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Los municipios cercanos a la central nuclear José Cabrera han perdido población tras su cierre en 2006

Europa Press.- Los municipios cercanos a la central nuclear José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara), han perdido población desde el cierre de la planta en 2006, según un estudio sobre el efecto local de la planta encargado por el Movimiento Alternativa a Zorita a la Universidad de Alcalá, que concluye que el cese de la actividad «no ha sido un chollo» para la comarca.

Así lo ha manifestado el gerente de la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (AMAC), Mariano Vila, en alusión al estudio encargado a la universidad por este movimiento, formado por 13 municipios que conforman la Mancomunidad Tajo-Guadiela, sobre la evolución económica y poblacional de esta comarca en comparación con pueblos no nucleares semejantes. La central de Zorita, cerrada desde el 2006, afronta actualmente su fase final de desmantelamiento y, según muchos de los alcaldes de esta comarca con los que coincide Vila, desde entonces el descenso poblacional y económico es un hecho constatable que hace más necesario que nunca dar apoyo a la zona con el fin de que «no muera del todo».

Según Vila, dicho estudio deja claro que los pueblos que no han tenido nunca una nuclear están ahora mejor que aquellos que la tuvieron y ya no la tienen. Para Vila, esto demuestra la teoría que siempre ha tenido AMAC de que «tener una planta nuclear te da unas ventajas cuando la tienes, pero te deja desierto cuando la cierras».

En este sentido, el gerente de AMAC explicó que, a raíz de la implantación de la primera nuclear de España en la comarca de Zorita, muchos de los residentes abandonaron sus actividades tradicionales para irse a trabajar a la planta pero, tras su cierre, ya no retomaron los trabajos que hacían anteriormente, «acabándose la actividad económica clásica» de esta comarca. Por todo ello, para AMAC, este estudio refleja que «es más necesaria que nunca» la participación y colaboración de las administraciones para combatir la pérdida poblacional y económica de esta comarca de la Alcarria, que precisa de una «atención especial».

Desde estos pueblos tienen aún más claro que el «el golpe más fuerte» aún está por llegar, y que se producirá en 2019 o 2020, con la llegada del desmantelamiento total de la planta por parte de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Por ello, el Movimiento Alternativa a Zorita y AMAC confían en que para entonces exista un proyecto nuevo para una comarca en la que, si no se actúa, «morirá», premonición que comparten la mayor parte de los alcaldes de esta zona, tremendamente preocupados por la creciente despoblación que sufren sus pueblos.

Nucleares operando a largo plazo

Por otra parte, las centrales nucleares de Ascó y Vandellós II han recibido una misión internacional para afrontar sus operaciones a largo plazo, según indicó la Asociación Nuclear Ascó – Vandellós II (Anav). El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) promovió la fase preliminar de la Misión Salto que evalúa el estado de las acciones emprendidas en las centrales de Anav para operar las centrales más allá de la vida establecida en el diseño inicial de estas instalaciones y da recomendaciones de mejora de acuerdo a los más altos estándares internacionales de la industria nuclear.

La central nuclear José Cabrera de Zorita cumple 50 años entrando en la recta final de su proceso de desmantelamiento

Europa Press.- La central nuclear José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara), ha cumplido 50 años cuando afronta un momento crucial de su fase final de desmantelamiento, en el que se han superado el 85% de unos trabajos que está previsto que concluyan para el 2020. Con una producción anual de 1.000 millones de kilovatios hora por año, fue la primera planta nuclear construida en España. Después de 38 años de funcionamiento, el 30 de abril de 2006, cerró sus puertas definitivamente.

Según confirmaron desde la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), la demolición convencional de uno de los edificios más emblemáticos de la planta, la cúpula de color anaranjado que identifica a esta planta desde lejos, empezará a mediados de 2019. En el año 2010 la planta fue transferida de la empresa propietaria Gas Natural Fenosa, actualmente denominada Naturgy, a la empresa pública ENRESA, que desde entonces se hace cargo del desmantelamiento, el primero completo que se produce en España de forma programada y con corte de piezas radiológicas bajo agua.

La construcción de esta instalación comenzó en julio de 1965, duró 3 años y costó 2.000 millones de pesetas; fue inaugurada por el dictador Francisco Franco el 12 de diciembre de 1968. En este proceso de desmantelamiento se van a gestionar un total de 104.000 toneladas de materiales. Los residuos radiactivos de baja y media actividad están siendo enviados a El Cabril, en Córdoba, mientras que el combustible gastado de la planta permanece en el Almacén Individualizado Temporal (ATI) que hay en la propia planta.

