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ACOM rechaza que el pacto de apoyo al carbón tuviera fines electoralistas mientras se suceden las dimisiones en IU

EFE.- Dos responsables de Izquierda Unida no han tardado en mostrar su descontento con el partido tras no sumarse al pacto en defensa de la minería del carbón en el que sí participaron el PSOE y Ciudadanos. Así, han dimitido el alcalde de Pola de Gordón y el coordinador municipal en Ponferrada. Por su parte, el presidente de la Asociación de Comarcas Mineras (ACOM-España), Adrián Barbón, rechazó las críticas que tachan a este pacto de electoralista.

Barbón, alcalde socialista de Laviana, explicó los motivos de la firma de ACOM España del acuerdo en defensa de la minería del carbón promovido por los sindicatos y la patronal del sector y que no fue apoyado por partidos como el PP, Podemos e Izquierda Unida. El alcalde de Laviana asegura que firmar el acuerdo era una «obligación» de compromiso con los territorios mineros y «no una opción a discutir desde posiciones electoralistas». En este sentido, apunta que el acto no fue convocado ni organizado por ningún partido político, por lo que, según ha aseverado, «no tiene nada de electoralista».

ACOM siempre con el carbón

«Lo que sí hay es una ofensa ante los firmantes del acuerdo, contra una decisión, que en el caso de ACOM España se decidió por unanimidad en el seno de la Comisión Permanente y en nombre de todos los ayuntamientos mineros de España», subraya. Considera que las críticas al acto son «poco acertadas» y «alejadas» de la realidad y cree que «suscitan una falta de respeto» institucional por las decisiones que se toman desde los órganos colegiados de la ACOM.

Barbón señala que ACOM España «siempre ha sido parte fundamental en todos los acuerdos y movilizaciones en defensa de la minería del carbón y de las comarcas mineras, enfrentándose a quien fuera por defender los intereses de los municipios mineros«. Por último, el presidente de ACOM España se reafirma en la decisión de firmar y defender lo firmado y anuncia la convocatoria de una reunión urgente y extraordinaria de la Comisión Permanente para analizar el contexto en el que se ha desarrollado la firma del acuerdo y sus consecuencias, así como para definir el marco de actuación de este organismo.

Varias dimisiones en Izquierda Unida

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida de Castilla y León, José María González, atribuyó la dimisión del alcalde del municipio leonés de La Pola de Gordón, Juan Carlos Lorenzana, de su mismo partido, a su «coherencia personal», pero insistió en que su sustituto seguirá defendiendo la minería. Asimismo, el dirigente autonómico de Izquierda Unida cargó contra algunos empresarios que ejercieron como «buitres» al quedarse «entre las uñas» con dinero procedente de los fondos miner, que en su opinión no llegó en su integridad a las cuencas mineras.

Sobre la firma del acuerdo sobre el mantenimiento del sector del carbón, sin que ningún representante de Izquierda Unida lo rubricara a pesar de estar presentes varios de sus cargos, González aseveró que el documento es «insuficiente» y no cuenta con compromisos reales de inversión. Así volvió a llamar la atención sobre algunos de los «buitres» que firmaron el acuerdo, en referencia a los empresarios, ya que algunos de ellos “explotan la minería sin mineros, ya que subcontratan con empresas que emplea a peones de la construcción o de transportes”.

Alcalde de Pola de Gordón

El alcalde de Pola de Gordón (León), Juan Carlos Lorenzana, junto a dos concejales más de la formación, dimitió por la negativa de Izquierda Unida, a suscribir el acuerdo en defensa de la minería del carbón nacional. El regidor, que también renunció a los cargos orgánicos que ocupa en Izquierda Unida, recalcó que dimite porque la minería exige el apoyo de todos para su supervivencia y criticó que los máximos dirigentes regionales de la coalición estuvieran presentes en la firma del documento pero no lo suscribieran, lo que calificó de «paripé». Por ello aseguró que dimite por «coherencia, honestidad y compromiso» con las cuencas mineras.

