Repsol iniciará las prospecciones en Canarias en el último trimestre del año y Rivero pide que se paren

A la salida de un encuentro con la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), y tras haber mantenido también un encuentro con los agentes sociales para explicarles su proyecto, Brufau incidió en que Repsol está pendiente de la autorización definitiva del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, una vez superado el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, para comenzar la explotación, que está en fase de alegaciones, cuyo plazo de 10 días finaliza esta semana.

Añadió que si se produce esta autorización «definitivamente», comenzará el proceso de planificación de la exploración, calculando que los sondeos puedan producirse de «no haber más barreras» en el último trimestre del año para investigar si hay o no hidrocarburos.

Así, precisó que en esas fechas aproximadas «habrá un barco de séptima generación» a 60 kilómetros de las costas canarias para «ver si somos capaces de encontrar petróleo o gas» en el entorno de los 800 ó 900 metros de profundidad, en un emplazamiento conocido como «Sandía».

El presidente de Repsol señaló que la base logística de las operaciones que se desarrollarán en esta zona del Atlántico estará situada en el puerto de La Luz y de Las Palmas.

Turismo e hidrocarburos «tienen que convivir juntos»

Brufau subrayó que una zona como Canarias, que «tiene un sector turístico de primerísima magnitud, no tiene que ser excluyente de otro, tienen que convivir juntos» al igual, puntualizó, que pasa en Noruega, California, Italia o Tarragona y añadió que este año se han producido 900 pozos y «no ha habido ninguna accidente».

En Cataluña, resaltó, se reciben 5 millones de turistas y tiene una plataforma a 40 kilómetros. Además, de incidir que en Tarragona conviven una refinería, un parque de atracciones, un complejo químico o un puerto industrial. «Esto es progreso, un territorio tiene que basarse en distintas áreas sin renunciar a la máxima calidad en ninguna de ellas», agregó.

Por ello, consideró que el sector turístico tiene que ver que «lo mejor que puede tener es que el territorio vaya a mejor y que vaya progresando y creciendo» porque evidenció que con el modelo actual «lamentablemente» la tasa de paro es «todavía muy alto, con lo que sería muy bueno complementar» aunque matizó que no sólo tiene que ser con el petróleo. «El sector de hidrocarburos es una oportunidad más, obviamente respetando el medio ambiente», apuntilló.

«El turismo está en todo el mundo no sólo en Canarias, el turismo de calidad está en Canarias y en otros sitios como Italia, California donde conviven armónicamente todos», reiteró.

Junto a esto, señaló que Repsol lleva en su «ADN» la seguridad, por tanto, afirmó que «riesgos de que esta actividad pudiese suponer derrames o algún tipo de accidente, ni se contempla», de ahí que consideró que «no debería ponerse a debate» este aspecto. «Todo lo que está haciendo la compañía lo hace de forma muy responsable», dijo.

Asimismo, informó de que Repsol perfora en estos momentos en el mar en otros cuatro o cinco puntos «más complejos» que los que pretende explorar entre Canarias y Marruecos, en cuanto a profundidad y características de las rocas.

Al ser cuestionado por la posibilidad de que el proyecto sea frenado por la justicia, Brufau fue claro, «si lo frenan, lo frenarán», para añadir que se trata de un plan que es «responsabilidad de España junto a las Canarias, también un proyecto de negocio de Repsol», pero afirmó que lo pueden hacer en el Golfo de México, en Noruega, en Colombia.

«Este es un proyecto muy importante. Si hay barreras jurídicas, pues no lo haremos pero será una pena para España y, sin lugar a duda, para Canarias», concluyó.

«Hay que desdramatizar»

Por otro lado, instó a desdramatizar el debate sobre el concepto del petróleo y el gas generado en Canarias, ya que a su entender la confrontación de opiniones debería girar sobre si existe o no. «A Repsol le preocupa que una cosa que puede ser tan positiva, tenga un debate que coarte. Desdramaticemos», apostilló.

Brufau señaló que primero «veamos si hay, y si hay veamos cómo ponerlo en valor», aseveró a los medios antes del encuentro con los empresarios.

