Entradas

Una apuesta decidida por la biomasa permitiría llegar en 2021 a beneficios para España de 2.150 millones y 12.596 empleos

EFE / Europa Press. – Una apuesta más decidida por la biomasa, en un escenario con un rediseño del sistema de incentivos para el sector, permitiría alcanzar en el horizonte de 2021 unos beneficios de esta tecnología para España de casi 2.150 millones de euros, según el informe ‘Balance socioeconómico de las Biomasas en España’ elaborado por la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI) para Unión por la Biomasa.

El presidente de APPA Biomasa, Jordi Aguiló, ha subrayado que es necesario transmitir al Gobierno que invertir en esta fuente de energía «no le cuesta dinero» al país, sino que un incremento de 173 millones en el marco retributivo supondría que la biomasa aumentaría el balance positivo en 824 millones en el período 2016-2021.

Según este informe, un nuevo diseño de incentivos podría llegar a crear 12.596 puestos de trabajo adicionales, lo que permitiría alcanzar los 45.541 empleos, derivados tanto de la operación y mantenimiento de las plantas como de la construcción de nueva potencia.

Ese escenario de evolución de la biomasa en España, basado en los objetivos del Plan de Acción de Energías Renovables 2011-2020, implicaría instalar 550 megavatios (MW) de biomasa eléctrica y, además, biomasa térmica por un volumen de 800 toneladas equivalentes de petróleo (ktep), lo que exigiría una inversión de 1.623 millones.

Aguiló ha destacado que el mercado de producción energética no puede basarse en criterios «exclusivamente» de coste marginal de producción, puesto que es «fundamental» no confundir el ‘valor’ con el ‘precio’.

Por otra parte, ha afirmado que, si se decide continuar con el sistema de subastas, su diseño debería orientarse hacia un modelo de diferenciación por tecnologías para permitir el desarrollo de instalaciones de biomasa, biogás y fracción orgánica de residuos municipales (FORM).

 

Medidas para fomentar la biomasa

Para alcanzar estos objetivos, el sector considera que la apuesta por la biomasa en España «no debe demorarse más» y deben implementarse políticas que permitan su «despegue».

Entre estas medidas, destaca el establecimiento «con urgencia» de un marco normativo específico que, adicionalmente a la consideración de energía renovable, reconozca las singulares aportaciones sociales, económicas y medioambientales que esta energía limpia genera en los sectores agrícola, ganadero y forestal, en especial su singular capacidad de creación de empleo y los ahorros que induce en compra de emisiones difusas de GEI y en prevención de incendios forestales.

Otra razón la dio Aguiló, cuando consideró «esencial» no confundir el coste de producción con el precio y subrayó el papel que podría jugar la biomasa para «sustituir a las centrales térmicas de carbón, que son grandes emisoras de CO2».

También, el sector cree que debe permitirse que las instalaciones que ya están en funcionamiento de biomasa, que puede ser un valor coadyuvante «clave» para la transición energética al contar con un balance neutro de CO2, produzcan el número de horas máximo para el que fueron dimensionadas (más de 8.000 horas/año), para lo cual debería mantenerse la percepción de retribución a la operación (Ro) a partir de las 6.500 horas.

A este respecto, la gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), Patricia Gómez, pidió al nuevo Gobierno «un mayor apoyo» para usar el recurso que supone la biomasa, para que «pueda generar beneficio y empleo», así como «un nuevo modelo de subastas y un nuevo modelo regulatorio y retributivo».

Mientras, el presidente de Asaja, Pedro Barato, subrayó el «valor añadido de territorio, de empleo o de medioambiente» que supone la biomasa, que representa un abanico de oportunidades profesionales, especialmente en zonas rurales con riesgo de despoblamiento.

La biomasa anualmente contribuye al medioambiente en alrededor de 334 millones de euros, como mínimo, por el CO2 evitado (por sustitución y vertido), así como en 150 millones de euros por el ahorro en prevención y extinción de incendios.

Asimismo, actualmente el sector de la biomasa emplea de manera directa, indirecta e inducida a cerca de 33.000 personas, aportando el 0,28% del PIB español y el 0,9% de los recursos de la Administración General del Estado (AGE).

