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La versión Goldman Sachs (II)

En un país en el que la electricidad ha caído en las fauces de la política politizada, puede sorprender a primera vista la consideración de Goldman Sachs de que la actividad eléctrica debe ser valorada de forma económico-financiera por los accionistas que son, en realidad, los propietarios de las empresas. Ante una posición tan pueril es preciso subrayar que estamos en un mundo globalizado dónde los flujos de capital se mueven de forma muy rápida y no se someten a los intereses partidistas o electorales de un país en concreto.

Eso exige una política definida en materia económica, energética, medioambiental y fiscal; habilidades de negociación, disponer de una regulación predecible, de seguridad jurídica y estabilidad regulatoria. Se comprende que quienes ejercen responsabilidades de Gobierno conocen e incorporan esas reglas del juego, lo asumen dentro de su comportamiento como una coordenada a tener en cuenta y, si la traspasan, se entiende que es de forma deliberada.

Es un informerevelador” del modelo de política que el Ejecutivo plantea para el sector eléctrico y de la visión inversora de sus responsables, orientada a la reducción de precios sin revisar la composición de la tarifa, sin limpiarla de componentes (cuña gubernamental) que aumentan sus costes y que deberían ser tratados de otra forma. En consecuencia, sigue existiendo un modelo en que se habilitan mecanismos discrecionales y de dudoso encaje en la tarifa que presionan al alza los precios y que se combinan con la pretensión electoralista de una tarifa forzada a la baja fruto de una politización de la electricidad que no cesa.

¿Cómo se resuelve este sudoku en esta revisión regulatoria prevista? Rebajando los componentes regulados vía exprimir sus resquicios legales, lo que seguramente nos atrapará en un nuevo proceso de judicialización, e incorporando nueva potencia renovable para aumentar la oferta de generación y bajar el componente de los precios de mercado de generación, tratando de cumplir al límite los compromisos con Europa del 20-20-20 antes que con un proceso planificado de descarbonización o de transición energética.

Una vez descontado el efecto del anuncio y de su instrumentación legal sobre las compañías y los accionistas de las empresas, queda el propio Ministerio de Energía. Seguramente perciban el origen y las causas de esta tormenta con un cierto grado de indiferencia, más allá de las lecturas resultantes sobre la Administración energética española y de que se trate de una fórmula adicional para instigar a las compañías hacia la desinversión y la internacionalización empresarial. O a lo mejor no es así, siquiera. Lo que si nos confirma es que, menos en el sector energético, las empresas e inversores internacionales son una coartada necesaria para la argumentación y comunicación política.

La versión Goldman Sachs (I)

La difusión del informe de Goldman Sachs y sus efectos sobre la cotización de los valores cotizados del sector eléctrico español ocasionó que el final de la semana pasada fuese negro desde el punto de vista bursátil para el sector. En el informe se ponen números y cifras según la exposición de cada compañía a las actividades reguladas afectadas por la revisión retributiva que el Gobierno pretende aplicar en 2019. Un set-ball en toda regla.

Se dice difusión, más que filtración, por el hecho de que estas entidades financieras, a la hora de emitir sus informes y recomendaciones, tienen mecanismos de información muy profundos y sofisticados respecto de las consultas y la información que obtienen de los países y de los sectores económicos. Se dice que los mercados tienen información perfecta y, por ello, la procuran encontrar, desmenuzar y analizar. Asimismo, por otra parte, la noticia de que el Gobierno está preparando la reducción de la retribución de los activos regulados ya era generalizada y de dominio público en el sector desde antes del verano.

Esta intención ya fue anunciada en foros privados y semipúblicos por el secretario de Estado, incluso por el propio ministro, y se confirma con la reunión a la que alude el propio informe. También cuenta el silencio administrativo para no precisar el cambio normativo que evite la instrumentación efectiva de una reducción retributiva calculada según la situación del bono español. Con la calculadora en la mano: un 40% menos de rentabilidad que afectará más a las compañías más expuestas en el mercado español y a estas actividades reguladas. Era cuestión de tiempo que esta información llegase a los mercados. No puede sorprender en exceso ni su difusión, ni sus efectos.

Por otra parte, su efecto económico-financiero-bursátil ha sorprendido a quienes consideran que la electricidad en nuestro país es una cuestión que se determina (o se debe determinar) en la acción política de los Gobiernos, más que en un modelo de gobernanza empresarial, de mercado y de acción del Estado complementaria, que establece una regulación previsible y estable, acompañada de sus consiguientes mecanismos de inspección, control y supervisión. Una visión tremendamente esquemática, aplicada a un sector que requiere fuertes inversiones a largo plazo, en la que la política puede decidir “lo que sea” y lo que está escrito en la ley se aplica, con independencia de su lógica empresarial y la de los mercados de capitales.

