Soria asegura que la consulta es «ilegal» y pide «sensatez» al Gobierno canario ante su pulso con el Estado
Tras presidir una reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP en Canarias, Soria aludió así al «divorcio institucional» con la Administración del Estado que, según advirtió el presidente canario, Paulino Rivero, podría producirse en las islas en caso de que no se paralicen las prospecciones autorizadas la pasada semana.
El presidente de los populares canarios se preguntó si con esa «amenaza de ruptura institucional» Rivero pretende que Canarias deje de recibir miles de millones de euros del Estado con los que se financian distintos ámbitos, como el energético, el transporte, o el pago a proveedores.
Soria manifestó que tanto el PP como el Gobierno central «rechazan cualquier tono amenazante de cualquier institución» y estimó que «no hay ningún riesgo» de que se produzca esa ruptura con el Estado, porque «en Canarias la sociedad es sensata y responsable».
El titular de Industria aseguró que el Consejo de Ministros «no va a autorizar» la consulta popular que pretende realizar el Gobierno canario sobre estos sondeos petrolíferos «porque es ilegal» y añadió que la reunión que solicitó Rivero con Mariano Rajoy para abordar este asunto «se producirá cuando haya disponibilidad» en la agenda del presidente del Ejecutivo nacional.
«En España no se pueden hacer consultas ilegales, ni en Canarias ni en ninguna otra parte de España. Consultas ilegales no se van a hacer y esta consulta ilegal tampoco se va a hacer, ponga la fecha cuando la ponga el Gobierno regional, no se pueden hacer consultas ilegales», apostilló.
Soria incidió en que la consulta «no se va a autorizar», si bien añadió que si se plantea dentro de las competencias de la Comunidad Autónoma el Gobierno central tendrá que estudiarla aunque ha insistido en que «una como la que ha planteado el Gobierno regional es inadmisible, por tanto, no se va a autorizar».
Acusó a Rivero de mantener un debate «manipulado»
Sobre la supuesta doble vara de medir que tiene el Gobierno sobre los sondeos previstos en Baleares y los de Canarias, Soria dijo que los primeros fueron autorizados por el PSOE en 2010 y precisó que en ese otro archipiélago el operador «ni siquiera» solicitó la pertinente declaración de impacto ambiental, que tarda en resolverse entre 12 y 18 meses.
Soria recalcó que el PP en Baleares «siempre ha mantenido la misma posición» en contra de los sondeos, mientras que los populares canarios siempre apostaron por ellas, de ahí que, a su juicio, el único cambio de parecer que se debe explicar en Canarias es el del presidente de la comunidad autónoma, Paulino Rivero (CC) que, según aseguró el ministro, le ha dicho en privado más de una vez que él apoya la realización de estos sondeos, aunque tiene que defender su rechazo «por los líos internos que tiene en Lanzarote y Fuerteventura», algo que también confesó, según su versión, al propio presidente de Repsol, Antonio Brufau.
En colación con ello, el ministro quiso poner en evidencia la actuación de Rivero y la de José Miguel Pérez (PSOE), vicepresidente del Gobierno canario respecto a su oposición al petróleo, citando una frase del primero en enero de 2002, y cogiéndola prestada: «No hay ningún país en el mundo, de ninguna condición, que teniendo posibilidad de encontrar petróleo, no lo busque con las debidas garantías».
Asimismo, se refirió a unas declaraciones de Pérez en las que el ahora secretario general de los socialistas canarios defendía hacer las prospecciones y, a modo de ejemplo, Soria citó unas declaraciones suyas de 2011 en las que decía que «el único territorio en España que en los últimos años ha desaprovechado la oportunidad de marcar diferencias con opciones serias y sólidas para marcar un área de frontera y cooperación con un continente y un país, y para tener bastante autonomía económica, me refiero a lo que ocurrió con el tema de las prospecciones y se desperdició». Por todo ello, acusó al Gobierno canario de llevar a cabo un debate «manipulado», tras recordar que tanto los nacionalistas como los socialistas canarios apostaban por las prospecciones en sus programas electorales.
Soria consideró, además, que Rivero «roza el delito» e incurre en un «disparate» cuando se dirige a los accionistas de Repsol para advertirles de que «o se avienen a lo que plantea el Gobierno canario o no van a recibir más contratos en las islas».
El ministro manifestó que las batallas políticas, que en este caso calificó como una causa «partidista e incluso personal», se ganan o se pierden, y añadió que cuando la justicia no te da la razón, como ha ocurrido en este caso con el pronunciamiento del Tribunal Supremo, se pasa página y se trabaja todos a una por el bien de Canarias. «No hay ninguna duda de que la transparencia que se ha seguido es la que se debía de seguir», apuntilló.
Además, recalcó que, tal y como desmintió el propio operador, Repsol, Rivero «miente descaradamente» cuando afirma que el Ministerio de Industria ha presionado a la compañía petrolífera para que acometa estos sondeos. «Es una cuestión de pudor, cada uno hace el ridículo como quiere», aseveró.
Una DIA «sólida y rigurosa»
El ministro subrayó que la declaración de impacto ambiental de los sondeos previstos en Canarias fue autorizada por técnicos y funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente «muy cualificados» en un proceso «sólido y riguroso».
Al respecto, incidió en que la normativa que existe en España sobre las prospecciones es de las «más garantistas» del mundo exigiendo además informe de evaluación de riesgos, matizando que en el caso de Canarias la «probabilidad de que de acuerdo a esta declaración haya una incidencia es remota o nula». «No existe el más mínimo riesgo medioambiental porque de haber existido esa declaración no habría sido favorable», subrayó de forma rotunda.
