Rusia lanzará el proyecto gasístico South Stream pese a las presiones ejercidas por la Unión Europea
Según informó el diario «Kommersant«, el primer ministro, Vladímir Putin, presidirá la firma del acuerdo para el tendido de ese gasoducto, a través del mar Negro, informaron las agencias rusas.
El documento es una «garantía de la realización del proyecto», ya que estipula los derechos y obligaciones de los participantes en South Stream, que compite con el proyecto europeo Nabucco.
Precisamente, esta misma semana la Unión Europea concedió a la Comisión Europea el mandato para que negocie con Azerbaiyán y Turkmenistán el tendido de un gasoducto que traiga carburante a Europa desde la cuenca del Caspio eludiendo territorio ruso (Nabucco).
El presidente del consorcio gasístico Gazprom, Alexéi Miller, aseguró que el primer hilo del South Stream será puesto en marcha en 2015.
Este gasoducto, que es impulsado por Gazprom, tendrá un coste de 15.500 millones de euros, prácticamente el doble de los 8.600 millones que se preveía gastar inicialmente.
El gasoducto deberá bombear primero 30.000 millones y luego 63.000 millones de metros cúbicos de gas anuales de Rusia a Bulgaria, a través del mar Negro, y luego a los Balcanes y otras zonas de Europa.
Rusia ya concertó acuerdos con Bulgaria, Serbia, Hungría, Grecia y Eslovenia para el tendido y la explotación de los correspondientes tramos nacionales, e invitó a varios países europeos más.
Günther Oettinger, comisario europeo de Energía, criticó la pasada semana el South Stream, que lo describió como un intento de frustrar los planes europeos de crear el llamado Corredor Sur de gas.
Oettinger criticó la utilización del gas como «instrumento político de presión sobre Turkmenistán y Azerbaiyán», y advirtió de que la Unión Europea está dispuesta a reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos y acabar con el monopolio de Gazprom en Europa.
Por su parte, la Cancillería rusa criticó a Bruselas por pretender tender un gasoducto a través del Caspio, aduciendo que la Unión Europea no tuvo en cuenta la situación geopolítica de la región y la falta de acuerdo entre los países limítrofes sobre el estatus jurídico de dicho mar.
Moscú recordó que los cinco países del Caspio (Rusia, Irán, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán) acordaron que todos los asuntos fundamentales relativos a la actividad en ese mar deben ser consensuados y aprobados por los propios Estados ribereños.
La Unión Europea pretende recibir entre 45.000 y 90.000 millones de metros cúbicos de gas al año a través del mar Caspio, lo que equivale al 10-20% de la demanda que tendrá en 2020, a través del Corredor Sur.
Los Veintisiete buscan así evitar nuevas crisis de suministros de gas como la que afectó a varios países comunitarios en enero de 2009, a raíz de una disputa comercial entre Rusia y Ucrania.
Bruselas compra a Rusia el 25% del gas que consume y, de ese total, el 80% llega a los Veintisiete a través de territorio ucraniano (el 20% restante lo hace vía Bielorrusia).


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