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Les Coves de Vinromà protagoniza el Día del Viento al recibir el Premio a la Integración Rural de la Eólica

Redacción.- La Asociación Empresarial Eólica (AEE) se ha trasladado este jueves a Les Coves de Vinromà (Castellón), municipio que recibió el VI Premio a la Integración de la Eólica que otorga esta patronal anualmente, para celebrar el Día Mundial del Viento.

El presidente de AEE, Juan Diego Díaz, ha destacado en su discurso que “el jurado del premio ha valorado cómo la llegada de la industria eólica ha mejorado la vida de los vecinos de Les Coves, y cómo Les Coves ha sabido hacer buen uso de esta circunstancia para mejorar la vida de sus vecinos”. Añadió que “fábricas como la de Les Coves hacen realidad que España sea el cuarto exportador de aerogeneradores del mundo y que año a año exporte tecnología de vanguardia por unos 3.000 millones de euros.”.

La alcaldesa de Les Coves de Vinromà, Mónica Nos, ha agradecido el premio a AEE y ha señalado que “este reconocimiento nos empuja a  seguir trabajando en favor de la energía eólica, una industria que ha significado futuro y empleo para Les Coves de Vinromà. Desde luego, las administraciones tenemos la obligación de unir esfuerzos con empresas como LM Wind Power (empresa propietaria de la fábrica), capaces de crear más de 500 puestos de trabajo y de diversificar el tejido productivo de un entorno rural”.

Adolf Sanmartín, director territorial de la Generalitat en Castellón, destacó que desde el Gobierno »tenemos que hacer esfuerzos para cortar la sangría demográfica en los municipios rurales del interior y aquí tenemos un gran ejemplo: si no hay capacidad de generar empleo, difícilmente se va a conseguir». En el acto de entrega del premio, al que asistieron además numerosos vecinos del municipio, se proyectó el vídeo que AEE ha dedicado a Les Coves. Anteriormente, los invitados tuvieron ocasión de visitar la fábrica, que cumple ya 10 años en la localidad.

Les Coves de Vinromá, un municipio de unos 2.000 habitantes cuya actividad económica ha sido históricamente agraria y ganadera, se vio muy golpeado por la última crisis económica debido al cierre de las fábricas que había hasta entonces, con la consiguiente inmigración hacia las ciudades. En 2007, la empresa LM Wind Power instaló allí una fábrica de palas eólicas, lo que dio un respiro al municipio al crear empleo de forma paulatina. Actualmente la planta da trabajo a 566 personas, de las que 86 son vecinos de Les Coves y el resto de localidades limítrofes.

Desde la construcción de la fábrica, que fue posteriormente ampliada, su colaboración con el ayuntamiento ha sido constante, tanto para adecuar la infraestructura de la zona (el transporte de palas es complejo), como para mejorar la vida de los ciudadanos (organización de actividades deportivas, puesta en marcha de servicios para la conciliación familiar de los trabajadores de la fábrica…). Destaca un proyecto de formación para futuros empleados de la fábrica, que supone una oportunidad para los jóvenes de la localidad de desarrollar su carrera profesional en el sector eólico y seguir viviendo en la región.

En la actualidad en la fábrica de LM Wind Power se construye una de las palas de aerogenerador más grandes del mundo, de 73,5 metros de longitud. Desde allí se exporta a través del Puerto de Castellón con dirección a los parques eólicos marinos del Mar del Norte. De este modo, el municipio es escenario también de la I+D eólica.

La provincia de Castellón tiene un total de 586,55 MW de potencia eólica instalada repartidos en 16 parques. La Comunidad Valenciana cuenta con 1.189 MW y 38 parques eólicos. Es la séptima comunidad autónoma con más potencia eólica instalada en su territorio y representa el 5,17% del total en España. La fábrica de Les Coves de Vinromá es uno de los 210 centros de fabricación eólicos de España que, al estar situados en 16 de las 17 comunidades autónomas, suponen un importante efecto tractor para las economías locales y autonómicas.

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) es la voz del sector eólico en España. Con cerca de 200 empresas asociadas, representa al 90% del sector en España, promueve el uso de la energía eólica, representa y defiende los intereses del sector. Desde 2012 concede el Premio Eolo a la Integración Rural de la Eólica a aquellos municipios que han sabido aprovechar las posibilidades que ofrece el sector. Hasta la fecha, los ganadores han sido Lubián (Zamora), Xermade (Lugo), Fuendetodos (Zaragoza), Falces (Navarra) y Medina Sidonia (Cádiz).

La nueva subasta renovable, acogida de forma desigual, mantiene el criterio de desempate entre eólica y fotovoltaica

Europa Press / EFE.- La nueva subasta de 3.000 megavatios (MW) de potencia renovable, anunciada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido acogida de forma desigual en el sector, pues mientras la industria eólica cree que es una buena noticia, a las asociaciones de fotovoltaica les suscita dudas. La subasta mantendrá los criterios de desempate en función de las horas de producción establecidos en la puja celebrada este mes, según consta en el borrador y en la memoria económica del decreto.

