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CaixaBank sigue la estela de otras entidades financieras como Santander y reduce también su participación en Abengoa, hasta un 2,89%

EFE / Europa Press.- El Santander fue el primero en deshacer posiciones en la nueva Abengoa, rebajando del 9,63% al 2,41% su participación, lo que supuso la venta de un 7,2% del capital, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Una estela seguida por otras entidades financieras que han vendido acciones desde que se produjo la reestructuración de su deuda; la última CaixaBank, que ha reducido su participación en el capital de Abengoa, que pasa del 5,008% al 2,89%.

Tras el cierre de la reestructuración de Abengoa, que implicó el canje de deuda por acciones, también vendieron títulos del grupo andaluz Credit Agricole, que pasó del 8,771% del capital al 4,596%; el Banco Santander, que redujo su participación desde el 9,63% al 2,414%; Bankia, que la rebajó del 4,643% al 2,819%; y el Banco Sabadell, que vendió su 3,176%. De esta forma, los principales accionistas de Abengoa son ahora Credit Agricole, con un 4,596%, y Banco Popular, con un 4,576%, de acuerdo con los datos comunicados a la CNMV.

En el momento de la entrada de las entidades, los grandes bancos españoles sumaron una participación total del 26,9% en la empresa. Del 2,41% al que ha quedado reducida la participación del Santander, el 2% lo controla de forma directa, mientras que el resto se articula a través de inversiones de Santander Factoring, EFC, Banco Santander Brasil y Bank Zachodni WBK. El banco sigue siendo el principal acreedor de Abengoa. La entrada de los bancos en el capital se concretó una vez culminado el proceso de reestructuración con el que la empresa evitó el mayor concurso de acreedores de España e inició una nueva andadura con Gonzalo Urquijo al frente.

Abengoa completó el pasado 31 de marzo el proceso de reestructuración de su deuda al comenzar a cotizar las nuevas acciones procedentes de la ampliación de capital y los warrants (derechos de compra de títulos) emitidos para compensar a los acreedores, mayoritariamente bancos. Estas operaciones dieron lugar a una nueva estructura societaria en la que los antiguos accionistas vieron diluida su participación hasta el 5%, mientras que los acreedores se quedaron con el 95% restante.

En total, la banca acreedora se hizo con un 43,24% del capital de Abengoa, un porcentaje cercano al 45% tomado como referencia en el plan de reestructuración. Los bancos disponen de 718 millones de acciones de clase A y de 7.367 millones de acciones de clase B. Otros accionistas dentro de este perfil de antiguos acreedores bancarios son D.E. Shaw, con un 3,62%, y Arvo Investment Holding, con un 3,53%, mientras que Abengoa dispone de acciones propias por otro 0,34%.

Los acreedores han sufrido una quita del 97%, mientras que el 3% restante queda articulado a través de deuda con vencimiento a diez años sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. En paralelo, los fondos que inyectaron los 1.169 millones de dinero nuevo sumaron el 55% del capital. La ampliación de capital ha implicado la emisión de 1.577 millones de nuevas acciones de clase A y 16.316 millones de acciones de clase B. Además, se emitieron 83 millones de warrants sobre acciones A y otros 858 millones de instrumentos sobre acciones B.

Abengoa aprobará una ampliación de 650 millones que dará el control a los bancos y restará poder a los Benjumea

Europa Press / EFE.- El consejo de administración de Abengoa aprobó convocar una junta general extraordinaria de accionistas, que tendrá lugar el 10 de octubre, para aprobar un aumento de capital de al menos 650 millones de euros, que dará el control a un grupo de bancos, el HSBC, Banco Santander y Credit Agricole, y restará poder a los Benjumea, según anunció la compañía, que desarrollará otras medidas estratégicas, entre ellas más ventas de activos, límites a las inversiones o la suspensión del dividendo.

El orden del día de la junta incluye otras cuestiones, como la reducción del número de miembros del consejo de administración a 13, la aprobación de restricciones en nuevos compromisos de inversiones en capital (capex) a un máximo de 50 millones anuales y la creación de una Comisión de Inversiones, formada por consejeros independientes, para «controlar y monitorizar» el cumplimiento de las nuevas directrices. Asimismo, el consejo de administración acordó el nombramiento de Felipe Benjumea como presidente de honor y su sustitución, como presidente no ejecutivo, por José Domínguez. Después de 25 años con Felipe Benjumea como presidente, Abengoa inicia una «nueva era con este plan y los cambios anunciados».

