Peña Nieto propone cambios en la Constitución para modernizar el sector energético de México

En un tema muy sensible para los mexicanos, el mandatario citó una reforma del artículo 27 de la Carta Magna del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), que en 1938 realizó la expropiación petrolera, para abrir la puerta a los contratos de utilidad compartida con el sector privado.

Con esta reforma, tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) «se mantienen cien 100% como propiedad de la nación. (…) No se venden ni se privatizan», apuntó Peña Nieto.

El objetivo de la iniciativa, presentada al Senado mexicano, es fortalecer y modernizar ambas compañías para que vuelvan a ser «empresas de vanguardia», así como abaratar el coste energético para las empresas y las familias.

La iniciativa de reforma confirma la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos y permitirá al país aprovechar sus abundantes recursos energéticos bajo la estricta rectoría del Estado, afirmó el titular del Ejecutivo en acto celebrado en la residencia de Los Pinos.

Además prevé un nuevo régimen fiscal para Pemex, la reorganización de su estructura en dos subsidiarias, una mayor autonomía de gestión y un gobierno corporativo «eficaz y moderno».

Incluye también el compromiso de una mayor transparencia y rendición de cuentas sobre las obras, adquisiciones y contratos de utilidad compartida.

El mandatario reconoció que por la «rigidez» del marco constitucional vigente, el sector petrolero «perdió dinamismo y, más grave aún, competitividad», algo que ahora se tratará de remediar con una reforma clave entre las estructurales que pretende promover desde que asumió el poder el 1 de diciembre pasado.

El coste de no inversión en Pemex «fue sacrificando su especialización y consecuente desarrollo tecnológico», dijo Peña Nieto, quien pretende cambiar dicha situación con los «contratos de utilidad compartida con el sector privado».

«Gracias a las innovaciones tecnológicas globales y a trabajos de exploración ejecutados por Pemex, sabemos que México tiene la oportunidad de un nuevo crecimiento energético», apuntó.

«Contamos con vastos recursos que se encuentran en yacimientos no convencionales, es decir en aguas profundas, en formaciones de lutitas de donde se puede extraer petróleo y gas shale», indicó.

En materia petrolera en particular sostuvo que se buscará que la producción crezca de unos 2,5 millones de barriles de petróleo crudo diarios actuales, a 3 millones en 2018 y a 3,5 millones en 2025.

Peña Nieto destacó que «México se encuentra ante una oportunidad histórica» de impulsar una reforma «capaz de transformar y elevar la calidad de vida de los mexicanos», toda vez que creará «cientos de miles de nuevos empleos» y abaratará el coste de la luz y el gas para las familias y las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

Pemex, joya de la corona del Gobierno mexicano, ante reto de su modernización

La petrolera estatal Pemex, creada el 7 de junio de 1938, es la mayor compañía de México y, por sus ingresos, la décimo tercera mayor empresa del continente americano.

En 2012 Pemex obtuvo ingresos totales por 126.000 millones de dólares, el mayor nivel de su historia debido a la estabilidad de su plataforma de explotación y a los altos precios internacionales del crudo, lo que supuso un incremento del 28,9% respecto a los 98.200 millones de dólares de 2008.

No obstante, sus ingresos distan mucho de los registrados por las petroleras estadounidenses Exxon Mobil, con 452.900 millones de dólares, y Chevron, con 245.600 millones de dólares.

La brasileña Petrobras, que en 1997 dejó de ser un monopolio para convertirse en una empresa mixta con un 38% de su capital en manos del Estado y el resto en manos privadas, registró el año pasado ingresos de 145.900 millones de dólares.

A nivel mundial Pemex se sitúa por sus ingresos en el lugar 34 de las mayores empresas, de acuerdo con el ranking de la revista Fortune.

Pemex es una empresa rentable cuyos ingresos brutos sumaron 62.600 millones de dólares en 2012, mientras que su rendimiento antes de impuestos, intereses, depreciación y amortización (ebitda) ascendió a 88.000 millones de dólares.

Sus ingresos son equiparables a la suma de los de las cinco principales compañías privadas del país: América Móvil, Walmart de México, Femsa, Cemex y Alfa, de acuerdo con un listado de la Bolsa Mexicana de Valores.

Además, la rentabilidad del gigante petrolero medida por su ebitda supera la cifra acumulada de más de dos decenas de empresas registradas en la bolsa.

Desde su origen, Pemex se convirtió en la columna vertebral de las finanzas públicas y ha aportado desde entonces más de una tercera parte de la recaudación fiscal, cifra que ha fluctuado debido a los precios internacionales entre el 31 y el 38% en los últimos siete años.

Asimismo, la contribución al PIB de los ingresos petroleros se ha situado entre el 8,7 y el 7,4% en el mismo periodo.

Según la información corporativa, Pemex es el quinto productor de crudo del mundo, ocupa el undécimo lugar como empresa integrada, el décimo tercero en reservas de crudo, el décimo séptimo en producción de gas y el décimo tercero en capacidad de refinación.

La producción de Pemex como empresa sólo es superada por la Saudi Aramco, la National Iranian Oil Company (NIOC), la China National Petroleum Corporation (CNPC) y la Kuwait Petroleum Corporation (KPC).

Pemex se convirtió en uno de los más importantes exportadores de crudo en 1974, gracias a los descubrimientos y explotación del yacimiento de Cantarell, en la Sonda de Campeche en el Golfo de México, cuyas reservas alcanzaron los 40.194 millones de barriles.

La producción de crudo alcanzó su máximo histórico en 2004, cuando llegó a un promedio diario de 3,38 millones de barriles diarios, aunque a partir de ese año comenzó a descender hasta estabilizarse en 2010, gracias a las inversiones para restituir las reservas.

En 2011 la producción bajó hasta los 2,55 millones de barriles, nivel en el que se ha mantenido en los últimos dos años, aunque en 2012 se logró una tasa de restitución de reservas del 104,3%, según las cifras oficiales.

La empresa Pemex se formó a partir de la expropiación de 17 empresas inglesas y estadounidenses el 18 de marzo de 1938 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, después de un conflicto laboral con esas compañías, lo que generó un sentimiento nacionalista en la mayoría de la población.

Desde entonces la petrolera ha sido un símbolo que pesa en la conciencia social histórica de México y es una bandera que genera fuertes discrepancias políticas cuando se propone su apertura al capital privado.

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