Sebastián califica de «leyenda urbana» el parón a las energías renovables desde Industria
«Desde que soy ministro, el ritmo de instalación ha sido de 3.000 megavatios (MW) al año. Con el anterior ministro era de 2.000, y no sigamos atrás en el tiempo», afirmó en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Sebastián indicó que la «apuesta por las renovables» continuará bajo dos premisas, que son la adaptación de su implantación a la evolución de la demanda eléctrica y la atención a la evolución de su curva de coste «para evitar problemas a la economía».
Por otro lado, anunció que Industria convocará una conferencia sectorial con las comunidades autónomas par supervisar la aplicación del nuevo plan de ahorro energético, cuya puesta en marcha será «sin coste» para las administraciones autonómicas.
Sebastián negó que haya habido «improvisación» en el lanzamiento de las medidas, pero sí dijo que hubo «prisas». «¿Que ha habido prisas? Claro, cómo no va a haberlas si estamos en una situación de emergencia en la que en diez días ha subido el petróleo tanto como en un año«, afirmó.
El ministro destacó que, pese a las prisas, el Gobierno ha «dialogado» con las comunidades autónomas y los municipios acerca de unas medidas que forman parte de un informe de recomendaciones del año 2005 de la Agencia Internacional de la Energía (AEI) llamado precisamente «Ahorrar petróleo en momentos de prisas«, por lo que defendió que «todas las medidas propuestas por el Gobierno no son ocurrencias», como dice el PP.
FAES no plantea ni una sola medida de ahorro energético
Por otro lado, el ministro de Industria acusó a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) de no incluir «ni una sola medida de ahorro energético ni en su política energética ni en el informe ‘Propuestas para una estrategia energética nacional‘» que presentaron el ex presidente José María Aznar y el ex diputado del PP y ex presidente de Endesa Manuel Pizarro.
De este modo respondió, en el Pleno del Congreso, al diputado popular Guillermo Mariscal, que le pidió que precisara cuál es el ahorro energético que se va a conseguir con la reducción de la velocidad a 110 kilómetros por hora en las autopistas.
Sebastián explicó que en España hay 12.000 kilómetros de autopistas y autovías, por las que circula el 48% de la movilidad interurbana de turismos. Se estima que una reducción de 10 kilómetros por hora en la velocidad de circulación por estas vías supone un ahorro energético medio de 0,72 litros cada 100 kilómetros por vehículo, indicó.
De este modo, con la medida de los 110 kilómetros por hora «se puede reducir el consumo energético en 2.434 kilotoneladas equivalentes de petróleo, es decir, en 18 millones de barriles al año, lo que representa un 3% del consumo anual de España y un ahorro de 1.400 millones de euros en importaciones de hidrocarburos, que irán destinadas al aumento de la renta nacional y del empleo», dijo el ministro. Este importe equivale al 60% del total de 2.300 millones de ahorro contemplados en el plan aprobado el viernes pasado por el Gobierno.
Preguntado por otras «ocurrencias», como la de quitarse la corbata o la de repartir a los ciudadanos bombillas de bajo consumo, Sebastián dejó claro que «la idea de la corbata no fue de este ministro, sino de un primer ministro japonés, liberal por cierto, que consiguió reducir el consumo de aire acondicionado, con un ahorro de 300 millones de litros de combustible en ese país».
Junto a esto, aseguró irónicamente que «la tontería» del reparto de 20 millones de bombillas está permitiendo ahorrar 600.000 euros al año. «Con eso pagamos los sueldos de los altos cargos del Ministerio», afirmó. Asimismo, puntualizó que el ahorro logrado con esta medida equivale al consumo de una ciudad de cerca de un millón de habitantes, «como Valencia».
En conjunto, las medidas urgentes de ahorro energético aprobadas por el Ejecutivo lograrán rebajar el consumo un 5% y ahorrar con ello 2.300 millones de euros. «Esto es 2.300 millones más de lo que ustedes han propuesto nunca. Ustedes no han hecho nada por el ahorro energético», recriminó el ministro a las filas populares.
Por su parte, Mariscal aseguró que la estimación económica sobre la reducción del límite de velocidad a 110 kilómetros por hora «no está clara» y acusó al Gobierno de tener solo afán recaudatorio con la medida.




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