Sebastián afirma que España no cerrará centrales nucleares seguras antes de que cumplan los 40 años

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, respondió así a una interpelación de Joan Saura Laporta, del grupo parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), en la última sesión de control del Gobierno en el Senado.

Saura inquirió al Gobierno sobre las medidas que piensa adoptar para hacer posible el cierre de las centrales nucleares y, en particular, las más antiguas.

Según Sebastián, el calendario previsto esta sujeto al cumplimiento de las normas de operación impuestas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y otros organismos rectores europeos e internacionales, revisadas y ampliadas tras el accidente de Fukushima, en marzo de este año.

La primera central española en cumplir la edad límite será Almaraz. «Algunas cerrarán antes o al cumplir los cuarenta años, según se ajusten a las nuevas normas de seguridad», dijo el ministro.

«Es un calendario tentativo, sujeto a las condiciones de seguridad. La nuestra es la actitud mas responsable y menos demagógica«, agregó, tras recordar que es el CSN, por decisión parlamentaria, el órgano responsable en materia nuclear en España.

La reducción de la energía nuclear «no se puede hacer de cualquier manera ni de la noche a la mañana», señaló Sebastián, tras recordar que el gobierno socialista mantuvo su compromiso electoral de favorecer la sustitución de la energía nuclear por energías limpias y menos costosas.

«Lo importante de este debate es que no se puede contemplar la energía nuclear como algo aislado, sino al mix energético de forma conjunta y hoy por hoy la energía nuclear en España es insustituible, nos guste o no nos guste«, subrayó.

Miguel Sebastián recordó que las centrales españolas tienen una media de edad de 28 años, «en línea o por debajo del resto del mundo» y que en la Unión Europea esa referencia es de 30 años.

«No podemos hablar de un parque envejecido en nuestro país», aseguró, aunque enfatizó que «la energía nuclear debe estar supeditada por la seguridad sin que nunca suponga un riesgo ni para la población ni para el medio ambiente».

Incumplimiento y opacidad

Asimismo, Saura responsabilizó al Gobierno de Zapatero «no haber cumplido» sus compromisos en materia nuclear. En este punto, recordó que el programa electoral del PSOE de 2004 contemplaba la sustitución gradual de la energía nuclear por las renovables en un plazo de 20 años, además de hacer alusión al anuncio realizado por Zapatero sobre la creación de un calendario de cierre de las centrales. «Lo sensato en base a los compromisos sería un calendario de cierre pero nadie en España sabe cuál es este calendario», insistió.

Por todo ello, lamentó «el incumplimiento repetido de los compromisos» del Gobierno y «la opacidad» por parte del ministro por no responder casi a una decena de preguntas escritas registradas en el Congreso al respecto.

Según Saura, cada 10 ó 15 años se producen accidentes nucleares pero, tras el accidente de Fukushima, «el mito de las nucleares se ha roto» porque, en su opinión, esta energía «no es barata ni segura». «La energía nuclear privatiza los beneficios y socializa las pérdidas», apostilló.

Por su parte, Sebastián recriminó a Saura no dar «una alternativa» a las nucleares. «No vale hablar solo del cierre porque eso es demagogia», enfatizó.

Industria prorrogará la licencia de Ascó

Sobre la central de Ascó, los reactores atómicos con mas incidencias registradas en su tiempo de vida (1983 y 1985), Sebastián recordó que cuentan con el visto bueno del CSN para que se renueve su licencia de funcionamiento, el próximo mes de octubre, por lo que el Gobierno prorrogará su permiso de explotación.

«Ni España, ni Cataluña, ni nadie» puede permitirse el cierre Ascó por lo que se va a conceder una prórroga a la central «sujeta a las condiciones de seguridad que impuso el CSN –o, de lo contrario, la prórroga quedaría en suspenso– y condicionada al informe de la Comisión Europea y a los test de estrés que se conocerán el próximo 31 de diciembre».

El titular de Industria aseguró que esta decisión «es la actitud más responsable y menos demagógica que necesita España y Cataluña».

Sin embargo, Saura enumeró algunas de las «incidencias y opacidades» sufridas por la central de Ascó como «el deterioro de la política de seguridad», en alusión a la fuga de partículas radiactivas que se produjo en 2007 «pero que se comunicó cuatro meses después».

Según Saura, el informe de seguridad dice que la central tiene deficiencias pero recomienda nueve cumplimientos de obligaciones y 12 instrucciones técnicas por lo que, a juicio del senador, «se renueva la concesión antes de que se cumplan los requisitos». «Sin conocer los test de estrés se va a conceder la renovación», advirtió el senador para quien «Ascó no ha superado la ITV».

Respecto a Garoña, que este año cumplió su ciclo de vida útil definido, el tiempo de 40 años para el que fue diseñada, goza de una renovación vigente hasta el 6 de julio de 2013.

El senador Saura aprovechó su intervención para subrayar los riesgos de la energía nuclear que «privatiza los beneficios y socializa las perdidas» y la «ingobernabilidad» de los accidentes y sus siempre incalculables consecuencias.

En España se cerraron ya la central de «José Cabrera», en Zorita, en 2006 y Vandellós I, cuya clausura fue dictaminada por orden gubernamental tras el incendio que registró el 19 de octubre de 1989, considerado el incidente nuclear más grave ocurrido en la historia del país.

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