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El 63% de los directivos de las compañías energéticas teme ciberataques que colapsen la red eléctrica, según Accenture

Europa Press.- El 63% de los directivos de utilities cree que su país podría sufrir una interrupción del suministro eléctrico debido a un ciberataque en los próximos 5 años, según un informe elaborado por Accenture Security, que recoge que el 88% de los encuestados coinciden en que la ciberseguridad es un aspecto clave en el despliegue de redes inteligentes.

El informe Outsmarting Grid Security Threats desvela que las interrupciones en el suministro energético causadas por los ciberataques y las amenazas físicas a la red de distribución son la mayor preocupación para el 57% de los encuestados. La encuesta, realizada a más de 100 directivos del sector utilities en más de 20 países, entre ellos España, también señala que el 53% de los directivos refieren la seguridad de empleados y clientes como su mayor inquietud, mientras que el 43% citan la destrucción de activos físicos.

«A la vez que se desarrollan malwares altamente sofisticados, el riesgo para las empresas de suministro de que éstos sean usados por ciberdelincuentes con fines maliciosos se incrementa» alerta el director gerente de Accenture Resources España, Portugal e Israel, Bruno Chao. En este sentido, ha subrayado que los ataques contra los sistemas de control industrial podrían interrumpir la fiabilidad y seguridad de la red, así como el bienestar de los empleados y clientes, por lo que no estar preparado para ello «puede acabar con la marca y convertirse en una amenaza real para el país».

El informe remarca que el aumento de conectividad en los sistemas de control industriales gracias a la red de suministro inteligente traerá consigo importantes beneficios en términos de seguridad, productividad y mejor calidad de servicio, así como mayor eficiencia operacional. Eso sí, las utilities están cada vez más expuestas debido al incremento de dispositivos domésticos conectados al Intenet de las Cosas (IoT), lo que supone un nuevo riesgo para las compañías de suministro difícil de cuantificar. Por ello, el 77% de los directivos de utilities ven al IoT como una potencial amenaza para la ciberseguridad.

Por otro lado, Accenture remarca que un número importante de utilities tienen mucho que avanzar si quieren desarrollar un sistema de respuesta cibernética robusto, ya que más de 4 de cada 10 encuestados afirman que los riesgos de ciberseguridad no están total o parcialmente integrados en sus procesos de gestión del riesgo. «Las utilities deben invertir en la resiliencia de su red inteligente, así como en capacidades eficaces de recuperación», agrega. Solo el 6% de las compañías se sienten completamente bien preparadas y el 48% bien preparadas para afrontar la restauración de la normalidad en las operaciones tras un ciberataque.

Expertos de consultoras y universidades abogan por la desaparición de las tarifas reguladas de electricidad y gas en España

Servimedia.- El investigador de la Universidad Pontificia Comillas, José Pablo Chaves, el socio de la consultora KPMG, Carlos Solé, y el socio de Accenture, Álvaro Polo, abogaron por la progresiva desaparición de las tarifas reguladas de electricidad y gas en España. Así se expresaron estos tres expertos en la jornada Las cuentas de la energía: entender la tarifa, un evento organizado por Servimedia en Santiago de Compostela.

Según Chaves, España debería ir moviéndose hacia la desaparición de las tarifas reguladas, con la posibilidad de establecer subsidios para los colectivos más desfavorecidos. Además, indicó que actualmente en torno a la mitad de los conceptos presentes en la factura eléctrica se dirigen a pagar costes que no tienen que ver con la energía, lo que provoca que en el caso de la electricidad los españoles tengan los cuartos precios más altos de Europa pese a contar con unos precios mayoristas en la media continental.

Por ello, Chaves considera que los costes no energéticos deberían sacarse de la factura y financiarse a través de los Presupuestos Generales del Estado. En este sentido, señaló que en estos momentos sólo el 27% de la factura responde al coste de generación eléctrica, a lo que se debe sumar el 19% del coste de las redes, otro 19% de los subsidios a las renovables, un 12% a otros cargos y un 23% a impuestos.

Por su parte, Solé explicó que entre el 40 y el 50% de los consumidores permanecen en la tarifa regulada, denominada ahora Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), pese a que la posibilidad de acudir al mercado libre está vigente desde 2009. Indicó además que la diferencia entre la tarifa PVPC y el mercado libre radica en el coste de la energía y en el margen de distribución que se aplica y que se negocia con la empresa suministradora, ya que el coste de los peajes es el mismo.

Ambos expertos coincidieron en que la tendencia es que Europa llegue a una unificación de los mercados energéticos al ser preguntados por la posibilidad de que se fijen tarifas energéticas regionales. Ambos expertos, pese a coincidir en que desde el punto de vista técnico podría tener sentido una tarifa autonómica en función de la localización del consumidor, algo que actualmente ocurre en algunos lugares de Europa, apuntaron que la tendencia europea es que se acoplen los precios para que sean iguales desde Portugal a Noruega.

En esta línea, Solé destacó que España «desde siempre ha tenido una política bien clara de que todos los consumidores españoles pagan lo mismo«. Por su parte, Chaves defendió que en España la red de infraestructuras energéticas se planifica y gestiona a nivel nacional y no está pensada en términos autonómicos. En consecuencia, ambos expertos se mostraron contrarios a la reciente propuesta de crear una tarifa eléctrica gallega más reducida.

Por último, Polo, que es experto en el sector gasista, apuntó que en el caso del gas los consumidores acogidos a la Tarifa de Último Recurso (TUR) son alrededor del 25% y destacó que la mayoría de ofertas del mercado libre son más baratas. Por este motivo, se cuestionó si tiene sentido mantener la TUR cuando fue una tarifa creada para proteger al pequeño consumidor, algo que podría ser que ya no se esté haciendo.

En cuanto a la comparación con Europa, indicó que la tarifa doméstica española del gas es un 22% más alta que la media europea, algo que atribuyó a la infrautilización de algunas infraestructuras y a la necesidad de importar el gas. Por otro lado, valoró la posición de España para convertirse en un hub europeo de distribución de gas, única energía fósil que seguirá incrementando su importancia hasta 2030 gracias a su bajo nivel de emisiones, lo que le permitirá seguir respaldando a las renovables.