Semana relevante para la operación Gas Natural – Unión Fenosa

Esta semana que comienza será decisiva para el desarrollo de la operación de adquisición de Unión Fenosa por Gas Natural. Y será relevante, pero no decisiva. La Comisión Nacional de Energía analizará la denominada función 15 de este organismo, es decir los efectos de esta operación sobre la competencia en los mercados energéticos que se ven afectados: aprovisionamiento y comercialización de gas y electricidad. Esta operación ya superó en la CNE el no trámite de la función 14 (si la operación tendría efecto sobre la inversión en las actividades reguladas y la garantía de suministro), justo en el momento en que los tribunales europeos cuestionaban el alcance de esta función.

En este caso, el informe de la función quince no es vinculante. Su informe será remitido a la Comisión Nacional de Competencia, que será quien finalmente determine como se lleva a cabo la operación, si se autoriza directamente, si se autoriza con condiciones o, por el contrario, propone que se prohíba la operación. Si el Gobierno no estuviera de acuerdo en la posición de este organismo, tendría que justificar las razones a su oposición.

Hasta el momento, ha existido una “calma chicha” en torno a la operación, aunque han empezado a aparecer las primeras disensiones. Una primera que señala el punto de riesgo para la competencia en la operación en las actividades gasistas de la nueva compañía. El argumento es que Gas Natural es uno de los principales operadores gasistas del mundo y con la adicción de la actividad de Unión Fenosa Gas esta capacidad se incrementa y más aún en el mercado ibérico.

Eso apunta a que las condiciones de la operación tendrían que ir orientadas a moderar la configuración de un operador casi monopolístico en el mercado del gas en España. Algo que alcanza tanto al aprovisionamiento como a la comercialización. Gas Natural apela a la futura entrada de Sonantrach en sus argumentos para evitar condiciones severas en materia de desinversión, a sabiendas que el control del gas seria el elemento más estratégico de la operación, más que la actividad eléctrica.

Por otra parte, otro de los trasuntos que ha levantado esta operación es la conformación empresarial que tiene Unión Fenosa Gas, en la que participa en un 50 % ENI, y que merced a una cláusula muy ‘a la italiana’, esta empresa tiene un derecho de tanteo sobre el 50 % restante, caso de que se modificase la conformación accionarial de UF-Gas. Una “jugada” que además podría resultar muy cara a Gas Natural; caso de querer quedarse con el 50 % que actualmente tiene la empresa transalpina, hasta un 20 % más de lo que fijen los bancos de negocio.

Todo ello trae consecuencias desde el punto de vista de la operación y del precio fijado en la misma, así como del apalancamiento necesario para efectuarla. Algo que nos podría devolver al escenario inicial, en la medida que los ratios de deuda sean más elevados para la garantía en las actividades reguladas. Lo que si está claro es que el resto de competidores está muy atento a la operación y que un proceso que a priori parecía sencillo, parece que no acaba nada más que empezar.

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