Sener defiende una normativa que prime a las energías renovables solo si son proyectos innovadores
Sendagorta reconoció en el «World Future Energy Summit» que se celebra en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), que se han construido «demasiadas» centrales eléctricas en los últimos años, por lo que es partidario de un marco regulatorio «más restrictivo, más centralizado y más controlado por el Ministerio de Industria».
Destacó el liderazgo español en la tecnología termosolar, que se demuestra, a su juicio, porque en la última década el 62% de las centrales de este tipo que se construyeron en el mundo estuvieron promovidas por dos empresas españolas, Sener y Abengoa.
Sendagorta comentó que, aunque hay que reducir la cantidad de centrales termosolares que se construyen, porque la demanda eléctrica actual en España no necesita más potencia instalada, «no se puede detener completamente».
En España «tenemos tecnología propia y mantener un cierto liderazgo industrial requiere contar con algunas instalaciones domésticas en las que puedas asumir riesgos tecnológicos excepcionales», explicó.
Consideró que las primas a las renovables «no son tanto» si se tienen en cuenta sus beneficios hacia el medio ambiente y, sobre todo, hacia el desarrollo de la industria auxiliar.
Sendagorta presumió de presidir la empresa líder mundial en tecnología termosolar, que invierte anualmente siete millones de euros en investigación y desarrollo, al margen de las ayudas que recibe y de aportación de las entidades con las que colabora.
Además, las mejoras tecnológicas las aplican en plantas comerciales, lo que supone asumir unos «riesgos» que, aseguró, «dan sus resultados» en forma de bajada de los costes.
Aceptó que la termosolar está todavía «en una fase incipiente de desarrollo» pero prevé que en el año 2020 pueda competir en condiciones de igualdad en el mercado eléctrico español.
Sendagorta apostó por la investigación como estrategia para luchar contra la crisis, al ofrecer «propuestas superiores y productos más eficientes que dan un rendimiento mayor».
Esta defensa de la innovación tiene un componente sentimental, ya que Sener instaló en 1983 el primer aerogenerador de España, una máquina de 100 kilovatios (kW) ubicada en Tarifa.
La normativa de aquel momento no permitió que el prototipo se desarrollara a escala industrial, lo que hizo que «se perdiera el tren» de la energía eólica, algo que Sendagorta no está dispuesto a permitir con la termosolar.
En 2007 Sener decidió aliarse con Masdar -una empresa pública de los Emiratos Árabes Unidos (EUA) dedicada a la promoción de las energías renovables- y juntas fundaron Torresol Energy.
Torresol Energy desarrolló la tecnología termosolar con almacenamiento de sales fundidas para la generación de electricidad veinticuatro horas al día y han puesto tres centrales en funcionamiento, Gemasolar en Sevilla y Valle 1 y Valle 2 en Cádiz.
Masdar era el socio ideal debido a su capacidad financiera, su conocimiento de los países árabes -ricos en recursos solares- y por su interés por la investigación.
«Masdar tiene exactamente el mismo concepto estratégico de desarrollo que nosotros», aseguró el presidente de Sener, «hay que invertir en esta tecnología para conseguir que se reduzcan los costes».
Sener diseñó y construyó hasta ahora 24 proyectos termosolares -sola o a través de Torresol- y está estudiando la instalación de nuevas centrales en España, Estados Unidos, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos.


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