Razones burocráticas pero también del propio proceso de descontaminación han influido en que el desmantelamiento, inicialmente previsto para 2016, haya sufrido varias demoras. También el presupuesto inicial de estos trabajos ascendía a 135 millones de euros, una cifra que se ha elevado ahora a 160 millones de euros según el propio director del Desmantelamiento de Zorita, Manuel Ondaro. Cuando estén concluidos todos los trabajos, ENRESA devolverá de nuevo el emplazamiento a Naturgy para futuros usos.

El PP denuncia que Sánchez condena a la Alcarria a ser cementerio nuclear por los ATIs de Trillo y Zorita

EFE.- La diputada nacional del PP por Guadalajara, Silvia Valmaña, ha asegurado que los presidente de los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha, Pedro Sánchez y Emiliano García-Page «condenan a La Alcarria a convertirse en un cementerio nuclear al paralizar el ATC».

En este sentido, Valmaña ha criticado decisiones «están perjudicando claramente los intereses de la provincia de Guadalajara», como la paralización por parte del Gobierno de España de la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares de Villar de Cañas (Cuenca), donde se guardarían los residuos radiactivos de alta actividad procedentes de todas las nucleares españolas.

«La paralización de esa instalación condena a la comarca de la Alcarria de Guadalajara a convertirse en un cementerio nuclear con dos Almacenes Temporales Invidualizados (ATI) en Trillo y Almonacid de Zorita, junto a la central José Cabrera actualmente en su última fase de desmantelamiento», ha afirmado Valmaña.

Asimismo, ha apuntado que la paralización del ATC «ha supuesto también la paralización de un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la seguridad del almacén de residuos de Villar de Cañas, que ya estaba elaborado al 98%».

«Han sido 43.000 horas de trabajo que se han dilapidado. Se ha dilapidado el dinero de todos los españoles, exclusivamente por la conveniencia de Page y de Sánchez, para pagar los peajes radicales de los que los dos son tributarios por su pacto de sillones» ha lamentado la parlamentaria popular.

También se ha referido a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), que anula el acuerdo del Gobierno autonómico por el que se ampliaba la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de la laguna de El Hito y afectaba a la zona donde estaba previsto construir el almacén nuclear.

«En esa sentencia, el Tribunal de Albacete apunta que la Junta de Page ha actuado arbitrariamente, e incluso deja entrever que ha sido todo un intento de poner trabas a una competencia asumida por el Estado», ha señalado Valmaña.

La nuclear José Cabrera de Zorita entra en la fase de descontaminación de suelos: se removerán 18.000 toneladas de tierra

Europa Press.- La central nuclear José Cabrera de Almonacid de Zorita (Guadalajara) entra en la fase de descontaminación y desclasificación de edificios y terrenos, para lo que comenzará a remover hasta 18.000 toneladas de tierra al fin de limpiar los suelos de posible radiación, según indicó la empresa pública de gestión de residuos radiactivos Enresa, que asegura que el desmantelamiento ya se ejecutó en un 83% y culminará en 2019, lo que supone 3 años de retraso.

La denominada planta de lavado será la protagonista de esta nueva fase, que ya tiene todos los parámetros de funcionamiento ajustados y los niveles máximos de contaminación admisible definidos, según fuentes de Enresa. Este método de descontaminación concentra los contaminantes en un volumen mucho menor que deberá ser gestionado como residuo destinado al centro de almacenamiento de residuos de baja y media intensidad de El Cabril (Córdoba), mientras que el resto del material, una vez limpio y desclasificado radiológicamente, se podrá gestionar como material convencional.

Según Enresa, la planta de lavado estará en funcionamiento durante dos años, a medida que vayan avanzando los trabajos de demolición de los diferentes edificios de la instalación, hasta que el proceso completo culmine a finales del año 2019, según las previsiones de la entidad, lo que supondrá 3 años de retraso de acuerdo con la programación teórica del proyecto. En este sentido, Enresa ha explicado que los retrasos en las diferentes autorizaciones así como la previsión «más lenta de lo previsto» en esta nueva fase, como el «grado de penetración de la contaminación», han obligado a reprogramar la finalización.

170 millones de euros presupuestados

Desde que Enresa asumiera la titularidad de la central para su desmantelamiento, las diferentes fases han pasado por la segmentación de componentes internos del reactor; la carga de residuos de alta actividad que han sido depositados en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la propia central junto a los 12 contenedores del combustible gastado. Después, Enresa llevó a cabo la fase de segmentación de la vasija del reactor y el desmontaje del circuito primario; por último, la retirada del blindaje biológico del reactor de Zorita, para lo que fue necesario usar hilo de diamante al fin de segmentar el blindaje.