La visión de que la política todo lo puede está instalada en el pensamiento intervencionista español que comparte el origen retroprogresivo en todos los signos políticos. En ese modelo, las compañías y sus propietarios deben aceptar los designios de la política y deben convertirse en brazos articulados de la acción política, sin tener en cuenta las alternativas que se presentan en el mercado de capitales, por otra parte, muy competitivo. Esta cuestión es sustantiva porque su asunción lleva a un error de perspectiva muy relevante, el de la politización de la actividad del suministro eléctrico.

Iberdrola nombra al chileno Mario José Ruiz-Tagle nuevo director presidente de la brasileña Neoenergia, la mayor eléctrica de América Latina

EFE.- El chileno Mario José Ruiz-Tagle Larrain fue nombrado por unanimidad director presidente de Neoenergía, el gigante eléctrico resultado de la fusión con Elektro y controlado por la española Iberdrola, según anuncio la compañía. En virtud de su nuevo cargo, Ruiz-Tagle renunció a la presidencia del Consejo de Administración, aunque permaneció como miembro titular del mismo. «La próxima Asamblea General de Accionistas de la compañía elegirá al nuevo presidente del Consejo de Administración», añadió la eléctrica.

Graduado en Derecho por la Universidad Diego Portales en 1990, Ruiz-Tagle Larrain (Santiago de Chile, 1965), ha ocupado el cargo de director presidente del grupo Iberdrola para Suramérica y consejero de empresas como Neoenergia, Coelba, Celpe, Cosern, entre otras. En 2001 realizó un posgraduado en Administración de Empresas en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Anteriormente, fue director de las empresas Madera Cóndor y Florestal Comaco y ocupó los cargos de director presidente de la Sociedad Iberoamericana de Energía (IBENER, Chile) y consejero de las empresas Sociedad Inversora Eléctrica Andina y la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (ESSAL).

Las compañías Neoenergia y Elektro, ambas participadas por Iberdrola, «consumaron» su fusión en agosto para dar lugar a la mayor eléctrica de Latinoamérica por número de clientes. Tras la integración de Elektro en Neoenergia, los estatales Banco do Brasil y Caixa de Previdência serán titulares de aproximadamente el 9,35% y el 38,21%, respectivamente, del capital de la nueva Neoenergia, de la que Iberdrola Energía controla el 52,45%. Si se agregan las cifras correspondientes al ejercicio 2016 de Elektro y Neoenergia, la compañía habría generado unos ingresos de alrededor de 9.000 millones de dólares y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 1.060 millones de dólares.

Enel Chile pretende absorber los activos en el país de la filial renovable Enel Green Power

EFE.– Enel Chile, controlada por la trasnacional italiana del mismo nombre, presentó una propuesta para absorber los activos que posee en el país Enel Green Power (EGP), la filial de energías renovables no convencionales de su matriz, según anunció la empresa a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). De concretarse la iniciativa, las operaciones de generación tanto convencional como renovable no convencional que tiene el grupo en Chile pasarían a ser desarrolladas por Enel Chile a través de sus filiales, tras una reorganización societaria.

La propuesta de fusión está condicionada al éxito de una OPA (Oferta Pública de Adquisición de Acciones) que Enel Chile debe realizar por el 100% de las acciones de la filial de energías renovables que sean de propiedad de los accionistas minoritarios de ésta ya que Enel Chile tiene una participación del 59,98% en la filial renovable (Enel Generación Chile).

La OPA, explico la compañía, tendrá un carácter mixto, es decir será pagará una parte en dinero y otra acciones emitidas por Enel Chile y será declarada exitosa si alcanza a un 75% del capital accionarial de la filial renovable. La compañía explicó que prevé realizar un aumento de capital para financiar la operación, pero no anticipó el costo de la misma. La reorganización societaria será la segunda de Enel en Chile, tras la realizada en 2015, después de que la italiana comprara los activos de Endesa España en Latinoamérica.

La renovable Saeta Yield aprueba su segundo dividendo trimestral y repartirá 0,189 euros el 30 de agosto

EFE / Servimedia.- El consejo de administración de Saeta Yield, empresa de energías renovables participada por ACS y el fondo GIP, acordó el pago de su segundo dividendo trimestral de 2017 por un importe de 0,189 euros por acción, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En lo que va de año, la compañía aprobó una retribución de 0,57 euros por título, un 4,8% superior a la del mismo periodo del 2016.

