Soria afirma que España no puede renunciar al «fracking» o establecer una moratoria y se suma a la UE que pide aprovechar la oportunidad

En declaraciones a los periodistas al término de la Conferencia Sectorial de Energía, que se celebró en Madrid y que reunió a las Comunidades Autónomas entorno a la estrategia energética, recalcó que el Gobierno no comparte esa propuesta y, en este sentido, aludió a las declaraciones de Oettinger, que afirmó que no se puede «dejar pasar la oportunidad» que representa la generación de gas por esta técnica, sin por eso comprometer la conservación medioambiental.

El ministro defendió la relevancia del gas pizarra en el panorama energético internacional y las oportunidades que presentaría la eventual existencia de reservas en el país, siempre y cuando las investigaciones se realicen respetando las normas medioambientales.

«No podemos renunciar a este tipo de tecnologías en exploración de hidrocarburos», dijo el ministro que, en cualquier caso, subrayó que las autorizaciones deberán hacerse «siempre, siempre de acuerdo con las máximas garantías medioambientales».

El ministro consideró que nos encontramos en un «cambio de la geopolítica mundial de la energía» y expuso el caso de Estados Unidos que desde hace cinco años usa esta técnica, lo que «está cambiando su situación de dependencia y vulnerabilidad respecto a las importaciones». «Si hasta ahora era tremendamente dependiente, cada vez lo es menos y de aquí a unos años será totalmente independiente y con ello, va a tener muchas más oportunidades para relocalizar actividad industrial», ensalzó.

Por ese motivo, Soria aseguró, esta vez en el Senado, que «la única amenaza» relacionada con las técnicas de fracturación hidráulica para extraer gas no convencional es «no poder hacer lo mismo que está haciendo Estados Unidos desde hace cinco años con esta tecnología».

«Estados Unidos había deslocalizado su actividad industrial hacia otros destinos porque la energía era un coste inasumible», pero ahora «le ha dado la vuelta a la dependencia gracias al fracking», que le permitió crear cinco millones de puestos de trabajo, indicó el ministro.

El ministro aludió al discurso ambiental estadounidense y a la capacidad del país para mejorar en paralelo su abastecimiento gracias al «fracking», y consideró que «ni España ni Europa deberían perder mucho tiempo» en la implantación de estas técnicas, por «si sonara la flauta» y se descubre gas o petróleo.

«Europa ha presentado dudas que a mi me parecen preocupantes. En Europa, estamos arrojándonos piedras sobre nuestro propio tejado y haciendo a nuestras empresas incurrir en costes que otros no lo hacen», afirmó.

La extracción de estos recursos es «cuestión de interés nacional» y el Gobierno la afrontará «sin perjuicio de las competencias autonómicas». «Las comunidades serán las que den las autorizaciones, pero siendo asunto de interés nacional se hará de forma reglada», añadió.

Además, Soria aseguró que en el transcurso de la conferencia, «todas las intervenciones de todas las comunidades» fueron «partidarias» de hacer exploraciones a través de esta técnica, «con una sola excepción», en alusión a Cantabria, cuyo parlamento regional ya declaró la comunidad autónoma como territorio libre de «fracking». Eso sí, según recalcó el ministro, «siempre que se hagan dentro de las mayores garantías medioambientales exigidas por la Unión Europea y por la legislación nacional».

Por ello, destacó que el Ejecutivo ya está tramitando considerar esta tecnología como legislación básica del Estado, y todo ello sin perjuicio y con total respeto a las competencias en esta materia de las CCAA.

Por su parte, el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo andaluz, Antonio Ávila, que solicitó la moratoria, lamentó que el Gobierno ya tenga «la decisión tomada en este sentido» y no quiera «reflexionar» sobre la técnica. A su juicio, «preservando los temas medioambientales y a la vista de la incertidumbre social y las dudas técnicas, es el momento de reflexionar y encargar a un grupo de expertos que informen de las técnicas, de las reservas y de las consecuencias», subrayó.

Así, mantuvo que si bien el ministro puso como ejemplo el recorrido que la fractura hidráulica, que será legislación básica del Estado, tuvo en Estado Unidos, en otros, como Francia o el alguna región alemana, se planteó la moratoria.