La biomasa podría aumentar su producción eléctrica un 23% si se eliminaran sus limitaciones regulatorias, según la patronal renovable APPA

Europa Press.- La biomasa podría incrementar un 23% su producción eléctrica si se eliminase la limitación regulatoria de 6.500 horas de funcionamiento al año, según datos de APPA Biomasa. La asociación señala que la biomasa, el biogás y la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (FORSU) son renovables gestionables que pueden generar electricidad las 24 horas, 365 días al año, pudiendo así superar las 8.000 horas de uso anual de las instalaciones.

Por ello, el presidente de APPA Biomasa, Jordi Aguiló, considera que, ante un escenario de cierre de centrales térmicas, «el Gobierno debería reconsiderar la limitación de horas de generación eléctrica con derecho a percibir retribución a la operación», ya que las instalaciones de biomasa tienen capacidad «para aportar gestionabilidad y estabilidad en el sistema, además de poder producir en punta igual que lo hacen las térmicas». Así, la asociación subraya que «la biomasa debe tener un mayor protagonismo» en el mix energético como complemento a la solar y la eólica, «garantizando la transición energética en España sin recurrir a tecnologías fósiles que comprometen los objetivos de descarbonización y de renovables».

Jordi Aguiló es el nuevo presidente de APPA Biomasa hasta 2021 mientras que Javier Díaz seguirá presidiendo la asociación Avebiom

Europa Press.– Javier Díaz ha sido reelegido como presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) para un nuevo mandato de 4 años, por lo que se mantendrá al frente de la asociación hasta el año 2021. Por otro lado, la asamblea general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) ha nombrado al director general de Operaciones de Energía de ENCE Energía y Celulosa, Jordi Aguiló, nuevo presidente de APPA Biomasa para los próximos 4 años.

APPA destacó que esta designación se produce en «un momento crucial» para esta tecnología, «que lucha por volver a tener subastas específicas y poder aportar la energía renovable y gestionable, firme y segura para el sistema eléctrico«.»La biomasa eléctrica puede aportar características fundamentales a nuestro mix renovable como la gestionabilidad con potencia firme. Si tenemos en cuenta los objetivos renovables que se están barajando para 2030, que está muy cerca, debemos impulsar la biomasa de forma decidida, tanto para la generación eléctrica como en sus usos térmicos», aseguró Aguiló.

Javier Díaz seguirá presidiendo Avebiom

Además de la reelección de Javier Díaz, se han incorporado a la nueva junta directiva, formada por 7 miembros: Román Monasterio Larrañaga (Enerlan Solutions), como vicepresidente; así como Diego Lamelas (Calor ERBI) y Roberto Bravo (Naturpellet), como vocales. Repiten Alberto Bodero, como secretario, y Javier Díaz Manteca (Las Pedrajeras) y José Casado Vadillo (Open Smart Rural), como vocales. «Agradezco enormemente la confianza que habéis depositado en esta Junta Directiva; responderemos con trabajo, dedicación e ilusión, pues creo firmemente que nuestro sector seguirá posicionándose como un gran alternativa a los combustibles fósiles, copando cada vez más espacio en el sector energético de nuestro país», aseguró Díaz.

APPA Biomasa reclama 645 MW nuevos de biomasa para cumplir los objetivos de renovables de 2020

Europa Press / Servimedia.- APPA Biomasa considera que no se cumplirán los objetivos de biomasa previstos en 2020 en el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables (PANER) 2011-2020 si no se adjudican 645 megavatios (MW) nuevos de biomasa. En este sentido, la sección de Biomasa de APPA indica que los 200 MW adjudicados en la subasta de enero son «claramente insuficientes» para llegar a los 1.587 MW, que contempla el PANER puesto que actualmente hay 742 MW instalados a los que se sumarían los 200 MW subastados.

