con refinerías en la costa del Golfo de México, en Estados Unidos. El proyecto fue rechazado por Obama porque supondría el aumento de las emisiones de gases invernadero de Estados Unidos.

La organización Environmental Defence de Canadá solicitó al Gobierno canadiense que reconsidere «la aprobación de 2010 del oleoducto» porque fue hecha «sin ninguna consideración con los compromisos climáticos de Canadá». Según el grupo, la exportación a Estados Unidos de hasta 830.000 barriles de petróleo al día, la capacidad que tendrá Keystone XL, supondrá añadir «22 megatoneladas de emisiones», el equivalente a «6,3 plantas de carbón o más de 4,6 millones de automóviles». Las organizaciones medioambientales también han denunciado que Keystone XL permitirá alcanzar el objetivo de triplicar la producción de los yacimientos de las arenas bituminosas de 1,8 a 5,2 millones de barriles al día.

Los mexicanos cruzan la frontera con Estados Unidos para “comprar” la gasolina a Trump y protestar contra Peña Nieto

EFE.- Miles de mexicanos continúan protestando contra el Gobierno y la subida de los precios de las gasolinas, polémica medida que ya acarrea cientos de disturbios, saqueos y detenidos mientras que, aunque es una práctica habitual en la frontera con Estados Unidos, el tráfico de vehículos de la mexicana Ciudad Juárez a la vecina El Paso para repostar se ha disparado con el argumento de que es mejor «dar dólares» a Donald Trump que comprar la “cara” gasolina de Enrique Peña Nieto.

«La gasolina en México está verdaderamente carísima. Prefiero irle a dar mis dólares a Trump que dejárselos a Peña Nieto», afirmó Gustavo Gómez, uno de los cientos de conductores que estos días ha optado por cruzar desde México a Estados Unidos para repostar el tanque de sus automóviles y volver a su tierra. La razón: el fuerte incremento de los precios del carburante mexicano, que entró en vigor a principios de año por orden del Gobierno de Peña Nieto como paso previo a la liberalización de los precios de los combustibles, incluida en la reforma energética impulsada durante su gestión, y que se aplicará gradualmente a lo largo de 2017.

El aumento de entre un 14% y un 20% en el precio de las gasolinas y el gasóleo ha agravado la desventaja en ese terreno de las poblaciones fronterizas mexicanas frente a las localidades limítrofes estadounidenses. Eso, a pesar de la devaluación del peso respecto del dólar, de cerca del 25% en 2016. Lo explica Roberto Ruiz, un vecino de Ciudad Juárez que prefirió repostar gasolina en Estados Unidos porque incluso con el tipo de cambio vigente del dólar resulta más barato. «Está más barata la gasolina y lo notamos en el bolsillo; ha sido algo fuera de serie lo que hizo Peña Nieto», señaló Ruiz mientras hacía fila con su vehículo en el puente internacional que une ambas naciones.

Según el portal de internet Global Petrol Prices, un litro de gasolina en Estados Unidos cuesta de media 0,68 dólares, mientras que en México el precio llegaba a 0,86 dólares. Global Petrol Prices elabora informes semanales en todo el mundo con información de instituciones oficiales, agencias reguladoras del mercado, medios de comunicación y petroleras. Mientras, las estaciones de gasolina al otro lado del río Bravo, en El Paso, registraron un incremento notable de clientes, principalmente mexicanos, según explican sus empleados. «Desde el 1 de enero empezamos a ver las estaciones de gasolina llenas. Más del doble que meses atrás», señaló una trabajadora de una gasolinera en la que «las filas se hicieron largas, en su mayoría de gente de México».

El director de comunicaciones de la Cámara de Comercio Hispana en El Paso, Paulo Aguirre, aseguró que desde el cambio de año, cuando el Gobierno mexicano decretó las nuevas tarifas, el tráfico en las estaciones de gasolina se disparó. «La gente de México está abarrotando las gasolineras y estamos esperando que el tráfico aumente aún más porque no parece que la situación vaya a mejorar», indicó Aguirre. «La gente viene a poner gasolina y aprovechan la vuelta para hacer compras, en ese sentido, sí le ha beneficiado a la economía de El Paso», apunta Aguirre.

Pero no todo el mundo tiene la posibilidad de atravesar el cruce fronterizo, pues muchos juarenses carecen de papeles migratorios. De ahí que, como parte de las protestas sociales contra el alza de combustibles, que convulsionó algunas zonas de México estos días, cientos de personas cerraran uno de los puentes que conectan Ciudad Juárez con el estado de Texas (Estados Unidos). En el resto del estado mexicano de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, otro centenar de personas bloqueó las principales carreteras federales que unen la capital estatal con la urbe fronteriza y se manifestaron ante las oficinas de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Mantienen pulso contra el Gobierno

«En otros países la gasolina no es tan cara, y nosotros somos un país petrolero, con yacimientos», lamentó Chimalma, una manifestante de la protesta eminentemente ciudadana en Ciudad de México, que tuvo como cara más visible al sacerdote y activista Alejandro Solalinde. Además de en la capital del país, se escucharon consignas como No + gasolinazos o ¡Fuera Peña (Nieto)! en las manifestaciones pacíficas que se celebraron en al menos seis estados más: el Estado de México, Chiapas, Jalisco, Puebla, Guerrero o Nuevo León. En Guadalajara, capital de Jalisco, se celebró una de las marchas más multitudinarias, con al menos 5.000 asistentes, de acuerdo a datos de Protección Civil proporcionados.

