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Repsol inaugura en Perú una unidad de producción de combustibles diesel menos contaminantes en emisiones

EFE.- Repsol inauguró en la refinería peruana La Pampilla una unidad de producción de diésel de bajo azufre, con menor impacto para el medio ambiente, para ser comercializado en todas las regiones de Perú donde opera la compañía. Las nuevas instalaciones, que tuvieron una inversión de 470 millones de dólares, fueron inauguradas por el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, el consejero delegado de la misma compañía, Josu Jon Imaz, y el director ejecutivo de Repsol Perú, José Manuel Gallego.

La unidad producirá combustibles con menos de 50 partes por millón (ppm) de azufre para adecuarse a una ley peruana que declara de interés nacional regular los niveles de azufre que contiene el diesel para así salvaguardar la calidad del aire y la salud pública. Brufau destacó que la nueva sección de La Pampilla evitará la emisión a la atmósfera de 100 toneladas diarias de dióxido de azufre y producirá alrededor de 40 toneladas de azufre al día, que podrán ser utilizadas para procesos agrícolas e industriales. Brufau aseguró que a Repsol le «llena de orgullo» esta unidad a la que calificó como «la más avanzada tecnológicamente» de Perú y la primera en modernidad, complejidad y seguridad de la región.

Perú no olvida el diésel

El presidente de Perú destacó que aunque su Gobierno incentiva la utilización del gas para los vehículos en las ciudades, «el diesel es el principal combustible utilizado por el transporte comercial en Perú». El mandatario aplaudió la inversión realizada por Repsol y anunció que en los próximos años habrá instalaciones similares en la refinería de Talara, actualmente en un proceso de modernización que contempla una inversión de 3.500 millones de dólares de la estatal Petroperú. La unidad inaugurada en La Pampilla aumentará en un 15% la capacidad de producción de esa refinería hasta alcanzar los 117.000 barriles de combustible diarios, lo que supone más de la mitad del petróleo que se refina actualmente en Perú.

Brufau detalló que La Pampilla representa también el 15% de la capacidad de destilación de Repsol y consideró a Perú como un país «muy importante» para su compañía, donde tiene inversiones por más de 2.400 millones de dólares. Gallego, por su parte, ha comentado que los nuevos combustibles diesel producidos en la instalación impulsarán la modernización del parque automotor de Perú porque facilitarán la entrada al mercado peruano de vehículos cuyos motores cumplan el estándar Euro IV. El director ejecutivo de Repsol Perú señaló que la construcción de la nueva unidad combustibles diesel bajos en azufre se logró sin un accidente entre las 2.200 personas que participaron en su ejecución durante los últimos cuatro años.

El proyecto de modernización de La Pampilla incluye además una unidad de producción de gasolinas con bajo contenido en azufre, prevista para entrar en funcionamiento en el segundo semestre de 2018, con una inversión de unos 270 millones de dólares. La Pampilla, ubicada a unos 20 kilómetros al norte de Lima, es la principal refinería de Perú desde que inició sus operaciones hace más de 40 años, y en 1996 pasó a formar parte del grupo Repsol Perú. El abastecimiento de la refinería se realiza principalmente con crudos importados de Ecuador, Venezuela, Colombia y Nigeria.

Grupos ecologistas denuncian que la térmica de Teruel quema coque en lugar de carbón

EFE.- Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y WWF en Aragón denuncian la sustitución de carbón por coque de petróleo como combustible de la Central térmica de Andorra (Teruel).

Esto supone un «cambio significativo en la calidad del combustible» según explican las organizaciones ecologistas en un comunicado y «contraviene la autorización ambiental» otorgada a la térmica, además del «previsible aumento de la contaminación atmosférica».

Ante el previsible aumento de la contaminación atmosférica Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y WWF en Aragón solicitan en un comunicado la paralización cautelar del uso de coque de petróleo como combustible principal en sustitución del carbón en la central térmica de Andorra.

Los ecologistas hacen hincapié en que, en un momento en el que la empresa Endesa debe hacer una inversión para cumplir la normativa ambiental y reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno, la propietaria de la central «introduce un combustible que produce un porcentaje mayor de dichas emisiones que el propio carbón», aseguran los colectivos ecologistas.

Este combustible es «más sucio y barato» y se utilizaría, según señalan en la nota, para mantener la producción, «sacrificando al beneficio empresarial la protección de las personas y el medio ambiente atmosférico».

El «incremento significativo» del uso del coque de petróleo transforma a la central térmica en una «incineradora de residuos de refinería», continúa la nota, con mayor contenido que el carbón en contaminantes como el azufre, los metales pesados y el nitrógeno.

Según los ecologistas, el coque de petróleo tiene entre cinco y nueve veces más azufre que el carbón (según sea éste nacional o de importación), por lo que una mayor proporción de coque aumentará previsiblemente las emisiones de dióxido de azufre (SO2).

Por lo que respecta a los metales pesados, el coque de petróleo o petcoque tiene un alto contenido en níquel y vanadio, entre otros, añade la nota.