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España destina como contribución voluntaria 450.000 euros a organizaciones internacionales y actividades multilaterales de lucha contra el cambio climático

Europa Press.- El Consejo de Ministros ha autorizado la contribución voluntaria con un total de 450.000 a organizaciones internacionales y actividades multilaterales de lucha contra el cambio climático. Así, se ha acordado destinar 200.000 euros al Fondo de Actividades Suplementarias de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (CMNUCC), que es el principal instrumento internacional para atajar este problema global, así como al Acuerdo de París.

CMNUCC fue adoptada en 1992 (entró en vigor en 1994), y ha sido ratificada por 197 partes, incluida España, y su objetivo último es la estabilización de las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera. Además, el Acuerdo de París, adoptado en diciembre de 2015, ha sido ratificado por 134 países hasta la fecha. Tras la cumbre de París se constituyó el Grupo de Trabajo Especial sobre el Acuerdo de París (APA), como órgano subsidiario adicional para el desarrollo de todos los elementos del Acuerdo.

Sus actividades se financian por las contribuciones obligatorias y voluntarias de sus miembros a través de dos fondos, el Fondo de Actividades Suplementarias, destinado a numerosas actividades relacionadas con los resultados de la negociación. También a través del Fondo de Participación destinado a financiar los gastos correspondientes a la participación de delegados de países en desarrollo en las reuniones de la Conferencia de las Partes y de los Órganos Subsidiarios. El presupuesto para el bienio 2018-2020 incluye las necesidades financieras del fondo de actividades suplementarias y el importe de la contribución voluntaria para el ejercicio 2018 es de 200.000 euros.

Por otro lado, el Gobierno ha autorizado la contribución voluntaria de 200.000 euros a la Comisión Económica para América Latina y Caribe para las actividades de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCCC). Entre las actuaciones de cooperación de España en la lucha contra el cambio climático destacan las desarrolladas en el marco de la Red Iberoamericana de Oficina de Cambio Climático (RIOCC), en la que la OECC ejerce las labores de secretariado desde su creación en 2004 por mandato del Foro Iberoamericano de Ministros de Medio Ambiente.

En la misma línea, el Gobierno ha aprobado un acuerdo que autoriza la contribución voluntaria de 50.000 euros al Paternariado Internacional de Acción de Carbono. El Partenariado Internacional de Acción de Carbono (ICAP) es un foro internacional compuesto por gobiernos y autoridades públicas que han implementado, o prevén implementar, sistemas obligatorios de comercio de derechos de emisión para regular las emisiones efecto invernadero en el ámbito territorial que les compete.

ICAP funciona mediante programas de trabajo que se establecen para un periodo de dos años. Para cada actividad recogida en el programa de trabajo se estima un presupuesto asociado. Transcurrido un año desde el inicio de la aplicación del programa se valora la introducción de modificaciones. Los gastos de funcionamiento del secretariado de ICAP se han estimado en unos 650.000 euros/año. España destinará en 2018 un total de 50.000 euros.

La ONU ve en el Princesa de Asturias un premio a «todos los países»

EFE / Europa Press.- La secretaria general dela Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático (UNFCCC), Christiana Figueres, aseguró que recibir el Princesa de Asturias de Cooperación Internacional es un «reconocimiento» a «todos los países» comprometidos en la lucha contra el calentamiento global; «195 países que se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes».

Figueres subrayó que «este premio es un reconocimiento a la UNFCCC, pero también a todos los gobiernos, nacionales y subnacionales, y a otros actores no gubernamentales», un premio al trabajo contra el cambio climático que se realiza «desde hace 21 años». A su juicio, el galardón destaca el trabajo de la UNFCCC, que viene «construyendo poco a poco un entendimiento colectivo» para que se reconozca a nivel global que el cambio climático es «uno de los retos más grandes de la humanidad», al que necesariamente hay que «hacerle frente juntos».

La COP21 que destaca el jurado en su fallo es, según Figueres, «el resultado de todos estos esfuerzos» conjuntos a lo largo de más de dos décadas y que deben seguir en los próximos años porque éste es «un proyecto a largo plazo». Ahora se trata, argumentó la costarricense, de «ir cerrando la brecha» entre los esfuerzos comprometidos hasta la fecha por los países y los niveles a los que hay que limitar el incremento de las temperaturas según la ciencia para evitar daños mayores.

Figueres, que apura ya los últimos días al frente de la UNFCCC, consideró un «gran honor» haber podido trabajar «al servicio» de gobiernos y organismos en la lucha contra el calentamiento. La costarricense sustituyó en 2010 al holandés Yvo de Boer en la secretaría general de la UNFCCC y está previsto que le suceda, a partir del primeros de julio, la mexicana Patricia Espinosa, exsecretaria de Exteriores de su país. La UNFCCC surgió en 1992, ante la creciente preocupación en la comunidad internacional por el calentamiento global y con el objetivo de evitar que la acción humana afecte al clima.

«Llamada a la acción inmediata»

Por su parte, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, celebró la concesión del premio Princesa de Asturias a la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU y al Acuerdo del Clima de París una «llamada a la acción inmediata» contra el cambio climático y la puesta en marcha de los compromisos adquiridos. Además, considera que el fallo del jurado es también «un reconocimiento a la labor de muchos años en la negociación climática» y destacó que se trata de un «éxito de la comunidad internacional y de todos y cada uno de los países».

En este contexto, ha recordado que en París se logró anteponer el bien común ante las prioridades nacionales y cree que el premio supone también un reconocimiento de España al impulso de las políticas que se deberán seguir manteniendo. «Se han adquirido compromisos, ahora hay que implantarlos», sentenció. «Tener este premio en la primera línea es marcar una prioridad e implica un cambio de modelo de desarrollo que tiene un pistoletazo de salida, la implantación del acuerdo», manifestó. Por ello, cree que la concesión del premio es «una llamada a la acción inmediata» que reconoce también el esfuerzo y el trabajo realizado por España con políticas bajas en carbono que «ya están dando resultados» para actuar decididamente en este objetivo.