Los disturbios ligados a las protestas por el alza a las gasolinas han dejado, según cifras de las autoridades, al menos 6 muertos y más de 1.500 detenidos. Así como unos 420 establecimientos comerciales saqueados, de acuerdo a datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad). Lo cierto es que la fuerza de estos actos vandálicos aminoraron en el territorio y, de hecho, no se registraron incidentes de gravedad en el país. No obstante, durante el desalojo de una terminal de almacenamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y agentes de seguridad que se saldó con al menos 15 heridos, ocho policías federales y tres periodistas entre estos, y unos 70 detenidos.

En el plano político, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, acusó a partidos y organizaciones de querer «tomar ventaja y aprovechar» esta impopular decisión gubernamental para «encontrar culpables» y ganar terreno. «A veces hay que optar por el mal menor, y lo que el Gobierno ha decidido es privilegiar el gasto que se realiza, sobre todo, a acciones y políticas dirigidas a los sectores más vulnerables de nuestro país», en detrimento de un mayor precio de las gasolinas, defendió el gobernante. A pesar de sus reiteradas justificaciones, la reclamación más escuchada en la calle era la que pedía la dimisión del mandatario. Enrique Peña Nieto vive uno de sus momentos más bajos de popularidad.

Trump elige a Rick Perry para ejecutar su «revolución energética»

EFE.- Donald Trump ha elegido a Rick Perry para ser titular de Energía y llevar a cabo la «revolución energética» que ha prometido el presidente electo para explotar al máximo los recursos naturales que tiene Estados Unidos.

Ese programa se asienta en principios que están en contra de las salvaguardas medioambientales que ha defendido la Administración de Barack Obama, receloso del uso de recursos como la explotación de la industria del carbón, que ahora quiere impulsar Trump.

Perry, de 64 años, que durante 15 años fue el gobernador de Texas, el mayor productor de hidrocarburos del país, fue confirmado por Trump en un comunicado oficial, una designación que ya habían anticipado los medios de comunicación en las últimas horas.

Como recordó Trump en ese comunicado, el Gobierno que encabezará a partir del 20 de enero garantizará que el país utiliza los «enormes recursos naturales» que tiene el país para impulsar su independencia energética.

Poco amigo de políticas para la protección del medio ambiente, Trump se ha fijado como una de sus metas convertir a Estados Unidos en una nación independiente en materia energética para que no dependa de las compras de petróleo externas.

De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Energía, Estados Unidos tiene una producción de 8,70 millones de barriles diarios de petróleo y unas importaciones netas de crudo de 7,48 millones de barriles.

Cerca del 48% de esas importaciones proceden de Canadá, y el resto de distintos países, encabezados, por orden de importancia, por Arabia Saudí, Venezuela y México.

Los montos de crudo que se importan ahora se han venido reduciendo en los últimos años según ha ido explotando Estados Unidos yacimientos no tradicionales por extracción hidráulica o «fracking», muy criticada por grupos medioambientales.

Hace cinco años por estas fechas, Estados Unidos tenía una importación neta de 8,81 millones de barriles diarios, y hace diez años ese monto llegaba a los 10,02 millones de barriles, el 25% más que los niveles actuales.

Perry, que en un debate de 2011 sugirió eliminar la cartera de Energía, se pondrá ahora al frente de ese departamento, a las órdenes de Trump, para liderar los esfuerzos oficiales con el fin de desarrollar un sector que busca fomentar la creación de empleo.

Como gobernador de Texas, afirmó Trump, Perry «creó un clima de negocios que produjo millones de nuevos empleos y precios energéticos más bajos en ese estado, y traerá el mismo enfoque a nuestro país como secretario de Energía».

Estados Unidos «se asienta en un tesoro sin energía sin explotar», sostiene el programa de Trump, un político que en numerosas ocasiones se ha quejado de las regulaciones que afectan a los distintos sectores de la economía.

«En lugar de continuar con el actual camino para socavar y bloquear a los productores de combustibles fósiles de EE.UU., la Administración Trump fomentará la producción de estos recursos mediante el arrendamiento de yacimientos terrestres y marinos«, sostiene el programa del presidente electo.

Esa política ha estado sometida en los últimos años a limitaciones de parte de la Administración de Obama, tanto en la explotación de yacimientos no tradicionales de hidrocarburos como de carbón, algo que ha encontrado una fuerte oposición de Trump.

Ahora, la idea del nuevo gobierno es desarrollar «todos los proyectos energéticos», incluyendo los que están demorados por Obama y que, según la política oficial que regirá desde enero, generan una «destrucción» de puestos de trabajo.

«Terminaremos la guerra contra el carbón, y rescindiremos la moratoria en el arrendamiento de las minas de carbón«, dice el Equipo de Transición Presidencial en sus principios de gestión.

Además de estas tareas, el Departamento de Energía, creado en 1973, tiene la última responsabilidad en la supervisión de las reservas nucleares y garantizar que se mantienen en lugar seguro, así como la supervisión de la red eléctrica del país.