Suecia y Finlandia autorizan el paso del gasoducto Nord Stream por el Mar Báltico
El punto de partida para la decisión de las autoridades suecas es que «todos los estados tienen derecho a colocar gasoductos en aguas internacionales y en la plataforma continental de los estados costeros«, señaló el Ministerio de Ambiente.
Las autoridades suecas han puesto no obstante «duras exigencias» para la protección medioambiental, realizando pruebas sobre los posibles efectos del gasoducto, pidiendo al consorcio alemán varias investigaciones suplementarias y satisfaciendo los puntos de vista de las distintas instancias.
«Suecia tiene una larga tradición en cumplimiento del derecho y las convenciones internacionales y no se va a romper. Puedo constatar que un sí a la solicitud es la única decisión posible«, señaló el ministro de Medio Ambiente sueco, Andreas Carlgren, quien añadió que ninguna autoridad sueca central se ha opuesto al proyecto.
Nord Stream ha ofrecido condiciones y compromisos para asegurar la navegación, la pesca y el medio ambiente en el Báltico, que sólo se verá afectado de forma «muy limitada» durante la instalación del gasoducto, de modo que el proyecto es «compatible con las obligaciones de Suecia para proteger y conservar el entorno marino».
La aprobación del proyecto presupone que el gasoducto será colocado de acuerdo con las coordenadas fijadas por el Instituto Geológico de Suecia y que la empresa ponga en marcha un programa de control para vigilar las actividades consultando con las autoridades suecas correspondientes.
Nord Stream deberá cumplir los compromisos incluidos en su solicitud y los posteriores añadidos, que hacen referencia a garantías medioambientales o informativas.
El «sí» de Suecia llega tras 23 meses de estudio del proyecto y dos semanas después del visto bueno de la Dirección General de Energía de Dinamarca, que fue el primer país en aprobar el paso por sus aguas del gasoducto de cerca de 1.200 kilómetros que unirá el Báltico ruso con la ciudad alemana de Greifswald.
El Gobierno finlandés también da su visto bueno
La autorización del Gobierno finlandés tiene una vigencia de 50 años prorrogables y está sujeta a varias condiciones, aunque no será definitiva hasta que las autoridades medioambientales del país nórdico den luz verde al proyecto a principios de 2010.
Entre las exigencias del Ejecutivo finlandés figura que el proyecto debe realizarse prestando especial atención a la vulnerabilidad del mar Báltico, por lo que el consorcio Nord Stream debe adoptar «todas las medidas posibles para prevenir y minimizar cualquier tipo de daño», según el Gobierno finlandés.
«Además, debe llevarse a cabo de modo que no dificulte posteriores proyectos energéticos, de comunicaciones o de infraestructuras de otro tipo, incluso cuando éstos se crucen con el gasoducto dentro de la zona económica finlandesa», añade el comunicado.
El gasoducto Nord Stream, que unirá Rusia y Alemania a lo largo de 1.220 kilómetros, tiene un coste estimado en 6.000 millones de euros y una capacidad anual de 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
Los accionistas del consorcio Nord Stream son las compañías rusas Gazprom (51 por ciento), las alemanas Wintershall Holding y E.ON Ruhrgas (20 por cien cada una) y la holandesa Gasunie (9 por ciento).

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