Rusia se retira de la puja por la compra de las compañías de gas griegas
Un portavoz de Gazprom indicó a los medios de comunicación griegos desde Moscú que el grupo había tomado esa decisión al no obtener «garantías» de que la situación económica de Depa, ya ahora en dificultades, no se deteriorará aún más durante el proceso de privatización, que durará en torno a un año.
El viceministro de Energía y Medio Ambiente, Assimakis Papayioryiu, anunció que convocará una nueva licitación para Depa y añadió que desconoce los motivos que llevaron a Gazprom a no presentar una oferta vinculante.
Este lunes expiraba el plazo de presentación de ofertas vinculantes y en las últimas semanas la operación con Gazprom se había dado por segura.
El pasado fin de semana, los medios locales habían asegurado que solo quedaban pendientes por resolver algunos flecos, como, por ejemplo, si la compañía rusa accedía a bajar los precios del gas a Grecia.
Con esta adquisición Gazprom, que ya suministra el 90 por ciento del gas a Grecia, hubiera afianzado su poderío gasístico en el continente, inversión que la UE veía con recelo por temor a una todavía mayor dependencia del gas ruso.
Según informaciones de la prensa griega, uno de los motivos que hizo que la transacción fallase fue precisamente la negativa de la compañía rusa a reducir sensiblemente sus precios de gas a Grecia, país que paga en torno al 30% más por sus importaciones de gas ruso que el resto de la UE.
El único rival de Gazprom en esta licitación era hasta ahora el grupo M&M Gas, un negocio conjunto de las dos energéticas griegas Motor Oil y Mytilineos, que, sin embargo, tampoco parece haber presentado una oferte definitiva, algo que el fondo público encargado de las privatizaciones (Taiped, por sus siglas en griego) no confirmó ni desmintió.
Según los medios, en su última propuesta Gazprom había ofrecido hasta 900 millones de euros por Depa, frente a los 550 millones de M&M.
Concluido el plazo de licitación, tampoco ha habido una oferta vinculante por parte rusa para la empresa encargada de las redes de circulación de gas en Grecia, la Desfa, por la que había mostrado interés la compañía Sintez.
El viceministro de Energía confirmó que en esta licitación solo se mantiene en liza la compañía azerí Socar.
El fracaso momentáneo de estas operaciones supone un grave revés para el Gobierno tripartito dirigido por el conservador Andonis Samarás, que para este año se ha fijado como meta ingresar 2.600 millones de euros del programa de privatizaciones.



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