Soria defiende las «garantías» ambientales en las prospecciones de petróleo y gas no convencional
El ministro insistió en que «es imposible que un país sea competitivo si tiene una energía cara» y consideró que, para abordar este aspecto, el Gobierno ha sido «muy activo en la utilización de sondeos, investigaciones y prospecciones» para conocer los recursos de los que dispone. La apuesta de Estados Unidos por el fracking contribuyó al proceso de deslocalización que «desde hace tres años» afecta a Europa y beneficia al país norteamericano. «No nos podemos permitir el lujo de renunciar a una oportunidad de disminuir nuestra dependencia y vulnerabilidad», afirmó.
Soria subrayó una vez más las ventajas que está suponiendo el gas de esquistos o shale gas para la economía de Estados Unidos en los últimos cinco años. En este contexto, reflejó su oposición a los «debates del no a casi todo» porque cree que hay que plantearse si se va a estar «toda la vida importando petróleo». De este modo, Soria insistió en que el Gobierno trata de intentar que España deje de ser una isla energética y en que Europa tiene que dar una respuesta a la dependencia energética del exterior en la que, precisamente, España «es parte de la solución» por las posibilidades de su sistema gasista.
Asimismo, Soria destacó la capacidad energética instalada en España pero subrayó que faltan interconexiones eléctricas que también permitirían regular el flujo de las renovables. En cuanto a la energía nuclear, el ministro insistió en que permite tener un mix energético «equilibrado» y que el país no puede permitirse prescindir de las centrales actuales. En este sentido, Soria reiteró la voluntad del Gobierno de «aplicar el sentido común» y mantener abiertas las centrales nucleares siempre y cuando el Consejo de Seguridad Nuclear considere que pueden seguir funcionando en condiciones de seguridad.
Por otro lado, sobre los objetivos de lucha contra el cambio climático, Soria indicó que la Unión Europea «hace bien» en seguir liderando esta lucha pero, en su opinión, la política ambiental debe ser «compatible» con la industrial para no perder competitividad frente a países competidores como China o Estados Unidos. «No hagamos cosas que no hacen los demás», advirtió antes de volver a recordar que el nuevo impuesto que gravará el petróleo o el gas que se extraigan en España y del que se beneficiarán las comunidades autónomas y los municipios donde se realicen los trabajos tendrá un tipo del 8%, un nivel impositivo «razonable» como el de Italia, y que contrasta con el 12% aplicado en Estados Unidos.
En todo caso, consideró que el cambio normativo «más sustancial» de la nueva ley será el que afecte a los propietarios del suelo donde se extraigan los hidrocarburos, que pasarán a ser «sujetos activos del rendimiento de la explotación» y que «pasan a obtener el 1% de la producción». Soria dijo desconocer si esta medida «va a suavizar» la oposición al fracking, pero destacó que «al menos los propietarios del terreno van a tener un incentivo que va a ser justo«. «Todo el mundo tiene derecho a manifestar su oposición, pero un Gobierno tiene que buscar el interés general», añadió.


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