En cuanto al presupuesto del proyecto de desmantelamiento, fue estimado en 170 millones de euros en 2003, de los que ya se han invertido 159. Además, los costes de explotación asociados al desmantelamiento incluyendo costes de personal, impuestos y tasas, vigilancia y mantenimiento de instalaciones han ascendido hasta ahora a 88 millones de euros. Zorita fue la primera central nuclear en ponerse a funcionar en España y ahora es la primera inmersa en un proceso de desmantelamiento completo, donde están trabajando 200 personas, 11 en plantilla de Enresa y 189 subcontratadas. La próxima central nuclear en comenzar un proceso de desmantelamiento será la de Garoña (Burgos), para lo que Enresa ya ha solicitado la autorización.

La central nuclear de José Cabrera (Guadalajara) hace su simulacro anual con un incendio de residuos radioactivos en su ATI

Europa Press / EFE.- La central nuclear de José Cabrera, situada en el término municipal de Almonacid de Zorita (Guadalajara) y la primera que se construyó en España, ha realizado el preceptivo simulacro anual por el que practicaron la respuesta ante un incendio ocurrido en las proximidades del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de residuos radiactivos dentro de la central.

Este simulacro de emergencia, establecido en su Plan de Emergencia Interior con la participación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), comenzó a raíz de la notificación del simulado incendio con una prealerta de emergencia, según explicó el CSN. La actuación del CSN se desarrolló tanto desde la Sala de Emergencias (SALEM) como desde la central, realizando el seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad. Además, se simuló la pérdida de suministro eléctrico exterior y el fallo del generador diesel de emergencia, en cuyas tareas de mantenimiento ha resultado herido un trabajador, evacuado en helicóptero al hospital de Guadalajara.

Ante el supuesto incendio que podría haber llegado a afectar a los contenedores de residuos radiactivos del ATI, se ha declarado la alerta de emergencia y el CSN ha recomendado al Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Plan de Emergencia Nuclear de Guadalajara (PENGUA) el control de accesos en el entorno de la central nuclear. Además, el CSN ha simulado la activación de su unidad de apoyo a la intervención radiológica, que se ha dirigido a los controles de accesos para coordinar la actuación de los técnicos de las Unidades Técnicas de Protección Radiológica (UTPR).

Por otro lado, las mediciones ambientales que se han llevado a cabo con equipos portátiles han descartado la liberación de radiactividad. El CSN ha mantenido activada la Sala de Emergencias (Salem) y su equipo de retén, tal y como establece el modo 1 de la Organización de Respuesta de Emergencia (ORE). Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

La central nuclear José Cabrera simula en su ejercicio anual una «alerta de emergencia» de categoría II

Europa Press / EFE.- La central nuclear de José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara), realizó su preceptivo simulacro anual de emergencia, en el que se simuló un incendio de 10 minutos en su almacén de residuos, lo que provocó la declaración de una «alerta de emergencia» que alcanzó la categoría II.

De haberse producido en la realidad esta situación, el suceso habría sido calificado con un nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), lo que significa un incidente en el que se produjeron fallos importantes en las normas de seguridad y contaminación importante o exposición de los trabajadores. El simulacro anual es preceptivo, dentro del plan de emergencia interior en el que ha participado el regulador CSN, tanto desde la Sala de Emergencias (SALEM) como desde la central.

El ejercicio comenzó cuando el titular de la instalación, que se encuentra en proceso de desmantelamiento, notificó al CSN una «prealerta de emergencia» provocada por un incendio superior a 10 minutos producido en el almacén de residuos radiactivos. Durante el ejercicio, se ha simulado también la detección de niveles de contaminación ambiental en el almacén de residuos radiactivos incendiado superiores a los valores habituales por lo que el titular ha llegado a declarar la «alerta de emergencia» en el emplazamiento.

A continuación, la Red de Vigilancia Radiológica Ambiental del titular ha registrado valores normales de radiactividad en los alrededores de la planta. Ante esta situación el titular llegó a declarar la categoría II, Alerta de Emergencia de su Plan de Emergencia Interior y, por su parte el CSN ha mantenido activada la Sala de Emergencias (Salem) y su equipo de retén, tal y como establece el modo 1 de la Organización de Respuesta de Emergencia.