«Los mercados nos han estado diciendo que ven falta de independencia porque nuestro principal accionista controla Abengoa», apuntó el consejero delegado de la firma, Santiago Seage, que según señaló se centrará en desarrollar proyectos que no requieran inversión de capital propio. «No solo anunciamos una ampliación de capital sino un plan para reforzar nuestra estructura de capital, nuestra liquidez y fortalecer la gobernanza», indicó Seage. La compañía iniciará el lunes una ronda de encuentros con inversores en Estados Unidos y Europa para explicar su plan.

Más poder para los bancos

En concreto, HSBC, Banco Santander y Credit Agricole han suscrito un acuerdo con la compañía en virtud del cual se han comprometido a asegurar 465 millones de euros en acciones clase B a emitir en el aumento de capital, sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones incluyendo, entre otras, la obtención de las autorizaciones regulatorias, aprobación de la junta general, la conclusión del due diligence en curso sobre, entre otros aspectos financieros, la firma de un contrato de aseguramiento definitivo y el cumplimiento de los compromisos de suscripción de los accionistas.

Por su parte, Inversión Corporativa, sociedad controlada por la familia Benjumea que ostenta el 57,33% de Abengoa, se ha comprometido irrevocablemente a invertir al menos 120 millones de euros de fondos nuevos en nuevas acciones clase A y clase B a ser emitidas en la ampliación de capital, mientras que Waddell & Reed Investment se ha comprometido, en nombre de algunos de sus fondos, a invertir 65 millones de euros en nuevas acciones clase B en la ampliación de capital.

De esta forma, Inversión Corporativa se comprometió a limitar sus derechos de voto, directos o indirectos, al 40% una vez se complete la ampliación de capital, con independencia de los derechos de voto que le correspondan en función de su participación en el capital. La composición del consejo de administración reflejará esta limitación de derechos de voto reduciendo el número de consejeros a 13, quedando en 5 el número de consejeros dominicales de Inversión Corporativa y en 6 el de consejeros independientes. Se nombrarán además dos consejeros independientes con «sólida» formación y experiencia en el ámbito financiero y corporativo global.

Medidas estratégicas contra el endeudamiento

Asimismo, el consejo de administración aprobó un conjunto de «medidas estratégicas» con la finalidad de reducir el endeudamiento corporativo, mejorar la posición de liquidez de la compañía y fortalecer su gobierno corporativo. «La reducción de deuda será un objetivo clave», subrayó Abengoa, que espera repagar 375 millones de euros del Bono 2016 antes de final de año. Asimismo, los fondos obtenidos de la combinación de las medidas anunciadas se utilizarán para seguir reduciendo deuda y mejorando la posición de liquidez, así como para financiar los actuales compromisos de capex. Según indicaron, las medidas de reducción de deuda «priorizarán los vencimientos a corto plazo, con el objetivo de reequilibrar el perfil de vencimiento de su deuda».

Asimismo, dentro del plan de medidas estratégicas, Abengoa continuará con el refuerzo del actual programa de desinversiones de activos para obtener hasta finales de 2016 aproximadamente al menos 1.200 millones. Dentro de estas desinversiones se incluye la venta de parte o de toda su participación (o de sus derechos económicos) en Abengoa Yield, la sociedad que agrupa sus activos terminados y de la que controla un 40%, una participación que a precios actuales rondaba los 744 millones de dólares, unos 664 millones de euros al cambio. Abengoa cifra en 400 millones de euros lo que puede obtener por esa vía.

Además se incluye el plan de desinversión por valor de 500 millones de euros que está ya en marcha y que comprende la venta de diversos activos incluyendo centrales de ciclo combinado, plantas solares y de bioetanol. Adicionalmente, Abengoa espera desinvertir 300 millones de euros en activos durante 2016 como parte de su estrategia de rotación de activos. «El proceso de desinversiones está muy avanzado en algunos activos, tenemos ofertas sobre la mesa; estamos seguros de que va a ir bien», subrayó el consejero delegado.

Por otro lado, según explicaron, los nuevos compromisos de capex (adicionales al equity capex ya comprometido) se limitarán a un máximo de 50 millones de euros anuales hasta que Abengoa alcance un rating de BB– por S&P o Ba3 por Moody’s, o el ratio de apalancamiento de deuda bruta corporativa sobre el Ebitda corporativo sea inferior a 3,5 veces. Hasta entonces Abengoa acordó revisar su actual política de dividendos suspendiendo el pago de los mismos.