Pese a no firmar el documento, Izquierda Unida de Castilla y León reiteró su apoyo a las comarcas mineras. José María González sí que acudió al acto pero precisó que acudía en señal de apoyo a la minería, y explicó que Izquierda Unida no firmó el documento porque «supondría compartir un espacio con partidos como el PSOE, que fue de los primeros en poner fecha de caducidad a la minería», o el PP, que «promueve su liquidación anticipada«. «Queremos hablar de futuro, del futuro de la minería, pero de forma seria tras las elecciones del 26 de junio«, señaló González.

González recordó que en la XI Asamblea de Izquierda Unida, celebrada recientemente, la coalición expresó una vez más su defensa de la minería del carbón mediante la aprobación de una resolución en apoyo a las cuencas mineras y al nuevo modelo energético. En dicho documento, Izquierda Unida reiteró su apoyo a las cuencas mineras y su compromiso en la defensa de las reivindicaciones de sus gentes e instituciones públicas, para mantener la actividad económica de estos territorios y la búsqueda de un futuro con certidumbre.

Dimisión del coordinador de Ponferrada

Por su parte, el coordinador local de Izquierda Unida en Ponferrada (León), Emiliano Núñez, siguió los pasos de Lorenzana y también presentó su «dimisión irrevocable» alegando «severas discrepancias» con la dirección regional de Izquierda Unida «agudizadas en el tiempo» y la negativa de la dirección federal a adherirse al documento de apoyo presentado por la Mesa del Carbón como los motivos de su decisión. Otros cargos de la formación a nivel provincial en León meditan también su continuidad, como por ejemplo en Villablino o Toreno.

El ministro offshore

La sucesión de los acontecimientos referidos a la vinculación de José Manuel Soria con los papeles de Panamá ha sido de vértigo en los últimos días. Y ha sido el propio ministro quien, estando las cosas mal, las fue empeorando con sus propias explicaciones. De hecho, cuando se pensaba que Soria estaba preparando su comparecencia en el Congreso del próximo lunes, que ya no se celebrará, se ha conocido el comunicado del ministro justificando su dimisión por los errores en las explicaciones dadas en estos últimos días, sin asumir ninguna responsabilidad más.

Pero hay más. Una cuestión relevante tiene que ver con el fondo de lo que se ha conocido con los papeles de Panamá: la relación que guarda con las sociedades offshore. En toda esta trama, además, vuelve a aparecer en la suerte de negocios familiares del exministro un viejo conocido de la afición, Luis Alberto Soria, su hermano. Por tanto, las preguntas son: ¿Los papeles son ciertos? ¿Esas firmas que aparecen estampadas en los documentos son suyas? ¿Qué hay de verdad? ¿Ha mentido en sus declaraciones? Las explicaciones sobre el fondo de la cuestión y su vinculación a varias sociedades offshore, quedan todavía pendientes, diga el ministro lo que diga y oculte lo que oculte.

Otra cuestión tiene que ver con lo político y comunicacional. José Manuel Soria ha cometido varios errores fruto de lo que sus propios correligionarios señalan en privado como exceso de audacia, personalismo, atrevimiento y falta de humildad. Ha quedado en evidencia un problema de adecuación de su estilo político y de comunicación en su ascenso a ministro, llevándole a un error fatal de cálculo de muy difícil salida. La cara y la cruz de sus características políticas, patentes de una forma muy descarnada: así ha sido Soria, político populista, audaz y atrevido, candidato a casi todo en lo político en estos cuatro años, desde candidato al Gobierno de Canarias a futurible como Ministro de Economía.

Repasando la hemeroteca, Soria coquetea con una cierta forma de populismo en cuestiones y asuntos polémicos. El ya exministro es el mismo que pintó el césped de las glorietas de Las Palmas porque la hierba comprada no se adaptaba al clima o que enviaba a la Península aviones llenos de inmigrantes llegados en cayucos a Canarias. Pero en esos asuntos, Soria se manejaba como pez en el agua en la esfera informativa insular, respaldado por una sensación de falsa pericia.