Este criterio de desempate recibió críticas de las asociaciones fotovoltaicas de referencia, UNEF y Anpier, que ven en su aplicación un trato de favor a la eólica y que destacan la capacidad de la solar para competir en igualdad de condiciones. La segunda de estas asociaciones denunció la subasta de mayo ante el Tribunal Supremo precisamente por encontrarla discriminatoria. En el borrador del real decreto, Energía señala que el procedimiento de la subasta celebrada en mayo, en la que la eólica se llevó el 99% de la potencia ofrecida, ha sido «muy satisfactorio», por lo que serán de aplicación las reglas anteriores, incluidas en la orden ministerial ETU/315/2017 y en la resolución del 10 de abril que desarrolló su contenido.

En estas disposiciones se indica que, en caso de empate, ha de tomarse el proyecto que genere más megavatios hora por cada megavatio instalado, conforme al número de horas de funcionamiento. Además, se establecen unos porcentajes máximos de abaratamiento de las ofertas diferentes en función de cada tecnología. «Lo que pedimos es que la definición final de la subasta permita a todos los agentes del mercado ejercer su competitividad», indicó el director general de UNEF, José Donoso, tras conocerse el contenido del borrador del decreto.

Conforme a las reglas de la subasta, para cada tramo de oferta se calcula la retribución a la inversión y el cociente entre dicha retribución y el número de horas estándares de funcionamiento de la instalación. Como las horas estándares fijadas para la eólica son superiores a las de la fotovoltaica, esta tecnología gana opciones para la adjudicación. El borrador del real decreto limita como novedad el alcance de la subasta a estas dos tecnologías. En concreto, indica que será de aplicación a instalaciones de los subgrupos b.1.1. y b.2, que corresponden a la fotovoltaica y a la eólica, respectivamente.

Como en la anterior ocasión, la convocatoria se limita a los territorios peninsulares y, para garantizar el cumplimiento de los objetivos de renovables de España ante la Unión Europea para 2020, excluye instalaciones cuya construcción suponga el cierre o la reducción de potencia de otra de la misma tecnología e instalaciones constituidas por equipos principales que no sean nuevos o que hayan tenido uso previo.

En la memoria, Energía repite los cálculos utilizados para la anterior subasta y confía en que el coste para el sistema de los nuevos proyectos sea «nulo». Este coste nulo se produce para el consumidor en los escenarios medios de precios de la electricidad tomados como referencia por el Gobierno. Si se produjese un abaratamiento en el pool con respecto a la previsión, a partir de 2019 las instalaciones podrían recuperar la diferencia a modo de coste regulado del sistema.

Energía señala que, tomando como hipótesis que la rebaja obtenida en la subasta es de 0% y que la potencia adjudicada por tecnología se distribuyera a partes iguales entre fotovoltaica y eólica, el coste máximo para el sistema ascendería a 123 millones de euros anuales a partir de 2019. En todo caso, asegura que, «a la vista del resultado de la subasta anterior, es de esperar que el coste sea muy inferior a 123 millones de euros o incluso nulo como sucedió en dicha subasta».

Diversa acogida en el sector

La Asociación Empresarial Eólica (AEE), que representa a más del 90% del sector en España, considera la nueva subasta de hasta 3.000 megavatios de capacidad una «buena noticia para todo el sector» de las renovables.Según la asociación, con esa nueva potencia España se acercará al objetivo europeo de que en 2020 las energías renovables supongan el 20% del consumo, lo que unido a la futura Ley de Cambio Climático, constituye un paso más dentro del proceso de transición energética.

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que representa a empresas que suponen aproximadamente más del 85% del sector en España, también ve positivo que se convoque una nueva subasta, aunque cree que hay que reformar su diseño para que sea «verdaderamente competitiva» y para abaratar los precios al consumidor. Por eso, esta asociación, que recurrió ante el Supremo la normativa de la anterior, reclama una reducción en el suelo del descuento máximo y un modelo en el que cada agente interesado oferte un precio por kilovatio hora para que el más competitivo reciba la remuneración ofertada.

La Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos, Anpier, que agrupa a 5.000 socios que son pequeños productores e inversores, ha dicho que esta nueva subasta es «más de lo mismo». Su presidente, Miguel Ángel Martínez-Aroca, vaticina que si la subasta se celebra con las mismas reglas que la anterior, como está previsto en el decreto del Gobierno, «de nuevo arrasará la eólica«, en la que ha recordado «dominan» las grandes eléctricas.

