Polonia y Rusia acuerdan los términos de suministro de gas
Aunque ya se ha alcanzado el entendimiento, todavía falta que las gasísticas Gazprom (rusa) y PGNiG (polaca) firmen el consiguiente contrato.
Los términos del acuerdo no se dieron por el momento a conocer, aunque los principales puntos de disenso entre ambos países eran el volumen del suministro y la duración del contrato.
Polonia pretendía aumentar el suministro de gas ruso hasta los 10,2 millones de metros cúbicos anuales y ampliar a quince años el contrato existente, hasta 2037.
Actualmente Polonia importa alrededor del 60 por ciento del gas que consume, fundamentalmente desde Rusia, a la que compra cada año unos 8.000 millones de metros cúbicos de ese combustible, que llega a través de los gasoductos que atraviesan Ucrania y Bielorrusia.
En enero de este año las disputas entre Rusia y Ucrania, principal país de tránsito del gas ruso, provocaron un corte de suministro que afectó a gran parte de Europa, mientras el invierno hacía caer las temperaturas por debajo de los veinte grados bajo cero y se disparaba el consumo.
Uno de los principales objetivos del ejecutivo polaco que preside Donald Tusk es cerrar acuerdos con países suministradores que permitan a Polonia alcanzar cierta estabilidad energética, como Qatar, con quien el pasado verano Varsovia firmó un contrato para importar gas licuado durante un periodo de veinte años.
Rusia no sube el precio del crudo y el gas a Bielorrusia
Asimismo, Rusia anunció que a pesar de la crisis mantendrá su vital asistencia económica a Bielorrusia y en 2010 no le subirá, como tenía previsto, los actuales precios privilegiados para el petróleo y el gas ruso.
«Hemos aplicado y seguiremos aplicando una política encaminada a apoyar a la economía de Bielorrusia«, declaró el presidente ruso, Dmitri Medvédev, tras una cumbre en el Kremlin con su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko.
La reunión entre ambos presidentes se prolongó varias horas más de lo previsto, y en la misma participaron también los primeros ministros ruso, Vladímir Putin, y bielorruso, Serguéi Sidorski.
Medvédev indicó que en la reunión se estudió un «plan de acciones conjuntas para minimizar las consecuencias de la crisis financiera global» que ha golpeado duramente a ambos países, sobre todo a Bielorrusia, la última economía planificada del continente.
El jefe del Kremlin reconoció que los dos países afrontan «complicadísimos problemas de recuperación económica, para salir de la difícil situación en la que se encuentran ambos economías», según la agencia Interfax.
Agregó que en la reunión «se trataron asuntos complicados y se expusieron posturas discutibles», pero también «se llegó a compromisos».
A cambio de mantener esas relaciones comerciales privilegiadas, el líder ruso instó a Bielorrusia a ratificar sin demora los acuerdos de cooperación militar firmados, como el que apunta a crear un espacio común de defensa aérea.
La anterior negativa de Rusia de seguir manteniendo a flote la economía de Bielorrusia había obligado a Lukashenko, considerado por EEUU «el último dictador de Europa» a buscar una normalización de sus relaciones con la Unión Europea para romper el actual aislamiento de su país.



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