De los 1.587 MW, que contempla el Paner, 1.187 MW corresponden a biomasa sólida y 400 MW a biogás. Por otro lado, la Planificación Energética 2015-2020 del Ministerio de Industria prevé la instalación de 8.537 MW renovables nuevos, de los que 275 MW, según el documento, corresponden a biomasa. Para cumplir los objetivos del PANER, la Planificación, en lugar de los 275 MW previstos, debería haber contemplado la instalación de los 645 MW mencionados, de los que 470 MW serían de biomasa sólida y 175 MW de biogás, señala APPA.

En el caso de que las nuevas adjudicaciones se hagan mediante subastas, APPA Biomasa pide al nuevo Gobierno que se corrijan los requisitos de adjudicación de la subasta de enero para evitar resultados «poco realistas» como los que en ella se dieron. «El actual Gobierno desoyó las recomendaciones de los productores, que pedían entre otras cosas que se limitara la participación a empresas de un mismo grupo para impedir que agentes externos al sector de la biomasa pudiesen distorsionar el resultado y se terminaran adjudicando bloques de potencia que, finalmente, pudieran no ser ejecutados», señala.

La asociación considera que el mecanismo de adjudicación finalmente adoptado era «permeable a la especulación y muy excluyente, especialmente para las pequeñas cogeneraciones con biomasa en industrias y las plantas pequeñas y medianas de biomasa, que no podían competir en la subasta debido a las grandes diferencias en economía de escala». Ante esta circunstancia, APPA Biomasa pide un «apoyo sostenido» al sector por los beneficios energéticos, ambientales y sociales que la generación con esta tecnología renovable conlleva. Más concretamente, APPA demanda que las instalaciones de biomasa no tengan límite máximo de producción de 6.500 horas, como no lo tienen las instalaciones de cogeneración, y que se elimine el impuesto del 7% sobre la producción eléctrica.

EWEA cree que la subasta eólica fue «demasiado pequeña» y APPA habla de «distorsión» por los requisitos de la biomasa

Redacción / Europa Press.- Mientras APPA-Biomasa denuncia que Industria «desoyó» sus recomendaciones para corregir los requisitos de la subasta para 200 megavatios (MW) de biomasa, lo que a su juicio terminó por «distorsionar el resultado», la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) ha considerado que la subasta eólica en la que se adjudicaron 500 megavatios (MW) fue «demasiado pequeña» para satisfacer la demanda y cree que España «corre el riesgo» de no cumplir los objetivos de 2020 en renovables.

Asimismo, EWEA critica que la subasta no tuvo una fase de precalificación, fundamental para establecer la viabilidad técnica y financiera de los proyectos. «Sin criterios rigurosos de precalificación, no hay garantías de que los promotores sean capaces de desarrollar los proyectos», añade. Así, el consejero delegado de la patronal europea, Giles Dickson, considera que «por desgracia, esta primera subasta envía las señales equivocadas al mercado«, ya que había demasiados proyectos compitiendo por «demasiada poca potencia».

Consecuentemente, Dickson cree que las subastas bien diseñadas deben incluir requisitos de precalificación para asegurar que los adjudicatarios puedan instalar sus proyectos, ya que, sin ello, «el Gobierno convierte la subasta en una lotería». Para la patronal, el Gobierno «está fallando» en proporcionar a los promotores el grado adecuado de apoyo y sin claridad sobre cuándo tendrá lugar la próxima ronda de subastas, «la industria no tiene suficiente visibilidad para tomar decisiones de inversión futuras».

Denuncia requisitos de la subasta

Por su parte, la sección de biomasa integrada en la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), considera que la subasta «era excluyente, permeable a la especulación e incluía condiciones poco realistas, que dificultarán que se materializaran los proyectos y conseguir financiación». Por ello, considera que la presión sobre ciertas empresas las ha empujado a entrar en esta subasta a «cualquier precio y ofertar reducciones del 100% sobre la retribución a la inversión de salida».

Asimismo, pide a Industria «un apoyo sostenido al sector» y que no se límite a subastar potencia «esporádicamente», sino que se establezcan subastas periódicas, que permitan alcanzar el objetivo a 2020 de 1.350 MW. De no ser así, subraya que no se alcanzará el objetivo previsto para biomasa pues la potencia instalada actualmente no llega a los 800 MW y la subasta, en caso de que se materializasen los proyectos, solo añadiría otros 200 MW.