Quizás acostumbrado al trato con los medios de comunicación de las islas, el ministro en funciones decidió dar desde Lanzarote unas explicaciones rápidas y “por lo sencillo” sobre las primeras revelaciones aparecidas, pero cada uno de los documentos posteriores contradecía las declaraciones “simplificadas” del ministro; el remate se sucedió con la revelación de una sociedad en Jersey hasta 2012. Por tanto, la nueva comunicación política, de rapidez precipitada y de una simplificación informativa y esquematización argumental, posible para espacios más reducidos, no sirve para cuestiones mucho más complejas y delicadas.

En términos de personalismo, también se ha dejado llevar por su propia precipitación a la hora de dar explicaciones y la búsqueda de esa “simplificación” letal, enfrentándose al propio equipo de Moncloa en una discusión con Moragas en un espacio semipúblico y dejando en evidencia a sus compañeros de Gabinete que, por otra parte, lo apoyaron casi de forma tribal. De hecho, alguien tan sobrio en sus elogios y en sus defensas como Luis de Guindos, expresó inequívocamente su apoyo a Soria en público, hecho que no debería pasar desapercibido.

Ya en funciones, la lupa nacional puso el foco en los defectos de Soria, como el exceso de telegenia o la propensión a desenfundar rápido organizando ruedas de prensa: no descubrían nada nuevo pues así se comportó para abolir las subastas CESUR o reducir los precios energéticos según el calendario electoral. Pero ahora su proceder hace un daño incalculable a su partido, en un momento especialmente delicado pues puede significar un punto de saturación en la escalada de la tangentópolis española. La pieza ha caído.

Por sus propios méritos José Manuel Soria está fuera del Gobierno y no puede buscar culpables, como algún medio ha tratado de insinuar. Ya es el ministro offshore del Ejecutivo.

Soria renuncia a sus funciones como ministro de Industria, Energía y Turismo y abandona la política; De Guindos lo reemplaza

Europa Press / Servimedia.- El BOE publicó el decreto mediante el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, consumó el traspaso de funciones al ministro de Economía, Luis de Guindos, tras la renuncia de José Manuel Soria al frente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Soria también renunció a su acta de diputado y a la secretaría general del PP canario y anunció que abandona la vida política “tras los errores cometidos en los últimos días” en relación a los papeles de Panamá.

En concreto, Soria comunicó a Rajoy su “decisión irrevocable” de renunciar a sus funciones, según explicó. Asimismo, el ministro comunicó también a Rajoy su decisión de dejar su acta de diputado, y a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que renuncia a la presidencia autonómica del PP canario, abandonando así “todo tipo de actividad política”. El ya exministro se refirió a los “errores” que cometió en sus explicaciones tras aparecer su nombre vinculado a empresas opacas en los Papeles de Panamá. “La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes”, afirma Soria.

Soria ha admitido sus «errores» al explicar sus vínculos con sociedades en paraísos fiscales por «la falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de 20 años», si bien aclaró que «ninguna de tales actividades empresariales ha tenido relación ni vínculo de tipo alguno con el ejercicio de sus responsabilidades políticas«. Por ello, ha adoptado la decisión de dejar «todo tipo de actividad política», teniendo en cuenta «el daño evidente que esta situación está causando al Gobierno de España, al Partido Popular, a los compañeros de militancia y a los votantes, singularmente grave en el momento político actual».

Nacido el 5 de enero de 1958 en Las Palmas de Gran Canaria, casado y con dos hijos, Soria es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y pertenece al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Entre 1995 y 2003 fue alcalde de las Palmas, y presidente del Cabildo de Gran Canaria entre 2003 y 2007, así como consejero de Economía y Hacienda y Vicepresidente del Gobierno canario (2007-2010).