Añadió que si se descubre petróleo, Repsol tendrá que ponerse a trabajar, y en este sentido afirmó que el plan de la empresa para Canarias «es ser mucho más activo» de cara a la sociedad, a lo que agregó que ellos pagan sus impuestos donde están. «Nuestro mejor proyecto es pagar impuestos», sostuvo.

Según el presidente de Repsol, en Canarias habría «un antes y un después», si se demuestra que existen esas fuentes de energía, «porque la riqueza que se podría derivar, como consecuencia de todo un sector de servicios y de la colaboración con compañías internacionales para desarrollar este proyecto, sería de primerísima magnitud y de miles de millones de dólares«. Todo ello aporta para Canarias «buenas señales».

También recordó que España no dispone de yacimientos energéticos importantes y que cada día importa hidrocarburos por valor de 100 millones de euros, por lo que si se determinara la existencia de gas o petróleo en esa zona del Atlántico, se reduciría la factura energética del país en una «cifra importante», por lo que defendió que, para Canarias, un posible descubrimiento de hidrocarburos no sólo representa ingresos fiscales, sino el desarrollo de una industria «muy potente» vinculada al sector del petróleo.

En este sentido, y respecto a las perspectivas de futuro, apuntó que por cada millón de euros invertido se generan entre dos y tres puestos de trabajo, por lo que cifró entre 3.000 y 5.000 los empleos que se pueden generar.

En relación a los impuestos sobre los que el ministro de Industria, José Manuel Soria, apuntó que Canarias podría tributar hasta 400 millones de euros con las prospecciones, Brufau señaló que Repsol paga los impuestos que le indican las autoridades, si bien indicó que las regalías, que cree que es a lo que se refirió Soria, en otras zonas de España no existen, «sería nuevo» y lo tendrán que decidir las autoridades, después Repsol «haría sus números».

Rivero pide a Brufau que suspenda su actividad en Canarias

Por su parte, un día antes, el presidente de Canarias, Paulino Rivero, pidió formalmente al presidente de Repsol que «suspenda su actividad» en las islas, durante una reunión en Madrid.

En declaraciones a los periodistas tras la entrevista, Rivero advirtió de que este asunto está creando un fuerte «desafecto» entre los canarios y el Ejecutivo central que exige, a su juicio, que Mariano Rajoy tome cartas en el asunto y «asuma el rol que le corresponde».

«Hay cosas que no se resuelven dejando correr el tiempo, el tiempo aquí corre en contra. Cada decisión que se tome es un mayor revulsivo a la contestación social en Canarias», alertó.

Ante esta situación, Rivero pidió una entrevista con el presidente del Gobierno y anunció que si las prospecciones son finalmente autorizadas pedirá en los tribunales la suspensión cautelar por riesgos «irreparables» al medioambiente.

El presidente canario explicó que en fechas recientes se reunió también con accionistas de referencia de Repsol, que coinciden en su preocupación por la creciente oposición social a las prospecciones.

La impresión de Rivero después de reunirse con Brufau es que Canarias no es una zona estratégica para Repsol y que es más bien el Gobierno central el que está empujando el proyecto hacia delante.

Preguntado por el cálculo del ministro Soria, que cifró entre 300 y 400 millones de euros anuales los ingresos fiscales que reportaría a Canarias la extracción de hidrocarburos, Rivero lo calificó de «humo» para «desviar la atención» y reiteró que «Canarias no se vende, Canarias se defiende, que es lo que están haciendo los ciudadanos y las instituciones canarias».

Brufau, por su parte, aseguró a Rivero que se van a poner todos los medios para garantizar que el proyecto es «absolutamente seguro» y que no habrá «ningún tipo de problema medioambiental y de derrames ni de nada que se pueda parecer», como hace Repsol en todas partes del mundo y en este caso «si cabe un poquito más» por tratarse de Canarias.

En cualquier caso, insistió en que puede garantizar que es «absoluta» la seguridad de que el proceso sea «perfecto y exacto» y no producirá «ningún tipo de impacto medioambiental».

