Sebastián deja Greenpeace «por discrepancias con las críticas» de los ecologistas

Según Sebastián, la organización ecologista le sometió a un desprestigio personal y profesional el verano pasado, cuando José Luis Rodríguez Zapatero impuso el cierre de la central nuclear de Garoña para el 6 de julio de 2013. Durante todo el debate previo al cierre de Garoña, el ministro de Industria defendió esta fuente de energía como una de las que debe componer el mix para garantizar el suministro energético en España en el presente y en el futuro.

Greenpeace acusó a Sebastián de estar vendido a las compañías eléctricas, de haber «pactado con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)» la prolongación del permiso de operación de la central por otros 10 años más y se le acusó de no luchar contra el cambio climático por defender una energía «sucia y contaminante».

Por esta razón, Sebastián llamó en septiembre al centro de atención telefónica al socio para darse de baja «por discrepancias con las críticas» de Greenpeace contra la política energética del Gobierno y, en especial, con el ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Por su parte, el director de Greenpeace España Juan López de Uralde ha expresado su respeto por la decisión de Sebastián al tiempo que ha explicado que, además de apostar por la continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), Miguel Sebastián se ha caracterizado por defender una política energética «contradictoria» con su «militancia» en Greenpeace. «Sólo hay que echar un vistazo a otras políticas del Ministerio como las subvenciones a la quema del carbón», que son «algo así» como premiar al que contamina, criticó.

López de Uralde aseguró que desde la organización no se pregunta a los 105.000 asociados en España «qué puesto ocupan» porque el que quiere ser socio y participar en el trabajo es «bienvenido», pero conociendo los «planteamientos» de lucha medioambiental. «Tenemos socios de todo ámbito ideológico, será porque consideran que el trabajo que hacemos es relevante y que merece la pena apoyarlo», subrayó.

De hecho, criticó que Greenpeace se ha reunido «con todos los ministros de Industria anteriores a Sebastián», mientras que el actual titular de esta cartera «nunca» les ha recibido. «Eso da una idea de su nivel de compromiso», apostilló. «Nos hubiera interesado reunirnos con él para explicarle aspectos de política energética y nuestros planteamientos, pero no ha sido, precisamente, sensible, ni siquiera a escucharnos», deseó.

Además, reiteró su crítica a la política energética que el ministro desarrolla porque «no tienen nada que ver con los planteamientos energéticos de Greenpeace» y recordó que Sebastián ha manifestado «activamente» su apoyo a la energía nuclear y, más recientemente, puso sobre la mesa un decreto para ayudar al consumo del carbón.

Por su parte, la asociación Globalízate considera que la pertenencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián, a Greenpeace era «un hecho de gran incoherencia intelectual» y que abandonar la organización era «un paso necesario, sobre todo para la imagen de Greenpeace».

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