“Que no sea papel mojado»

Hacer una llamada de atención para que el Acuerdo de París de 2015 contra el Cambio Climático «no se quede en papel mojado» es uno de los objetivos de la concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, como ha explicado la periodista Rosa María Calaf, miembro del jurado. «Se ha reconocido que el acuerdo es importante, y también el trabajo que se ha hecho hasta ahora», insistió Calaf, pero ha admitido que se trata de un conjunto de «buenas intenciones», y que lo fundamental ahora «es que se cumplan». «Quedan muchos flecos, el acuerdo de París es un hito histórico que marca un antes y un después, pero marca una tendencia», ha añadido.

En la misma línea, el acta del jurado destaca la labor realizada «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra». Así, se ha reconocido este pacto «como un hito histórico el Acuerdo alcanzado en París, en el que 195 países se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes». El jurado ha destacado también «la importancia de este Acuerdo en el contexto de la cooperación internacional, como proyecto de futuro para ayudar a avanzar juntos hacia un modelo más limpio y sostenible».

La Convención de Cambio Climático de la ONU y el Acuerdo de París, Premio Princesa de Asturias de Cooperación 2016

Redacción / Agencias.- La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016 «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra«, según hizo público el jurado encargado de su concesión.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el acuerdo de la ONU que tiene por objeto principal la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero de manera que «impida la interferencia perjudicial del ser humano en el sistema climático». En este contexto, la Cumbre de París de 2015 (conocida como COP21), que estuvo presidida por el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, logró la firma de un acuerdo histórico en la lucha contra el cambio climático para contener el aumento de la temperatura de la Tierra.

Los países miembros lograron alcanzar un acuerdo histórico por su carácter vinculante y universal, con la participación de China y Estados Unidos. Los pilares fundamentales de este acuerdo establecen la necesidad de «contener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales». Tiene además efecto jurídicamente vinculante para los países firmantes, que los países desarrollados aumenten el nivel de su apoyo financiero comprometiéndose a movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 y que el acuerdo sea revisado cada cinco años.

El camino recorrido por las Naciones Unidas hasta la Cumbre de París de 2015 sienta sus orígenes en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992) en la que se adoptó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trataba de la primera respuesta internacional contra el desafío climático, que se produjo bajo el consenso de una gran mayoría de países. Estableció entonces un marco de acción con el objetivo de estabilizar la concentración atmosférica de emisión de gases de efecto invernadero y evitar interferencias perjudiciales con el sistema climático.

Desde entonces, las partes del tratado se reúnen anualmente en una conferencia (conocida como COP o Conferencia de las Partes) para controlar y modelar la implementación de dicha respuesta. La primera de esas reuniones tuvo lugar en Berlín, en 1995. En la COP3 de Kyoto (1997) se adoptó, por 180 países, el Protocolo de Kyoto (PK), un proyecto de 15 años de duración considerado como primer paso importante hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones de gases efecto invernadero, que sentó los cimientos para posteriores acuerdos internacionales sobre el cambio climático.

La COP11 de Montreal (2005) marcó la entrada en vigor del PK, apoyado por 141 Estados firmantes, y sirvió de marco para la primera reunión de las partes del PK. La COP15 de Copenhague (2009) quedó marcada por la expectativa frustrada de que los Estados miembros lograsen un acuerdo para suceder al PK de 1997. Tras este fracaso, en mayo de 2010 la costarricense Christiana Figueres fue nombrada secretaria ejecutiva de la Convención, nombramiento que sirvió de punto de inflexión para iniciar el camino hacia el éxito de la Cumbre de París COP21 con el objetivo de lograr una solución común a los desafíos climáticos.

La COP17 de Durban en 2011 sirvió para marcar la pauta con la aprobación para crear un Fondo Verde para el Clima, que se convirtió en el principal instrumento financiero de la ONU para la lucha contra el cambio climático, promoviendo el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Desde entonces se trabajó para alcanzar un acuerdo global de peso, que llegó el pasado diciembre en la COP21. A mediados de julio la diplomática mexicana Patricia Espinosa sustituirá en el cargo a Christiana Figueres. De los 195 países que aprobaron el acuerdo en la COP21, 171 firmaron dicho documento el pasado 22 de abril, lo que supone el inicio del proceso de ratificación y entrada en vigor del mismo.

Patricia Espinosa, excanciller de México, ya es la máxima responsable de la ONU para el cambio climático reemplazando a Figueres

EFE.- La excanciller mexicana Patricia Espinosa fue designada máxima responsable de la ONU para el cambio climático, en sustitución de la costarricense Christiana Figueres, al ser nombrada secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), según anunció el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. El Gobierno de México ya había indicado que Ban estaba realizando consultas con los estados que son parte de la convención para designar a Patricia Espinosa para este puesto.

Espinosa, actualmente embajadora de México en Berlín, fue secretaria de Relaciones Exteriores de México desde 2006 hasta 2012, y, como recordó la ONU, «aporta más de 30 años de experiencia en los máximos niveles de las relaciones internacionales, especializada en cambio climático, desarrollo sostenible y la protección de los derechos humanos”. Ban expresó a Figueres su agradecimiento por los servicios prestados a la ONU y por «su dedicación para devolver la confianza en las negociaciones climáticas internacionales”. También destacó su papel para que la comunidad internacional pudiera alcanzar el acuerdo global sobre cambio climático adoptado en París en diciembre pasado.