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Endesa diseña para Ascer sistemas de recuperación de calor con hasta un 20% de ahorro en consumo

Servimedia / Europa Press.- Endesa desarrolló para las empresas azulejeras, representadas por la Asociación de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), sistemas de recuperación de calor que aprovechan la energía térmica que se pierde en la etapa de cocción en el horno; unos sistemas a través de los que se pueden lograr ahorros significativos de hasta un 20% en el consumo, lo que se traduce en una reducción del coste de la factura de hasta 400.000 euros anuales en algunos casos.

El sector cerámico es intensivo en el consumo de energía, principalmente de gas natural como combustible. Los costes energéticos pueden alcanzar el 30% del total de los costes de producción de estas empresas. La recuperación de calor diseñada por Endesa para el sector cerámico es un sistema que permite reducir la factura energética, no interfiere en el proceso de producción industrial y reduce las emisiones de CO2 hasta un 20%.

Esta propuesta ya fue puesta en práctica por varias empresas del sector cerámico: una empresa registró un ahorro anual de unos 7.500 megavatios hora (MWh). En los últimos años, Endesa desarrolló para la industria cerámica una quincena de proyectos de recuperación de calor, que registran rentabilidad al cabo de entre 2 y 3,5 años, así como soluciones de recuperación de calor residual para industrias atomizadoras y de fabricación de esmaltes.

Endesa ofrece a los asociados de Ascer una propuesta de valor añadido que pasa por una asesoría inicial en la que, previa toma y registro de datos, se analizan de forma personalizada las mejores soluciones para añadir valor a la empresa y a su proceso industrial. Una vez se identifican las opciones, se diseña y ejecuta el proyecto bajo la modalidad de llave en mano, verificando su funcionamiento y garantizando no sólo el mantenimiento del mismo, sino también los ahorros.

La energética también gestiona las ayudas y tramita las subvenciones, como los planes de fomento y competitividad industrial, que ofrecen financiación de hasta el 75%, o el programa del IDAE de ayudas al sector empresarial, que ofrece subvenciones de hasta el 20%. Por su parte, Ascer representa a más del 95% de la producción cerámica española. El sector fabricante de azulejos y pavimentos cerámicos en España, que es el primer productor europeo y el segundo exportador mundial en volumen, da empleo directo a 14.400 trabajadores.

España incrementará hasta un 83% sus emisiones contaminantes en 2033 si no pone en marcha más medidas, según un estudio de PwC

Así lo indica un estudio titulado ‘El Cambio Climático en España, 2033: Hacia una economía baja en carbono’ elaborado por PwC junto con la Escuela de Organización Industrial (EOI) que contempla los niveles probables de emisiones en el país en un hipotético escenario de inacción, en uno en el que se cumplieran las medidas ya adoptadas y en otro en el que el desarrollo y la innovación «sustentaran el modelo económico del país».

Así, mientras que en el primer escenario se incrementaría la emisión de gases contaminantes desde el territorio, en consonancia con el incremento producido entre 1990 y 2012, en el tercero de ellos podría reducirse entre un 7% y un 17%, según han explicado.

En todo caso, si las medidas planificadas en la actualidad se implantasen en su totalidad, el incremento de las emisiones de aquí a 2033 se limitaría a un porcentaje de entre un 4% y un 16%, según indica el documento.

Los responsables del estudio han subrayado que los objetivos europeos de cara a los próximos años apuestan por lograr una reducción de las emisiones de un 20% en 2020 y de un 40% en 2033. En el caso de España, este compromiso se limita a una reducción del 10% en los «sectores difusos» respecto a las cifras de 2005, mientras que los porcentajes a lograr en 2030 aún no han sido definido.

En la actualidad, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la industria energética (36,5%) y del Transporte (29,10%).

La industria manufacturera y la construcción, a su vez, envían un 17,1% de estos gases a la atmósfera y otros sectores alcanzan el 15,1 de esta cuota, seguidos de las «emisiones fugitivas», que representan el 1,7%.

Para hacer frente a los actuales volúmenes de emisiones, los autores del estudio han subrayado la necesidad de que España realice una apuesta por «una generación eléctrica con menos menores emisiones», para lo que ha apuntado que las energías renovables y la generación hidráulica deberían cubrir el 40% de la demanda.

Igualmente, subraya la importancia de inversión en innovación y desarrollo tecnológico en todos los sectores y, en particular, en el de transportes, y que se produzca en paralelo con un proceso de «cambio de costumbres» de los ciudadanos para permitir el ahorro energético.

«Para paliar el impacto de estas consecuencias, la España del año 2033 deberá haber mejorado en el conocimiento sobre la vulnerabilidad de los diferentes sectores y en la puesta en marcha de políticas de adaptación proactivas en todos ellos. Será importante haber trabajado con marcos de colaboración público-privados, donde sea más fácil la transversalización de las medidas de adaptación«.

Las organizaciones han advertido de los efectos que un eventual cambio climático podría traer sobre España, y entre que se traducirían en un incremento de la temperatura, mayor frecuencia e intensidad de olas de calor y de variaciones entre las temperaturas máximas y mínimas, así como del número de días y noches cálidas. «También se espera que aumenten los períodos secos y la frecuencia de las precipitaciones intensas», han asegurado.

Para frenarlo, han reclamado la colaboración de administraciones públicas y empresas para que realicen un «mayor esfuerzo» en materia de innovación y desarrollo tecnológico para reducir los niveles de emisiones.

En el caso de las administraciones, ha urgido a crear un marco normativo que incentive las actividades de innovación en este ámbito y que se amplíen tanto el apoyo por parte de estas instituciones a dichas actividades como las herramientas fiscales y la financiación para hacer frente a este reto.

Para las empresas, el documento señala la necesidad de que los riesgos climáticos estén presentes y sean tenidos en cuenta a la hora de tomar las decisiones de gobierno, así como medir la «huella de carbono» de las empresas (el impacto de la propia actividad empresarial sobre la atmósfera y el medio ambiente) a lo largo de toda la cadena de valor y que se desarrollen sistemas «sólidos» en este ámbito en los equipos directivos para fomentar la transparencia y la rendición de cuentas.

«La integración de prácticas comprometidas con el cambio climático por parte de las empresas será un aspecto cada vez más importante dentro de las expectativas de los clientes, empleados y especialmente de los inversores», han asegurado.