El pago del segundo dividendo trimestral se hará efectivo el 30 de agosto. Este pago trimestral situaría el dividendo en términos anualizados en 0,76 euros por acción, un 8% por encima del dividendo esperado por Saeta Yield en el momento de su salida a Bolsa, en febrero de 2015. Según la empresa, este crecimiento ha sido posible por la compra de los parques eólicos de Carapé I y II, en Uruguay, y la refinanciación de la planta termosolar Manchasol 2.

La política retributiva de Saeta Yield se basa en pagos trimestrales de dividendos, efectivos 60 días después de cerrar cada trimestre. En la actualidad se realizan contra la prima de emisión de la compañía. Según Saeta Yield, en términos anuales la rentabilidad por dividendos es del 8%. El presidente de la compañía, José Luis Martínez Dalmau, destacó en la Junta General, celebrada en junio, que Saeta Yield se ha propuesto desde el principio «maximizar» el retorno que reciben sus accionistas.

El juicio por la refinanciación de Abengoa entra en una fase «bronca» y los impugnantes alegan sufrir un “sacrificio desproporcionado»

EFE.- Varias partes que impugnaron la homologación del acuerdo de refinanciación de Abengoa plantearon el «sacrificio desproporcionado» que han asumido desde que la compañía de ingeniería y energía presentó el concurso de acreedores, con una quita del 97% de la deuda. Mientras tanto, la vista oral por la impugnación ha entrado en una fase «bronca» durante el careo registrado entre algunas partes impugnantes y los peritos.

Varias partes presentes en el juicio, que se celebra desde el 13 de julio en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla, han explicado que las divergencias se han producido por cuestiones relativas a los avales, las mayorías y los proveedores de la compañía de ingeniería y energía. El juicio, en el que están presentes 19 abogados en representación de las 9 partes que han impugnado el acuerdo, se empezó a celebrar en el edificio judicial Noga de Sevilla y continuará, al menos, durante toda esta semana en una sala de la Audiencia de Sevilla, con sesiones de 8 horas diarias como máximo.

Reclamaciones de aseguradoras y bonistas

Las partes que han impugnado el acuerdo representan reclamaciones que suman más de 1.000 millones de euros, aunque podría plantearse un problema con la deuda completa de Abengoa, que ascendía a 9.000 millones de euros, han precisado fuentes judiciales. El acuerdo de homologación fue impugnado por 9 partes entre entidades financieras, aseguradoras y bonistas, siendo estos dos últimos grupos los que reclaman una mayor cuantía. La vista oral se celebra después de que a principios de enero el juzgado admitiera a trámite 9 demandas de impugnación presentadas por acreedores del grupo de ingeniería y energía.

Previamente, en noviembre de 2016 el juzgado mercantil 2 de Sevilla dictó un auto en el que declaraba la homologación judicial del acuerdo de refinanciación. Tras esa homologación, el acuerdo se extendió a todos los acreedores, lo que llevó a varios de ellos a impugnarlo. La vista oral, tras el trámite de admisión de pruebas, continuará mañana con la toma de declaración a los testigos y el próximo viernes se expondrán las conclusiones, tras lo cual el juez deberá dictar sentencia, lo que podría ocurrir antes de las vacaciones de verano, según las mismas fuentes.

El pasado 31 de marzo, Abengoa completó el proceso de reestructuración de su deuda una vez admitidas a negociación las nuevas acciones y los warrants (derechos de compra sobre títulos) emitidos para compensar a los acreedores. El comienzo de la cotización de los nuevos títulos diluyó la participación de los antiguos accionistas del grupo Abengoa, que se quedaron tan solo con el 5% del capital.

Iberdrola fusiona sus participadas Elektro y Neoenergía y crea un gigante energético en Brasil y Latinoamérica

Europa Press.- Iberdrola ha llegado a un acuerdo para acometer la fusión de sus participadas Elektro y Neoenergía, creando así la mayor empresa eléctrica de Brasil y la primera de Latinoamérica por número de clientes. En concreto, los accionistas de Neoenergia, participada por Iberdrola (39%), Caixa de Previdência dos Funcionários do Banco de Brasil (Previ) (49%) y BB Banco de Investimentos (Banco de Brasil) (12%), han alcanzado un acuerdo por el que incorporará la actividad y los negocios de Elektro, filial brasileña 100% del grupo español.

