Rousseff acepta la renuncia de la presidenta de Petrobras y toda su junta directiva por la corrupción

Rousseff y Graça Silva se reunieron este martes en el palacio Presidencial de Planalto y, según las fuentes, acordaron una agenda de salida de toda la dirección de la petrolera a lo largo del próximo mes de marzo.

Según dijo una fuente gubernamental al portal de noticias G1, Rousseff busca un nombre respaldado por el mercado para sustituir a la actual presidenta de Petrobras, quien a finales del año pasado ya puso su cargo a disposición de la mandataria cuando tomó más fuerza el escándalo de corrupción que afecta a la mayor empresa de Brasil.

Por su parte, la mayor empresa de Brasil informó que «su Consejo de Administración se reunirá el próximo viernes para elegir la nueva dirección ante la renuncia de la Presidenta (de la empresa) y de los cinco directores».

El Estado brasileño es accionista mayoritario en Petrobras, empresa que tiene acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires.

La permanencia de Foster al frente de la empresa más estratégica de Brasil era considerada inviable debido a que el escándalo de millonarios desvíos salpicó a varios exdirectivos que compartieron la dirección de la empresa con algunos que aún continúan, entre ellos la actual presidenta.

Las versiones de que Rousseff finalmente había aceptado la renuncia de Foster, con la que tiene una antigua amistad y a la que se negaba a destituir pese a diferentes presiones, provocó una fuerte subida de las acciones de la petrolera en la bolsa de valores de Sao Paulo en los dos últimos días. Las acciones preferenciales de la empresa subieron hasta un 15%.

Según versiones de la prensa, la salida no fue confirmada debido a que Rousseff aún no había decidido su sustituto, misión que encargó a su ministro de Hacienda, Joaquim Levy, a quien pidió que recomendase a alguien que tuviese aceptación en el mercado.

De acuerdo con versiones de la prensa, entre los candidatos para asumir la dirección de la empresa destaca el expresidente del Banco Central, Henrique Meirelles, ex titular del Bank of Boston.

Petrobras se encuentra envuelta en un escándalo de corrupción por sobreprecios, tráfico de influencias y sobornos de al menos una década, por el que están detenidos tres ex directores de la petrolera y los directivos de varias empresas que eran contratistas de la estatal.

Según la Fiscalía, los recursos desviados de millonarios contratos con diferentes empresas eran distribuidos entre diferentes partidos políticos, principalmente el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y otros de la alianza oficialista.

Según informó la semana pasada el Ministerio Público Federal, el dinero del que se tiene pruebas que fue desviado hasta ahora en las operaciones de corrupción suma unos 892 millones de dólares.

Petrobras presentó la pasada semana los resultados financieros del tercer trimestre de 2014, pero excluyó de su balance las pérdidas causadas por desvíos en el seno de la estatal, que cuenta con 85.000 trabajadores.

No obstante, la compañía estimó que sus activos fueron sobrevalorados en 34.500 millones de dólares por el aumento del precio de 31 contratos con constructoras y proveedores entre 2004 y 2012.

Esa cifra, sin embargo, incluye la apreciación de los activos provocada por variables como la tasa de cambio y otras, y no tiene en cuenta las pérdidas derivadas del pago de sobornos.

Fitch baja su nota en medio de crisis por corrupción

Por su parte, la agencia de calificación de riesgo Fitch bajó la nota de la petrolera brasileña, en medio de la crisis de la compañía estatal por un gran caso de corrupción.

Fitch rebajó la nota de Petrobras a «BBB-«, el escalón más bajo del grado de inversión, con perspectiva negativa, según informó la empresa multinacional.

Las tres grandes empresas de calificación de riesgo rebajaron las notas a Petrobras en los últimos meses y situaron a la petrolera brasileña en el nivel más bajo del grado de inversión, justo por encima de la nota de «bono basura».

Standard and Poor’s decidió mantener la nota de la petrolera en «BBB-«, después de haberla rebajado a esa posición el pasado diciembre.

La semana pasada Moody’s bajó todas las notas de Petrobras por las preocupaciones relativas a las investigaciones por corrupción y sus problemas financieros.

Las agencias de riesgo están preocupadas por las dificultades de Petrobras para captar fondos en los mercados financieros y sus posibles problemas de liquidez derivados de los escándalos.

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