El presidente de Repsol también le subrayó la importancia que tendría el proyecto para España y Canarias, porque de tener éxito en las exploraciones (el porcentaje de éxito oscila entre el 15% y el 20%) se haría una inversión de entre 13.000 y 14.000 millones de euros.

Además repitió que si lo que se encuentra es petróleo supondría para España el 10% de su consumo anual en un periodo de entre diez y veinte años, y si se tratase de gas supondría una entrada «muy importante» de esta fuente de energía para Canarias.

Tras recordar que «no es tan fácil» averiguar si es petróleo o gas lo que se puede encontrar en las estructuras que se pretenden explorar, admitió que «seguramente» hay más posibilidades de que lo que haya es petróleo «pero el gas también puede ser una realidad».

El proyecto es un «disparate»

Las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF lamentaron que Repsol tenga previsto realizar las prospecciones en el tercer trimestre del año y calificaron el proyecto de «sinsentido», «disparate», «error» y «desgracia».

Así, la directora de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, calificó de «sinsentido social, ambiental y económico» este proyecto por el riesgo ambiental al que se expone una zona «tan importante en biodiversidad».

«Es perpetuar un modelo energético totalmente desfasado. Hay que ir a por energías renovables y sobre todo en Canarias, donde tienen muchos recursos para desarrollar renovables», manifestó, al tiempo que lamentó que las multinacionales se agarren a un modelo «antiguo» para extraer gas o petróleo con técnicas «cada vez más impactantes».

Para el coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Paco Segura, denunció que en este proceso se han forzado todos los plazos, ya desde la declaración de impacto ambiental, que no esperó a que terminara el periodo de información pública. «Se habla de que el permiso de Industria, Energía y Turismo podría llegar esta misma semana, a pesar de que aún faltan alegaciones», advirtió.

Esto se debe, en su opinión, a que el Gobierno «está empeñado» en una política energética basada en los combustibles «del pasado» incluso pasando por encima de la voluntad del pueblo canario, que se ha manifestado en contra. «Es un tema de muy dudosa legitimidad democrática. Pueden forzar la legalidad, pero no la legitimidad», apostilló.

En este contexto, subrayó que de la plataforma Deep Water Horizon, en el Golfo de México, se decía que era la más moderna de la época; o que la central nuclear de Fukushima funcionaba bien y esto ocurre «hasta que los problemas llegan y los paga la población y el medio ambiente».

Para el portavoz de la campaña de energía de Greenpeace, Julio Barea, tanto el Gobierno como Repsol han seguido al pie de la letra una hoja de ruta y afirmó que para la ONG es «una auténtica desgracia poner al medio ambiente de Canarias y a su población, que se han manifestado clamorosamente en contra».

«No necesitamos petróleo para nada. No tiene sentido. El Hierro ya es independiente energéticamente, lo que demuestra que es posible abastecerse con renovables», añadió. Por último, criticó que este proyecto beneficia a los «intereses particulares y efímeros» de una empresa particular que «ni siquiera es española», en contra del clamor popular.

Por su parte, el técnico de aves marinas de SEO/BirdLife, Pep Arcos, recordó que cuanta mayor profundidad hay mayor riesgo de fuga o escape y manifestó que la ONG se opone a las perforaciones, a las que calificó de un «error», de modo que seguirán manifestándose en contra.

«Los riesgos son muy altos, la necesidad de pinchar ahí es inexistente. Estamos en el marco de una estrategia energética del Gobierno que es pésima, ya que se mantiene una apuesta por un modelo por combustibles fósiles que es un modelo obsoleto, mientras se ponen trabas a las renovables y a cualquier particular que pueda perjudicar a los oligopolios», sentenció.

Para Arcos, el beneficio económico potencial no compensa el riesgo para todas las actividades que dependen de este patrimonio como el turismo o la pesca.

Por último, el responsable del programa marino de WWF, José Luis García Varas, manifestó que para la ONG es «una muy mala noticia» que lleva mucho tiempo intentando evitar y, sobretodo en esta zona, por sus especiales características de su biodiversidad.

«Vamos a intentar por todos los medios, administrativos y judiciales, paralizar estas prospecciones que van totalmente en contra de la sociedad canaria y que son de todo punto de vista insostenible», indicó.

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