Por su parte, el director general de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María González Moya, ha expresado su sorpresa por el anuncio de una nueva subasta renovable, más cuando apenas se acaba de celebrar la anterior, también de 3.000 MW. González Moya, cuya organización agrupa a empresas y entidades de todo tipo de energías limpias, ha manifestado que esta nueva convocatoria «es otra improvisación» del Gobierno.

Ha reiterado que es necesaria una planificación a largo plazo de las subastas, ya que las empresas y los inversores necesitan conocer cuando se convocarán para organizar sus inversiones, y ha criticado que en esta nueva subasta se vuelva a «enfrentar» a las diferentes tecnologías. Por eso, González Moya demanda que las subastas vuelvan a tener cupos por tecnologías (solar, eólica y otras) y ha afirmado que el mecanismo de adjudicación «sigue perjudicando a la energía fotovoltaica», que sólo logró un megavatio en la anterior convocatoria por el sistema para deshacer los empates en las ofertas, que era el mayor número de horas de funcionamiento.

Extremadura pide oportunidad para fotovoltaica

Por su parte, el consejero extremeño de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, ha asegurado que la nueva subasta de energías renovables será satisfactoria para Extremadura si la energía fotovoltaica tiene posibilidades reales y aseguró que «estaremos muy pendientes de que esta vez no perjudique a Extremadura«. Además, ha recordado que con la anterior subasta se hicieron muchas esperanzas porque conocían que había muchas empresas extremeñas interesadas en presentarse pero, por la “preferencia” que se daba a la energía eólica, «no entraron los proyectos extremeños». El consejero ha aseverado que desde la Junta han insistido a todos los niveles en la necesidad de una nueva subasta y «afortunadamente parece que esta petición ha sido recibida».

Por último, se ha referido también a la posibilidad de que una de las empresas adjudicatarias de la anterior subasta de energías renovables pudiera construir un parque eólico en el norte de Extremadura para cumplir los compromisos adquiridos en la subasta. En este sentido, se limitó a señalar que «es prematuro decirlo» porque las empresas tienen 6 meses para concretar los proyectos con los que van a cumplir sus compromisos.

El sector renovable emplea a nivel mundial a 9,8 millones de personas

EFE / Europa Press.- Más de 9,8 millones de personas tenían un empleo en el sector de las energías renovables en 2016, según estimó la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). «La caída de los costes y las políticas de habilitación han impulsado la inversión y el empleo en energías renovables en todo el mundo desde la primera evaluación anual de Irena en 2012, en la que poco más de 5 millones de personas trabajaban en el sector«, aseguró el director general de la agencia, Adnan Amin.

Para ejemplificarlo, adujo que «en los últimos cuatro años, el número de empleos en los sectores solares y eólicos se han duplicado». Asimismo, el responsable espera que para 2030, si continúa este crecimiento, «podría llegarse a 24 millones» de puestos de trabajo en el sector de las renovables. De acuerdo con el estudio, China, Brasil, Estados Unidos, India, Japón y Alemania son los países que representan la mayor parte de los empleos en este sector. «En China, por ejemplo, 3,64 millones de personas trabajaron en energías renovables en 2016, un aumento del 3,4%», añadió Amin.

Irena subraya que la energía solar fotovoltaica fue la que más empleos ofreció en 2016, en concreto a más de 3 millones de personas, un 12% más que en 2015, y localizados principalmente en China, Estados Unidos y la India. Además, el 62% de los empleos en el sector de las renovables se encuentra en el continente asiático, en particular en Malasia y Tailandia que, según Irena, se ha convertido en «el centro mundial» de la producción de energía solar.

Por último, la responsable de la unidad política de Irena, Rabia Ferruji, se refirió al continente africano como uno de los lugares donde ha habido un gran progreso en el sector de las energías renovables. «En algunos países africanos, con los recursos adecuados y la infraestructura, vemos que surgen empleos en la fabricación y la instalación de proyectos«, adujo. Irena, con sede en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), fue creada en 2009 en Bonn (Alemania) y representa tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo e intentan ampliar su uso de la energía renovable.

Eólica: 1,2 millones de empleos

Por su parte, la industria eólica creó 80.000 nuevos empleos en el mundo en 2016, lo que supone un aumento del 7% respecto a 2015, y alcanzó la cifra de 1,2 millones de personas que trabajan en el sector, según el último informe de Irena. En este sentido, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), resalta a China, Estados Unidos, Alemania, India y Brasil como los países que han generado más empleo.

En concreto, China aporta 509.000 empleos en 2016, cerca de la mitad del total mundial, mientras que Estados Unidos tuvo un incremento del 28% frente a 2015 y llegó a 102.500 empleos. Por su parte, Alemania sigue siendo el líder en empleo eólico en Europa, con 142.900 personas, a pesar de que el número de empleos se redujo en 2016 un 4%. Irena ve probable que los empleos en la industria eólica aumenten gracias al crecimiento continuo de las instalaciones de esta tecnología en el mundo. Para 2030 se podría alcanzar la cifra de 3 millones de empleos y unos 4 millones en 2050, asegura. 

