Prado pide una remuneración del mercado para inversiones, porque el actual modelo «no es sostenible»

En la Junta General de Accionistas de la empresa, Prado afirmó que «el momento desinversor toca su fin; lo contrario que las inversiones». En 2010 la compañía hizo inversiones por valor de 2.211 millones de euros en España y de 1.197 millones de euros en Latinoamérica (3.400 millones de euros en total).

«Con o sin crisis, Endesa va a mantener los planes de inversión previstos en su plan estratégico, es decir, 10.345 millones de euros en los próximos cinco años«, dijo el presidente de la empresa. A su juicio, las estrategias deben ser flexibles y, por eso, «si las circunstancias del mercado lo permiten, tenemos planes alternativos para incrementar las inversiones orgánicas y corporativas» en la península Ibérica y Latinoamérica.

En este sentido, Prado dejó claro que «queremos invertir. Pero vamos a ser prudentes. Si tenemos mercados que ofrecen posibilidades de inversión y que conocemos bien, no tendría sentido ir a conocer otros nuevos, como países emergentes, o volver a Europa (nuestro mayor accionista ya está en Europa). Donde estudiamos más de cerca invertir es en los países de Latinoamérica donde estamos», además de en España. «Dada la especial relación entre España y América Latina, no debemos de distraer nuestra atención a otros países, sino concentrarnos en una región que ofrece muchas y grandes oportunidades».

Prado aludió también a la situación de la economía española, que ha hecho que el sector eléctrico «acepte apretarse el cinturón» por el bien del país, y advirtió, sin hacer alusiones concretas, de que «parece que otros agentes no quieren asumir lo que les corresponde y con su actitud están poniendo en grave riesgo la eficacia las medidas de reforma del sector».

Asimismo, el presidente de Endesa, abogó por «profundizar en la liberalización de precios» y por un sistema de tarifas «sólo para casos excepcionales». «Las tarifas reguladas acaban generando un déficit que tarde o temprano acaban pagando otros consumidores», advirtió.

«Ningún sistema funciona a largo plazo si no contempla una remuneración de mercado para las inversiones. Este no es un modelo sostenible porque llegará el momento en el que no habrá dinero para financiar inversiones«. En España llevamos demasiados años, casi una década, con una remuneración de las inversiones inferior al coste de capital. Este no es un modelo sostenible, porque llegará el momento en el que no habrá dinero para financiar las inversiones», advirtió Prado.

Según Prado, «producir energía limpia y renovable puede solucionar varios problemas, pero puede crear otros tan perjudiciales o más si al producirla provoca una convulsión de los costes del sistema. Si algo hemos aprendido en las crisis energéticas de los últimos 50 años es que los modelos energéticos sostenibles requieren estabilidad en los precios y en los costes», dijo.

Para Prado, «sería imperdonable que no aprovecháramos los miles de millones de euros invertidos en las instalaciones actuales» (como las térmicas), mientras «la tecnología consigue mayor productividad para las instalaciones del futuro».

Prado también reclamó que el Gobierno siga avanzando en el camino de las reformas para potenciar la competitividad en tres ejes: armonización del mercado interior, flexibilidad laboral y acercamiento entre la empresa y la Universidad. Además, añadió que «a quienes nos gobiernan, les pido constancia en las reformas que han emprendido».

Con todo, se declaró satisfecho con algunas de las decisiones puestas en marcha por el Ejecutivo, con las que «por fin se ha atendido a muchas de nuestras demandas». En este sentido mencionó el fin de la revisión de los costes del sistema (acabando con la inseguridad jurídica y financiera); el mecanismo de retribución del negocio de la distribución en función de las inversiones realizadas y no sobre crecimientos de la demanda; y el hecho de que los reguladores «hayan entendido el nuevo papel que juegan las plantas térmicas como respaldo de las renovables; ahora sólo queda una regulación pendiente con ese entendimiento».

El presidente de la eléctrica aludió a la adecuación de los límites del déficit de tarifa a «una senda más realista», poniendo su punto y final para 2012. A día de hoy, Endesa ha cobrado más de 3.000 millones de euros y confía en titularizar el resto pendiente (unos 4.000 millones) antes de fin de año.

Sobre la energía nuclear y las lecciones aprendidas del accidente de Japón, dijo que «nos ha enseñado que en la gestión de crisis de este tipo es fundamental actuar con prudencia, sin dejarse llevar por condicionamientos electorales de muy cortas miras, como hemos visto atónitos en algunos países europeos».

Defendió además que, si queremos reducir la dependencia energética y al mismo tiempo cumplir con los compromisos de Kyoto, «tendremos que seguir utilizando la energía nuclear».

También hizo referencia a las energías renovables y a la integración de las energías verdes de Endesa en Enel Green Power, que generó plusvalías brutas de 1.043 millones. «Mientras algunos competidores dan pasos hacia atrás, nosotros hemos sacado Enel Green Power al mercado. Creemos en las energías renovables como una seria apuesta a largo plazo, no como una moda coyuntural», afirmó. Asimismo, subrayó la apuesta de la empresa por el vehículo eléctrico.

En cuanto al ejercicio 2010, Prado lo calificó de «excelente», ya que Endesa alcanzó los mejores resultados de su historia (con un beneficio neto de 4.129 millones de euros, un 20% superior al del año previo). «Son sencillamente espectaculares», sostuvo.

Sobre la base de estos resultados, el Consejo de Administración de la compañía propone a la Junta un dividendo bruto total de 1,017 euros por acción (0,5 euros por título se distribuyeron el pasado enero).

Finalmente, Prado sostuvo que los directivos de Endesa y Enel (a los que aludió expresamente y agradeció su labor) «han sabido sacar buen provecho de la circunstancia de pertenecer a un mismo grupo empresarial», con unas sinergias que la empresa cifra en 848 millones de euros, sólo para Endesa, que «tienen su reflejo en los resultados de este año y lo tendrán en los venideros».