Soria también aseguró que el Gobierno creará un tributo para que las arcas canarias se beneficien de la actividad extractiva que podría llevar a cabo Repsol cuando se confirme que se puede desarrollar, es decir, cuando se conozca el resultado de las prospecciones. En países como Italia está fijado en un 8%, lo que supondría entre 300 y 400 millones de euros al año.
Además, destacó que, si estos estudios prosperan tendrían un impacto en la economía del archipiélago equivalente al 12% ó 13% de su producto interior bruto y se generaría una actividad superior a la que aportaba a las islas el sector de la construcción antes de la crisis.
El ministro aprovechó para recordar que sólo la fase de sondeos exploratorios conllevará una inversión en Canarias de 350 millones de dólares, unido a todo lo derivado.
Finalmente, Soria reiteró que España es un país con dependencia energética que hace un gasto anual de «40.000 millones de euros en importación de hidrocarburos», lo que produce un «saldo comercial negativo de España con el resto del mundo, por tanto, necesidad de financiación», de ahí que consideró que es «una necesidad de primer orden» conocer si existe o no hidrocarburo.
Canarias replica que «la consulta es legal y se va a hacer»
Por su parte, el Gobierno de Canarias replicó al ministro de Industria que la consulta que pretende convocar para que los ciudadanos de las islas puedan expresar su opinión sobre las prospecciones petrolíferas «es legal y se va a hacer».
«El Gobierno –central– tiene que respetar y aceptar las competencias de las comunidades autónomas aunque no les guste lo establecido en la Constitución Española», apuntilló el consejero de Presidencia y Justicia de la comunidad autónoma, Francisco Hernández Spínola (PSOE).
El político recordó que el Gobierno y el Parlamento canarios solicitaron hace meses permiso al Consejo de Ministros para convocar un referéndum al respecto, con «un escrupuloso respeto al marco constitucional» y subrayó que es la falta de respuesta por parte del Ejecutivo central la que lleva a la comunidad a desarrollar los mecanismos de consulta, distintos al referéndum (cuya competencia es exclusiva del Estado), previstos en el Estatuto de Canarias, «que también es una Ley Orgánica».
El consejero rechazó que el ministro califique de «ilegal» el procedimiento que Canarias se propone seguir para permitir a los residentes en las islas que expresen formalmente su opinión sobre los permisos concedidos a Repsol para buscar hidrocarburos a 50 kilómetros al este de Fuerteventura y Lanzarote.
«¿Es acaso el señor Soria el intérprete de la Constitución? ¿Ha sustituido en sus funciones al Tribunal Constitucional?», se preguntó Hernández Spínola, quien opinó que el ministro muestra con sus declaraciones que «sigue instalado en la prepotencia».
El consejero de Presidencia no quiso pronunciarse sobre cuál sería la traslación práctica de la «ruptura de relaciones» o «el divorcio institucional» que, a juicio del presidente regional, Paulino Rivero, se puede producir entre Canarias y el Gobierno central si las prospecciones del Atlántico siguen adelante pese al rechazo de las instituciones de la comunidad autónoma.
Francisco Hernández Spínola sostuvo que es el ministro Soria «quien patrocina ese divorcio institucional», con una serie de «atropellos» y de «agravios a Canarias» que el Ejecutivo autonómico no va a tolerar y ante los cuales está dispuesto a tomar medidas que aún no ha «explicitado, porque no ha llegado el momento».
«Pero desde luego no vamos a permitir la desigualdad de trato. Acudiremos al Tribunal Constitucional y también actuaremos por la vía política«, remarcó.
El consejero canario pidió al Gobierno central que en este asunto actúe con «sensatez, cordura y responsabilidad».
Asimismo, destacó que el Gobierno canario no puede tolerar «el agravio» de que las prospecciones previstas en este archipiélago reciban un tratamiento diferente a las que se plantean en Baleares. Hernández Spínola recordó que el presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, manifestó hace unos días, respecto a Baleares, que no se autorizarían allí sondeos petrolíferos si se apreciaba que existe «el mínimo riesgo» medioambiental. «Pues bien, en Canarias hay informes de organismos oficiales del Gobierno de España que advierten de ese riesgo», ha añadido.
EQUO pide al Gobierno que facilite la consulta ciudadana
Por último, la formación política EQUO pidió al Gobierno de Mariano Rajoy que «facilite el proceso» para la celebración de una consulta ciudadana en Canarias para que los ciudadanos del archipiélago se expresen sobre las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
La coportavoz de EQUO en Gran Canaria, Pilar Álvarez, ve «necesario» que la ciudadanía dé su opinión «en un asunto tan relevante para el futuro de Canarias: Está en juego el futuro y la ciudadanía debe ser escuchada», señaló en la página web de la formación. Asimismo, solicitó al Gobierno central que «tome en consideración» el resultado de ese referéndum y que establezca «mecanismos de vinculación efectiva».
Sin embargo, EQUO estimó que «la consulta no es suficiente» ya que para esta formación política el problema es el modelo energético basado en los combustibles fósiles cuyas extracciones se realizan con «calidades cada vez menores» y «con mayor probabilidad de accidentes».
«Estamos en contra de las prospecciones en aguas cercanas a las islas y a favor de un cambio de modelo que favorezca la democracia real y la economía verde», aseveró la coportavoz federal de EQUO, Carolina López.


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