El sector eólico prevé inversiones de más de 3.000 millones y 30.000 empleos por los proyectos adjudicados en la subasta

Europa Press.- Mientras APPA denuncia que la neutralidad tecnológica de la subasta renovable «era falsa y deja fuera a otras tecnologías necesarias», desde el sector eólico prevén que la instalaciones de los proyectos adjudicados en la subasta, que se saldó con la adjudicación de 2.979 megavatios (MW) a esta tecnología, representen unas inversiones superiores a los 3.000 millones de euros, así como la creación de más de 30.000 empleos (directos e indirectos) en el periodo de instalación.

En este sentido, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que representa al 90% del sector eólico español, asegura que el resultado de la subasta «da esperanza al sector en España, tras varios años de letargo«. Así, subraya que el resultado de la subasta muestra que la eólica es en la actualidad «la tecnología que puede lograr un mayor cumplimiento de los objetivos para 2020 a un menor coste para el sistema«. No obstante, AEE reclama una planificación energética para los próximos años que tenga en cuenta las necesidades energéticas y de descarbonización del país a largo plazo y garantice un mix equilibrado entre las diferentes tecnologías.

Para ello, considera necesario un calendario de subastas que, «más allá incluso de los objetivos europeos a 2020», tenga en cuenta tanto los compromisos internacionales en materia medioambiental (el Acuerdo de París y los objetivos climáticos para 2030) como los hitos necesarios de cara a una ordenada transición energética. Además, señala que la eficacia real de la subasta se conocerá en diciembre de 2019, cuando todos los proyectos adjudicados estén funcionando y contribuyendo a cumplir los objetivos europeos para 2020.

Así, la AEE confía en que todos los actores implicados en el proceso, como los promotores, fabricantes, entidades financieras y administraciones, «pondrán todo de su parte para ello». La patronal recuerda también que el hecho de que los parques adjudicados en la subasta vayan a instalarse sin incentivos «no quiere decir que los que se construyeron en el pasado no los necesiten», por lo que pide que se respeten los incentivos hasta el final de su vida útil regulatoria, lo que pasa «necesariamente» por no modificar la rentabilidad razonable de los proyectos cada 6 años.

La neutralidad tecnológica era «falsa»

Por su parte, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) considera que el resultado de la subasta de renovables, con la práctica totalidad de los proyectos adjudicados a la eólica, constata que su neutralidad tecnológica «era falsa y deja fuera a otras tecnologías necesarias». Al respecto, la asociación considera que la fotovoltaica «ha visto bloqueado» su desarrollo, al igual que ocurrió en la subasta anterior en la que ni siguiera se contemplaba esta tecnología.

Además, denuncia que el Ministerio de Energía «juega con la incertidumbre», dado que se han subastado solo 3.000 megavatios (MW) de los 8.500 que el Gobierno considera necesarios, en vez de planificar un escenario previsible de desarrollo y transición energética. Así, APPA espera que, en las nuevas subastas, se corrijan «los defectos denunciados por el sector renovable» y tengan cabida otras tecnologías limpias que, sin subastas específicas, «están condenadas a la parálisis indefinida». «Tecnologías necesarias como la biomasa o la minihidráulica, sufren una moratoria encubierta al considerar solo el coste y no la gestionabilidad o la seguridad de suministro», añade.

La eólica, el 99,3% subastado

De los 3.000 MW que se ponían en juego, la subasta adjudicó 2.979 megavatios (MW), el 99,3% del total, a la eólica, al ser la tecnología que más energía produce por unidad de potencia instalada; 1 MW a la fotovoltaica, el 0,03%; y 20 MW al resto de tecnologías, el 0,66%, según indicó el Ministerio de Energía. El gabinete dirigido por Álvaro Nadal destacó que la subasta, en la que se adjudicó el máximo previsto, se saldó con el máximo descuento posible, «lo que supone la introducción de energía renovable en el sistema eléctrico sin necesidad de primas que supongan un coste para el consumidor».

Las solicitudes presentadas superaron en más de tres veces la potencia adjudicada, “confirmando así el interés de los inversores por el sector de las renovables en España”, añadió el Ministerio, que subrayó que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), como entidad supervisora de la subasta, validó sus resultados y confirmó que el proceso «ha sido objetivo, transparente y no discriminatorio y que la subasta se ha desarrollado de forma competitiva, lo que ha permitido adjudicar aquellas instalaciones más eficientes y al menor coste para el consumidor».

