Rajoy continuará con la prioritaria reforma eléctrica y afirma que dos terceras partes del déficit del sector serán asumidas por las empresas

En su discurso, el presidente del Gobierno hizo referencia a los grandes males que afectan a la economía española: el excesivo déficit público, la falta de crédito en el sistema y la ausencia de competitividad. Atacando estas puntas de lanza España podrá «volver a senda del crecimiento, crear empleo y mejorar el bienestar de los ciudadanos», aseguró después de afirmar que muchas de las medidas tomadas hasta la fecha «no nos gustan», pero «no tenemos más remedio» y «no hay alternativa».

Según anunció, su acción de Gobierno se basará en desarrollar una ley de estabilidad presupuestaria, la creación de una ley de unidad del mercado, la puesta en marcha de una ley de emprendedores, la reforma de la ley de costas, el lanzamiento de un plan de lucha contra el fraude, la aprobación de una ley de educación y de la formación profesional y de otra para regular a las mutuas, entre otras.

En cuanto a la citada reforma del sector eléctrico, Rajoy aseguró que continuará con un proceso «prioritario, porque afecta a la competitividad» de la economía española y de sus empresas, así como «al bolsillo de los ciudadanos».

La reforma global energética estará aprobada en unas cuatro u ocho semanas y recogerá medidas de mayor calado en el sector con el objetivo de poner freno al déficit de tarifa, que es el desfase entre lo que cuesta producir la electricidad y lo que se ingresa por ella. Entre las medidas que el Gobierno podría estar barajando figuran una tasa nuclear o una tasa hidráulica para las eléctricas, una moratoria para todos los proyectos termosolares o incluso el incremento del tipo impositivo a las empresas energéticas.

Dentro de este contexto, Rajoy acusó duramente al Gobierno socialista por haber «dejado una deuda de 24.000 millones de euros» de déficit de tarifa en el sector eléctrico, una deuda «que hay que pagar» y que supone un «problema descomunal».

«No han sido capaces de actuar en ocho años», criticó Rajoy a los socialistas y advirtió de que «no se puede vivir en un país con una deuda de tal calibre». Por ello, aseguró que las dos terceras partes de este déficit las van a pagar las empresas eléctricas, una afirmación que contrasta con lo que hasta ahora mantuvo José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo.

Durante el último mes, Soria afirmó en más de una ocasión que la deuda del déficit tarifario se repartiría a partes iguales entre los consumidores, las empresas eléctricas y la administración. Sin embargo, las palabras del presidente del Gobierno vienen a desmontar esta teoría y a cargar sobre las espaldas de las empresas del sector eléctrico el sufragio de alrededor de 16.000 millones de euros.

De hecho, a mediados del pasado mes de marzo, el presidente del Gobierno aseguró que no cedería ante los grupos de presión porque su Ejecutivo «no se asusta por las presiones de los ‘lobbys’ ni de los no ‘lobbys», en referencia a una crítica del portavoz de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, que le acusó de no actuar con firmeza contra las eléctricas.

En aquella ocasión, Rajoy afirmó que el Gobierno sólo toma medidas pensando en el interés general de los ciudadanos y que estas iniciativas afectan en algún momento a las eléctricas, pero en otros momentos también pueden ir dirigidas a las entidades financieras o a las organizaciones empresariales y sindicales.

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