Por último, Ávila criticó que el Gobierno haya anunciado a las comunidades autónomas que el mes que viene aprobará un gran paquete legislativo pero sin especificar en qué consistirá. Ávila ofreció la colaboración de la Junta en este sentido, pero lamentó que la sectorial no se haya reunido hasta pasado año y medio de Gobierno del PP y que cuando lo hace «únicamente es informada de que va a haber nuevas normas» pero no de su contenido.

Cataluña: «No se podrán dar permisos hasta dentro de cinco años»

Asimismo, el consejero de Empresa y Empleo de la Generalitat de Cataluña, Felip Puig, destacó que no se podrán dar permisos de extracción de gas con la técnica del «fracking» hasta dentro de unos cinco años, y añadió que negarse a estudiar si se dispone de gas es una posición «muy poco inteligente».

«Hasta que pasen cuatro, cinco o seis años no estaremos en condiciones de dar ningún permiso de explotación de gas con la técnica del fracking», dijo Puig tras participar en la conferencia sectorial de Energía.

Puig destacó que Cataluña tiene la competencia de investigación y permisos de exploración, pero no de explotación –que es estatal–, y dijo que Soria les ha «garantizado» que respetará estas competencias.

Por eso, el consejero resaltó que lo más oportuno ahora sería facilitar la investigación para descubrir si Cataluña dispone de este recurso energético, y más adelante ya se debatirá cómo acceder a ella y cómo extraerla, en caso de que se disponga de esta energía.

«Cerrarnos al conocimiento y a la investigación es una posición absurda y poco eficiente», subrayó, y consideró muy poco inteligente cerrar la puerta a saber si se dispone de este recurso.

También defendió que la investigación se debe hacer «con máximo rigor científico y medioambiental», y destacó que la Generalitat denegó alguna explotación en los últimos años.

«Facilitaremos y daremos permisos siempre que se cumplan los permisos para poder investigar», aseveró el consejero, que además destacó que la energía será un factor clave en la reactivación económica.

Bruselas anima a «no dejar pasar la oportunidad» del «fracking»

Por su parte, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, consideró que no se puede «dejar pasar la oportunidad» que representa la generación de gas mediante fractura hidráulica o «fracking», sin por eso comprometer la conservación medioambiental.

En una entrevista que avanzó el periódico alemán «Die Welt«, el comisario europeo apuntó asimismo que para este mismo año podría estar lista una normativa europea al respecto.

Oettinger advirtió frente al «excesivo miedo» con respecto a los peligros derivados del controvertido «fracking», que colectivos ecologistas criticaron ampliamente por la contaminación de las aguas subterráneas con compuestos químicos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.

«La protección de las zonas donde hay aguas para consumo humano y aguas subterráneas es absolutamente correcta. A nivel europeo nos vamos a poner con el tema ‘fracking’ y la protección medioambiental este mismo año», explicó.

Oettinger indicó que Alemania, donde como en España esta técnica podría tener mucho potencial económico pero levanta los recelos de ecologistas y agricultores, debería comenzar ya a preparar las bases jurídicas para proyectos pilotos.

«Si permitimos prospecciones de prueba, en unos años sabremos mucho más con certeza (sobre esta tecnología), también sobre los costes», argumentó el comisario de Energía, de origen alemán.

En Alemania la técnica del «fracking», que EEUU ya explotó con éxito aunque también con polémica y problemas medioambientales, es muy discutida tanto por los partidos políticos como por la sociedad civil.

Sus partidarios destacaron su bajo coste y fácil producción, mientras que sus detractores subrayaron los vertidos tóxicos en aguas subterráneas, que luego afectan al agua para consumo humano y al medio ambiente.

La propia coalición de Gobierno alemana, de centro-derecha, paró un proyecto de ley sobre la fractura hidráulica debido a los disensos internos en la Unión Cristianodemócrata (CDU), la formación de la canciller Angela Merkel.

Mientras EEUU se acerca cada vez más a la independencia energética gracias al «boom» de su creciente industria del «fracking», otros países como Francia prohibieron su empleo por los riesgos medioambientales.

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