Iberdrola vuelve a superar los 7 euros por acción después de 2008 y reduce capital para remunerar a sus accionistas

EFE.- El consejo de administración de Iberdrola acordó ejecutar la reducción de capital mediante amortización de acciones propias que aprobó en marzo la junta de accionistas como fórmula para retribuir a los accionistas. Una operación que coincide con el hecho de que la acción de la compañía eléctrica volvió a superar en Bolsa los 7 euros por acción, un precio que no alcanzaba desde el 7 de octubre de 2008, y acumula ya una revalorización del 13% desde principios de año.

La eléctrica española ha tocado máximos de 7,066 euros por título. Con esta subida, Iberdrola alcanza una capitalización bursátil de 45.504 millones de euros, lo que la convierte en la cuarta compañía de energía del mundo por valor en Bolsa, sólo por detrás de Nextera, Duke y Enel. La capitalización de Iberdrola supera en este momento la suma de las otras dos grandes eléctricas españolas, Endesa y Gas Natural Fenosa.

Ejecuta una reducción de capital

Mediante esta operación el capital social de Iberdrola se redujo en 164,9 millones de euros mediante la amortización de 219,9 millones de acciones propias, según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El capital resultante quedó fijado en 4.680 millones de euros, correspondiente a 6.240 millones de acciones. La finalidad de esta reducción de capital es la amortización de acciones propias dentro de la política de remuneración a los accionistas. 

Saeta Yield abonará un dividendo de 0,1882 euros el 22 de junio

Servimedia.- El consejo de administración de Saeta Yield, filial de energías renovables de ACS, acordó la distribución del dividendo correspondiente al primer trimestre de 2017 por un importe de 0,1882 euros por acción. Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cuantía total que distribuirá Saeta Yield asciende a 15,35 millones de euros. Este pago de dividendo, que se hará efectivo el 22 de junio, se adopta haciendo uso de las facultades conferidas por la junta general de accionistas celebrada el año pasado.

Sacyr liquida la deuda de 769 millones de euros que le quedaba de la compra de su participación en Repsol

Europa Press.- Sacyr ha liquidado anticipadamente la totalidad de la deuda de 769 millones de euros que le quedaba vinculada a la participación del 8,2% que tiene como segundo máximo accionista de Repsol, según indicó la constructora. Se trata del último remanente del pasivo de 2.264 millones de euros asociado a la inversión en la petrolera que el grupo que preside Manuel Manrique refinanció en enero de 2015 y que vencía el 31 de enero de 2018.

Con esta amortización anticipada, Sacyr no solo liquida toda la deuda vinculada a Repsol, sino que recorta por debajo de la cota de los 3.000 millones de euros la deuda total de 3.726 millones que tenía. Asimismo, el grupo podrá beneficiarse del dividendo que reparte Repsol, que hasta ahora venía destinando a cubrir los intereses que le generaba el pasivo vinculado a su inversión en la compañía que preside Antonio Brufau. Además, la compañía blinda las acciones que tiene de Repsol de las oscilaciones de su cotización vinculadas a las variaciones del precio del petróleo.

Sacyr ha logrado todo ello al firmar una nueva operación de derivados con parte de los títulos que tiene de la petrolera, esto es, con 72,70 millones de acciones, equivalentes al 60% del total que tiene en Repsol, y representativas del 5% de esta compañía. En virtud del préstamo, no tendrá que poner garantías si los títulos del préstamo de derivados bajan de la cota de 10,9 euros por acción.

Se trata de la tercera operación de este tipo que el grupo de construcción acomete, tras las dos realizadas el pasado año. Con ella, todas sus acciones de Repsol pasan a estar en contratos de derivados, si bien Sacyr conserva los derechos de voto, y liquida toda la deuda que tenía asociada a su inversión en la petrolera. Con las operaciones realizadas en septiembre y diciembre de 2016 pagó anticipadamente un total de 885 millones de la deuda vinculada a Repsol, el 53% de la que tenía entonces, que quedó reducida a estos 769 millones.

No obstante, los derivados son un activo financiero y se puede liquidar en acciones o en efectivo. En este caso, la operación constituiría una puerta de salida o de reducción de la posición de Sacyr en el capital de Repsol, donde desembarcó en 2006 y en el que llegó a tener un 20% del capital. Sacyr, que actualmente está inmerso en su crecimiento internacional, siempre ha defendido su participación en Repsol como una inversión «estable» con la que se siente «confortable”, tal como reiteró el presidente de la constructora en su última junta de accionistas.