Tras la derrota electoral de 2008, se convirtió en uno de los apoyos fundamentales de Mariano Rajoy, participando activamente en la renovación del PP iniciada en el Congreso de Valencia de 2008, donde fue uno de los autores de la ponencia política, cuya redacción provocó la retirada de la entonces presidenta del PP vasco, María San Gil. Soria asumió la cartera de Industria en diciembre de 2011. Rajoy valoró para su elección la sólida experiencia económica del canario, curtido en Ejecutivos de muy distinto color político, comenzando en su tarea como analista de mercado para Venezuela y el Caribe en la Embajada de España en Venezuela entre 1980 y 1981.

En 1984 Soria fue nombrado jefe del Servicio de Importaciones del Ministerio de Comercio y, en 1985, jefe del Servicio de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio. Posteriormente, pasó a ser asesor del Gabinete del Ministro de Economía y Hacienda entre 1986 y 1987, de donde pasó a dirigir el Gabinete de la Secretaría General de Comercio entre 1988 y 1989. Además, entre 1995 y 1999 fue vicepresidente de la Caja de Ahorros de Canarias.

Traspaso de funciones a Guindos

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el real decreto mediante el que el ministro de Economía en funciones asume a partir de ahora «el despacho ordinario de los asuntos del Ministerio de Industria». Guindos ejercerá desde ahora estas funciones. De este modo, Guindos se encargará de despachar con los secretarios de Estado y demás altos cargos del Ministerio de Industria, que físicamente se encuentran en el mismo edificio que el Ministerio de Economía, en la plaza madrileña de Cuzco.

PP: la renuncia es «coherente»

Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, valoró como «muy coherente» la decisión de José Manuel Soria de renunciar a sus funciones de ministro y señaló que, al haber dejado ese puesto, ya no comparecerá el lunes ante la Comisión de Industria, como estaba previsto. «Es una decisión muy coherente, José Manuel Soria ha ejercido la actividad política de manera ejemplar y quiero reconocerle, como vicesecretario de Organización, nuestro agradecimiento», apuntó.

Maillo destacó que Soria ha renunciado por haber cometido «errores de explicación» tras figurar como administrador de sociedades en paraísos fiscales, no por ninguna irregularidad, de manera que el PP «no cuestiona para nada su honorabilidad». Es más, ha asegurado que en sus muchos años de actividad política ha desempeñado una gestión en la que «nadie le ha podido acusar de nada». Ha recordado además que los papeles se refieren a su actividad profesional previa a dedicarse a la política.

Soria apareció en primer lugar como administrador, durante dos meses de 1992, de una sociedad en Bahamas con la que negó tener ninguna vinculación. No obstante, posteriormente se supo que una empresa familiar, Oceanic Lines, tuvo como accionista mayoritario una sociedad en el paraíso fiscal de Jersey en la que Soria figuraba también como administrador. Así, el PP apoyó inicialmente al ahora exministro, pero Maillo reconoció que a lo largo de los días hubo «un goteo» ante el que había que actuar de alguna manera.

Montoro es tajante contra Soria

Por otro lado, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas en funciones, Cristóbal Montoro, afirmó que «nadie puede estar en el Gobierno si ha operado en paraísos fiscales» en referencia a la renuncia de José Manuel Soria. El responsable de Hacienda señaló que aún hay que confirmar si es cierta esa vinculación, aunque subrayó que en estos asuntos hay que ser «claro y rotundo», ya que los miembros de un Gobierno deben ser conscientes de las «obligaciones que asumimos y de los límites». De esta manera, reiteró que sin conocer el detalle concreto, «si hay cualquier indicio legítimo de sospecha, no se puede estar en el Gobierno en esas condiciones«.

Los datos fiscales del exministro

Soria pagó un total de 24.395,47 euros por IRPF en 2014, según su declaración de bienes publicada en la web del Congreso de los Diputados. El salario de Soria como ministro alcanzó los 73.497,24 euros, a lo que se suman unos ingresos de 669,4 euros por acciones bancarias, 3.460,5 euros por intereses en cuentas bancarias, 1.175,09 euros como renta de actividades agrarias y 12.646,25 euros por venta de fondos de inversión. Así, los ingresos totales se situaron en 91.448,48 euros.