Putin denuncia que el corte del gas por Ucrania a las regiones rebeldes prorrusas «ya huele a genocidio»

«Por si no bastara con que allí, en Donetsk y Lugansk, se pasa hambre y con que la OSCE haya constatado que hay una catástrofe humanitaria, encima les cortan el gas. ¿Cómo se llama eso? Eso ya huele a genocidio», dijo Putin. El jefe del Kremlin recordó que, además de las milicias rebeldes, en los territorios rebeldes también viven «niños, mujeres y ancianos que nada tienen que ver con el conflicto». Putin añadió que los acuerdos de paz firmados hace dos semanas obligan a las autoridades ucranianas a garantizar el suministro de energía a los territorios controlados por los separatistas.

Por otro lado, el presidente ruso confirmó que el monopolio ruso Gazprom cerrará en tres días el grifo del gas a Ucrania si el Ejecutivo de Kiev no abona por adelantado su consumo previsto para el mes de marzo. «Lo que ya ha abonado la parte ucraniana da para tres o cuatro días de suministro. Si no hay prepago, Gazprom cortará el suministro en virtud del contrato», advirtió Putin, que reconoció que la medida «puede crear cierta amenaza para el tránsito del gas a Europa«.

La advertencia se produce en medio de la disputa sobre a quién facturar los suministros de Gazprom a los territorios del este de Ucrania controlados por los separatistas prorrusos, iniciados el día 19 después de que Kiev cortara el gas a esas regiones. El Gobierno de Kiev se niega a pagar por ese gas argumentando que no puede controlar ni los volúmenes ni el uso que le dan los sublevados.

Moscú, sin embargo, ya advirtió de que se cobrará el gas enviado a los territorios sublevados del dinero abonado por Kiev por los suministros de febrero. «Suministraremos hasta que haya dinero, incluidos por supuesto los volúmenes que, por motivos humanitarios, estamos transfiriendo en estos momentos, por una ruta alternativa, a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk«, dijo recientemente el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.

Bruselas exige cumplir los acuerdos

Por su parte, la Comisión Europea reiteró su preocupación por esta disputa y exigió a Rusia y Ucrania que cumplan con el llamado «paquete de invierno», el acuerdo alcanzado en octubre que permitió restablecer el tránsito de gas ruso a Ucrania hasta finales de marzo. «Tenemos informaciones contradictorias de ambas partes sobre el suministro de gas a las regiones de Donetsk y Lugansk. Mi propuesta es contabilizar por separado» esos suministros, sugirió el vicepresidente responsable de la Unión Energética, el eslovaco Maros Sefcovic, que anunció que pretenden una reunión a tres bandas con Rusia y Ucrania, para tratar este asunto.

El vicepresidente para la Unión Energética dejó claro en todo caso que esperan «garantías de que el tránsito de gas a la Unión Europea funcione como ha estado funcionando hasta ahora«. Alrededor de un tercio del gas que consume la Unión Europea, que ya vivió sendas crisis de gas en 2006 y 2009, proviene de Rusia y aproximadamente la mitad viene a través de Ucrania.

Rusia cortó el suministro de gas a Ucrania en junio debido a las facturas impagadas de Kiev y el desacuerdo sobre el precio de suministros futuros, aunque posteriormente cerraron en octubre un acuerdo gracias a la mediación de Bruselas para poner fin al conflicto y garantizar la seguridad de suministro durante el invierno, hasta marzo. En virtud del pacto, Kiev se comprometió a pagar un total de 3.100 millones de dólares en concepto de facturas de gas atrasadas y Gazprom, a suministrar gas a Ucrania por un precio de 385 dólares por 1.000 metros cúbico previo pago adelantado por Kiev.

Además, también se pronunció el comisario de Energía, Miguel Arias Cañete. «Rusia seguirá siendo un socio de la Unión Europea. Seguirá siendo un gran suministrador para la Unión Europea. Queremos tener las mejores relaciones con Rusia, pero queremos diversificar nuestros proveedores de gas en la Unión», señaló Arias Cañete, al presentar medidas para crear una verdadera Unión Energética. «Es por ello que, como South Stream fue cancelado, tenemos que desarrollar un corredor sur, tenemos que tener un contrato de gas con Azerbaiyán y en el futuro, si es posible, con Turkmenistán, y tener diferentes suministradores» a fin de garantizar el suministro de gas a la Unión Europea, explicó el comisario.

Cañete añadió que «vamos a seguir manteniendo un contacto estrecho con nuestros suministradores actuales, si bien ampliaremos su número y diversificaremos las rutas para el suministro, y trataremos de desarrollar una estrategia de gas natural licuado con el fin de tener un elemento adicional de seguridad del suministro«. Además Sefcovic, subrayó por su parte la importancia para la Unión Europea de «diversificar rutas y fuentes» energéticas. Por ello, recordó que recientemente se fijaron los objetivos de que cada Estado que ahora está en una «situación difícil» por su dependencia de Rusia, «debería desarrollar interconexiones que les permita recibir gas de al menos tres diferentes fuentes«.

Preguntado por qué sería mejor hacer contratos con países como Turkmenistán, Azerbaiyán o Irán, que con Rusia, ni Cañete ni Sefcovic respondieron y se limitaron a destacar los beneficios de una diversificación de suministradores. «Esperemos que haya una solución en las negociaciones con Irán y estabilización en Irak», señalo Sefcovic, quien añadió que podría seguir enumerando países ricos en hidrocarburos que «suministrarían a Europa con el gas necesario». «Esta diversificación tiene una relevancia estratégica muy importante, porque daría a Europa la oportunidad de elegir, de seleccionar un suministro fiable y de negociar mejores precios», explicó el vicepresidente de la Comisión.

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