Esta nueva potencia renovable, que deberá estar en funcionamiento antes de 2020, contribuirá a mejorar la competencia en el mercado eléctrico y reducir la dependencia energética del exterior y supone un paso decisivo para conseguir un 20% de renovables en el 2020, añade Energía. España se encuentra actualmente por encima de la senda prevista de penetración de renovables, al alcanzar en 2015 un 17,3%, por encima del 13.8% previsto para ese año. El Grupo Forestalia, Gas Natural Fenosa, Endesa y Gamesa fueron los grandes vencedores de la subasta al adjudicarse más de 2.600 megavatios (MW).

Prado subraya que las renovables necesitan una regulación «adecuada» mientras el sector eólico advierte de la «complejidad» de la subasta

Europa Press.- El director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez, ha advertido de que la «complejidad» del sistema establecido para la próxima subasta de renovables puede abocar a procesos judiciales. En este sentido, el presidente de Endesa y Enerclub, Borja Prado, indicó que para incentivar el desarrollo de las energías renovables necesarias para que España cumpla con los objetivos marcados en la cumbre de París se necesita contar con un marco regulatorio «adecuado».

Prado subrayó el papel «cada vez más relevante» de las renovables en el mundo, convirtiéndose en 2016 en la fuente con mayor potencia instalada en el mundo, «tras superar al carbón», a lo que contribuye el «respaldo político y económico» al desarrollo de estas tecnologías, especialmente en países como China, Estados Unidos o México. Sin embargo, aseguró que para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados en París, el papel de las renovables debe ser «aún más relevante», tanto en el sector eléctrico como en el del transporte y la edificación.

Prado destacó que las renovables continuarán siendo la fuente de generación de «mayor crecimiento» en los próximos años, después de haberse vuelto competitivas en los últimos años, como demuestra el hecho de que la eólica haya reducido sus costes de generación en un tercio entre 2011 y 2016 o la fotovoltaica lo haya hecho en dos tercios. Asimismo, el presidente de Endesa valoró la ambición de Europa de ser «líder mundial en estas tecnologías», algo rubricado en los objetivos marcados en el llamado paquete de invierno de la Unión Europea.

AEE advierte de procesos judiciales

Por su parte, en relación con la próxima subasta de energías renovables, Juan Virgilio Márquez defendió un sistema de subasta con cupos a las tecnologías, frente a la neutralidad establecida finalmente, ya que así se habrían «evitado ciertas interpretaciones que pueden llevar a procesos judiciales» y se habría garantizado una «mayor igualdad». Así, el directivo de la patronal reconoció tener «sentimientos encontrados» con esta nueva subasta, tras la realizada en 2016, ya que «es una buena noticia y genera esperanza, pero hay una visión cortoplacista».

«Está diseñada sin un diálogo previo con los actores implicados, no se ha tenido en consideración a la industria eólica, que somos un player importante a nivel internacional y queremos seguir jugando en ese nivel», subrayó. Asimismo, lamentó que no se trate de un modelo de subasta que «genere confianza y atraiga la inversión», como ocurre en otros países, y subrayó que la variabilidad de la rentabilidad razonable «preocupa a los inversores». «Preocupa el marco regulatorio en el que se integra esta subasta. Según nuestra opinión, no tiene lógica», añadió.

En este sentido coincidió el director general de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María González Moya, que advirtió que es «un gran error» llevar a cabo una subasta que enfrenta a las distintas tecnologías, por lo que espera que no sirva para «abrir una guerra» entre las distintas tecnologías, ya que son «complementarias y susceptibles de combinarse«. Para González, existe «una falta» de planificación energética por parte del Gobierno y consideró «una lástima» que se base la subasta en los costes. «Al final, como país y sector, se paga caro», dijo.

El sector eléctrico reclama para las renovables una rentabilidad fija, no revisable, mientras la CNMC pide cambios en la subasta

Europa Press.- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) propone modificar varios aspectos de la próxima subasta de renovables, que se celebrará finalmente el 17 de mayo, y en la que se adjudicará hasta un máximo de potencia de 3.000 megavatios (MW), con el fin de que sea más competitiva y transparente. Asimismo, varias asociaciones empresariales solicitan que la próxima subasta garantice a los adjudicatarios una rentabilidad razonable fija.

Esta inquietud responde en buena parte a la incertidumbre que viene acompañando al marco retributivo de las renovables y aparece recogida en las alegaciones al borrador de resolución con los detalles de la subasta presentadas por las asociaciones ante el Consejo Consultivo de Electricidad de la CNMC. En su informe sobre la subasta, el regulador explica que ha recibido alegaciones de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), de la Asociación Eólica de Galicia (EGA), de la asociación de empresas termosolares Protermosolar, de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa).

Las asociaciones solicitan que se modifique la propuesta de decreto y orden ministerial, de modo que «la rentabilidad razonable tenga un valor fijo no modificable a lo largo de la vida útil de las instalaciones, tanto para la existentes, a las que ya se las sometió a una revisión de la rentabilidad una vez realizadas las inversiones, como para las futuras«. Algunas alegaciones van más allá y piden que todos los parámetros de las instalaciones, que se utilizan para elaborar las ofertas de la subasta, no puedan sufrir modificaciones a lo largo de toda la vida útil de la instalación.

Otro aspecto que genera controversia en el sector es el de la neutralidad tecnológica. Sobre ellas, las alegaciones van desde la petición de cupos específicos por tecnología a la denuncia, como hace UNEF, de una falsa neutralidad tecnológica que favorece a la eólica. Las propuestas también incluyen la reducción de 6 a 3 meses en el periodo de identificación de las plantas ganadoras, con el objetivo de garantizar que solo proyectos maduros sean los adjudicatarios.

Varias alegaciones consideran que la decisión del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital de subastar 2.000 MW y reservarse la posibilidad de elevar esta capacidad en 1.000 más conforme a unos criterios recogidos en un anexo confidencial «no está justificada», según las alegaciones presentadas a la CNMC. Este anexo, según algunas alegaciones, «reduce la transparencia de la subasta». De ampliarse la puja hasta 3.000 MW, consideran que deberían fijarse nuevas fechas y volúmenes de potencia adicional para su subasta.

CNMC: más competitiva y transparente

En concreto, el regulador, que ha emitido dos informes sobre las propuestas del Ministerio de Energía para la subasta, solicita que el volumen por el que las empresas de energías renovables presentarán sus ofertas «sea vinculante respecto al valor de referencia fijado por el Ministerio» para cada tipo de tecnología renovable. Según el organismo presidido por José María Marín Quemada, esta medida posibilitaría tener certidumbre sobre la presión competitiva que existe por parte de las empresas antes de la subasta.

Asimismo, recomienda que la cantidad de potencia adjudicada finalmente en la subasta no sea inferior a la potencia a subastar. Para el regulador, este supuestos podría darse si las empresas de renovables que acuden a la subasta ofertasen un volumen de potencia superior, por ejemplo, a la hora de pujar por determinados bloques de energía que son indivisibles y superaran el monto ofertado. Además, la CNMC considera que a la hora de ordenar las ofertas para adjudicar los distintos bloques subastados, en caso de indeterminación o empate, se elimine el criterio del número de horas equivalentes de funcionamiento de las distintas instalaciones de energía renovables.

Por otra parte, afirma que antes de que se celebre la subasta, la entidad administradora (OMIE) debe proponer a la Secretaría de Estado de Energía los criterios por los que la subasta podría aplazarse. Para el regulador, también se debería evitar que las empresas que resulten asignatarias deban presentar garantías (efectivo, avales y seguros de caución) por duplicado. Concretamente, señala que este supuesto afectará a las empresas que se adjudiquen alguno de los bloques subastados porque deberán presentar una serie de garantías antes de participar en la subasta (garantías de participación), y otras posteriormente, cuando se inscriban en el registro empresas de régimen retributivo específico.

En cuanto a la resolución que establece la convocatoria de la próxima subasta de renovables, la CNMC propone como principal recomendación que no se establezcan límites a los descuentos (valores máximos del porcentaje de reducción) que las empresas renovables ofrecerán en su puja con respecto al valor estándar que ofrece el Ministerio. Todo ello, con el fin de que «no se reduzca la presión competitiva en la subasta, y de no restringir la horquilla de descuentos dentro de la cual las ofertas pueden ordenarse sin necesidad de recurrir a criterios de desempate más discutibles». Finalmente, la CNMC subraya que desconoce la propuesta de anexo confidencial.

La energía eólica ahorró 1,43 euros al mes a cada consumidor doméstico de luz en 2016, según la patronal AEE

Europa Press.- La energía eólica ahorró 1,43 euros mensuales a cada consumidor doméstico de electricidad, así como 1.595 euros mensuales a cada consumidor industrial en 2016, según cálculos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Los 23.000 megavatios (MW) eólicos instalados en España desplazan tecnologías más caras con coste de combustible como el carbón y el gas, y contribuyen a deprimir el precio del mercado mayorista. En paralelo, la eólica recibe unos incentivos que se cargan sobre la parte regulada del recibo eléctrico.

AEE tiene en cuenta ambos aspectos e indica que en 2016 un consumidor doméstico medio, con un consumo de 2.430 kilovatios hora (kWh) anuales, habrá contribuido con 0,82 céntimos de euro por kWh a través de la tarifa de acceso a los incentivos a la eólica, que ascienden al 7,3% de la misma. Sin embargo, en la parte de su factura que corresponde al término de energía, obtuvo un ahorro de 1,52 céntimos de euro por kWh gracias a la eólica, Sin este ahorro el término de energía le habría costado 6,81 céntimos por kWh, en vez de 5,29 céntimos por kWh, un 28,7% más.

Un consumidor industrial medio, con 1.500 MWh al año de consumo, habrá pagado 0,25 céntimos de euro por kWh en 2016 para incentivar a la eólica y se habrá ahorrado 1,52 céntimos de euro por kWh por el efecto reductor de esta tecnología en el pool. De no haber sido por la eólica, el término de energía le habría costado 6,32 céntimos por kWh, en vez de 4,8 céntimos, un 31,6% más, indica la organización.

«La diferencia entre lo que paga un consumidor doméstico y un industrial en incentivo a la eólica se debe a que el reparto de la carga de cubrir los costes regulados del sistema eléctrico recae mayoritariamente en los consumidores domésticos y en menor medida en los industriales. Sin embargo, son éstos últimos los que más se benefician del efecto reductor de la eólica sobre el precio del mercado eléctrico», afirma.

5.700 MW eólicos pueden participar ya en los servicios de ajuste del sistema eléctrico

Europa Press.– Un total de 5.700 megavatios (MW) eólicos, el 25% del total de la potencia eólica instalada, se han unido ya a las tecnologías convencionales en los conocidos como mercados y servicios de ajuste, que son gestionados por REE y garantizan la seguridad de suministro, según indicó la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

Hace un año se permitió a las renovables participar en los mercados de balance, diseñados para que la generación eléctrica se adapte en todo momento a la demanda y el sistema eléctrico esté siempre equilibrado, de manera que se garantice la seguridad de suministro. Estos son los conocidos como servicios o mercados de ajuste, en los que las empresas cobran por su participación. Alrededor de la mitad de los 23.000 MW de potencia instalada eólica que hay en el sistema eléctrico peninsular ha solicitado realizar las pruebas de habilitación para poder hacerlo, según la AEE, que añade que Acciona, EDPR, Enel Green Power España, Gas Natural Fenosa, Iberdrola, RWE Innogy y Viesgo Renovables están participando «con éxito» en estos servicios.

La patronal destaca que, aunque no es posible atribuirlo a la presencia de la eólica, lo cierto es que los costes de los servicios de ajuste en los que participa «se han reducido considerablemente en 2016». En el caso de la regulación terciaria, que tiene por objeto resolver los desvíos entre generación y consumo y restituir la reserva de regulación secundaria utilizada, el precio medio ponderado del servicio de energía a subir descendió un 21% y el de energía a bajar, un 22%, añade la AEE. En el caso de la gestión de desvíos, el precio medio ponderado del servicio de energía a subir disminuyó un 23% y el de energía a bajar, un 21%.

Energía espera una reducción del 80% de los incentivos a las renovables en la próxima subasta

Servimedia / Europa Press.-El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital espera que el resultado de la subasta de renovables que pretende llevar a cabo durante el primer semestre de 2017 suponga una reducción de un 80% de los incentivos en relación con las llevadas a cabo en años anteriores. Así lo explicó el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, que indicó que las ayudas que se adjudicarán en la subasta serán “5 veces inferiores a las realizadas en el pasado”.

Aunque Navia ve «posible» que se tengan que remunerar algunas de las inversiones que se adjudiquen en la subasta, que será de hasta 3.000 megavatios, subrayó que habrá una reducción «muy sustancial» de los costes. En cuanto a la subasta, destacó también que «somos totalmente agnósticos con respecto a la tecnología», por lo que indicó que «vamos a dirimir qué tecnología resulta más eficiente para el sistema» en una subasta tecnológicamente neutra. Navia señaló que la subvención a las renovables está «bajando mucho y bajará más» y que se debe buscar ser eficientes, consiguiendo el objetivo de un sistema energético «sostenible al menor coste posible».

Por otro lado, destacó que con 3.000 megavatios «somos muy ambiciosos de partida», ya que, según recordó, supone un incremento del 10% de la potencia renovable instalada hasta ahora, «un paso muy importante» para alcanzar el objetivo del 20% de renovables en 2020. Por último, señaló que la actual situación de costes de las energías renovables podría permitir replantear los objetivos fijados hasta ahora, ya que «son competitivas en costes con las tradicionales«. Asimismo, apuntó que el desarrollo de las interconexiones europeas permitirá también incrementar la aportación de este tipo de fuentes de generación eléctrica.

Navia señaló que España, que actualmente cuenta con un peso renovable del 15,6%, está «en condiciones más que razonables» de cumplir ese objetivo para 2020, ya que cuenta con un «porcentaje superior al de otro países». Asimismo, destacó que hay «un proceso de disrupción» en el sector energético. «Es positivo que lleguemos a una situación en la que sea el mercado el que vaya primando a las tecnologías, que vaya definiendo donde deben realizarse los esfuerzos y es la forma lógica de dirimir esta competición. Dejar jugar al mercado», sentenció.

Las asociaciones renovables piden cambios

Por su parte, las principales asociaciones empresariales del sector de las renovables, que son APPA, la fotovoltaica UNEF, la eólica AEE y la termosolar Protermosolar, así como la Fundación Renovables, coinciden en reclamar a Energía mejoras en el sistema de subastas de renovables. Las asociaciones coinciden en la necesidad de un sistema de subastas adecuado que impulse la transición energética.

El director general de APPA, José María González Moya, aludió a la importancia de «establecer un calendario de subastas con proyectos reales, evitando los errores de la última convocatoria, y de un sistema no marginalista en el que estén todas las tecnologías y no enfrentarlas entre sí». El director general de UNEF, José Donoso, también defendió la necesidad de una senda de transición energética hasta 2050 con integración de renovables. «Para las subastas, recuperar la seguridad jurídica es fundamental», añadió.

El director general de la AEE, Juan Virgilio Márquez, indicó por su parte que «la subasta no es un fin, sino una herramienta que puede y debe servir como primer paso para la transición energética». La puja debe servir para «fomentar la inversión, el desarrollo industrial y potenciar los recursos renovables«, añadió. Para el secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, «el Gobierno quiere ahora salvar el parche de los objetivos 2020, pero no plantea un modelo de transición energética», por lo que «es totalmente irresponsable».

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, señaló que «el modelo energético debe estar basado en renovables y las subastas son un buen procedimiento para su incorporación y para fijar el precio de forma eficiente y competitiva«. En todo caso, destacó la importancia de contemplar otros elementos además del precio ofertado, como favorecer el cumplimiento de la planificación, su papel en la gestión del sistema, la diversificación de agentes, la cercanía al consumidor y apoyar el cierre de instalaciones no sostenibles.

La potencia eólica aumentó en apenas 38 MW en 2016, el 84% de ellos coletazos de registros pendientes, según AEE

Redacción / Agencias.- La potencia eólica registró un incremento a lo largo de 2016 de apenas 38 megavatios (MW), de los que el 84% procede de «coletazos del antiguo registro de preasignación», según indicó la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Concretamente, durante el año se instalaron en Castilla y León 32 MW que tenían que estar disponibles antes y que se encontraban bloqueados por problemas ajenos a los promotores, según AEE, que utiliza para sus cálculos el criterio de acta de puesta en servicio.

La potencia del año se completa con 4,6 MW procedentes de los primeros proyectos del cupo canario y 2,1 MW de una repotenciación en Galicia. Con la nueva potencia de 2016, España arranca el año con un total de 23.026 MW eólicos instalados, aumentando en consecuencia un 0,1%. Para la AEE, estas cifras demuestran que «continúa la parálisis en la que se encuentra sumido el mercado nacional desde que entró en vigor la reforma energética».

En los últimos tres años, desde el cambio retributivo a las renovables, sólo se instalaron en el país 65 MW eólicos, frente a los 2.334 MW del trienio anterior. Según la patronal eólica, “esta parálisis” ha obligado a los fabricantes de aerogeneradores y componentes presentes en España a exportar prácticamente el 100% de su producción, “lo que complica su permanencia en España”. Según la Planificación Energética para el periodo 2015-2020, el Gobierno considera que España necesita 8.500 MW renovables para cumplir con los objetivos europeos de renovables en 2020, de los que 6.400 MW, o el 75%, deberían ser eólicos.

La AEE sostiene que, si en España no hubiese 23.000 MW eólicos que proporcionan energía limpia y autóctona a los consumidores, en 2016 el precio del mercado eléctrico habría sido 15,26 euros por megavatio hora (MWh) más alto, o un 28% superior. En el año, la eólica generó 47.721 GWh, una cantidad muy similar a la de 2015, y abasteció de electricidad al 18,4% de los españoles, según datos provisionales del operador del sistema, REE.

La atención está ahora puesta en la subasta de 3.000 MW renovables anunciada por el Gobierno. «Si estuviese bien orientada, podría poner fin a la parálisis de las inversiones renovables desde la moratoria verde«, por lo que el diseño de la puja será «clave», indica la patronal eólica. La asociación aboga por un sistema de subastas que encuentre el equilibrio entre fomentar la energía barata y sin emisiones, y el fomento del tejido industrial español.

Para ello, AEE reclama cupos diferenciados por tecnología, de modo que las empresas tuviesen visibilidad y pudiesen tomar decisiones en consecuencia. Además, la patronal considera que es necesario resolver algunos aspectos de la reforma energética, como que la rentabilidad razonable de los proyectos pueda ser modificada cada 6 años. «También es necesario eliminar los límites de la senda de precios de mercado prevista que impiden que se alcance la rentabilidad que garantiza la ley», indica.