Pemex y Repsol sellan una alianza estratégica y condicionan al 10% el peso de la mexicana en la española

Según comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ambas compañías se comprometieron a negociar una «alianza industrial estratégica» que contribuya al mejor desarrollo de sus planes empresariales y «permita establecer vías y mecanismos para la cooperación mutua».

Entre los detalles del acuerdo -que durará 10 años y que supone la vuelta a la normalidad de las relaciones tras meses de tensiones- está el apoyo expreso al plan estratégico y a la estructura actual de gobierno en Repsol, así como «la evaluación de las oportunidades de negocio que puedan resultar de interés mutuo».

La alianza se asentará sobre los principios de «reciprocidad, beneficio y colaboración mutuos, vocación de largo plazo y no exclusividad», según informaron.

No obstante, advirtieron de que el «desarrollo y conclusión del proceso de negociación objeto del referido acuerdo de intenciones están supeditados al cumplimiento de los trámites y procedimientos establecidos en sus respectivas normativas internas para la aprobación de una alianza estratégica y, específicamente, a la aprobación de la misma por los órganos sociales en cada caso competentes».

La alianza, planteada en el Consejo de Administración celebrado por Repsol, abarcará las áreas de negocio de exploración y producción (Upstream) y Gas Natural Licuado (GNL) en América y de refino y comercialización (Downstream) en América, España y Portugal.

De hecho, con el fin de impulsar y realizar el seguimiento de la alianza, se constituirán un Comité Estratégico, un Comité de Upstream y GNL y un Comité de Downstream, todos ellos con representación paritaria de Pemex y Repsol y con funciones consultivas e informativas.

Asimismo, Pemex contará con Repsol como aliado en México para evaluar y promover las oportunidades de negocio que puedan resultar de interés mutuo.

Pemex controla actualmente el 9,49% de Repsol tras ampliar el verano pasado su participación en virtud del acuerdo alcanzado con Sacyr, en ese momento el máximo accionista de Repsol con un 20%, y que terminó rompiéndose en diciembre.

Este pacto, por el que las dos empresas unían sus participaciones y cuestionaban la gestión de Repsol, tensó las relaciones de Pemex, un accionista industrial histórico, con la petrolera española.

Pemex reconoció que este acuerdo es resultado de la sesión del Consejo de Administración que celebró el pasado 6 de enero y en la que se «acordó normalizar las relaciones con Repsol y buscar establecer acuerdos de colaboración de largo plazo».

La semana pasada, el ministro mexicano de Energía, Jordy Herrera, que es también consejero presidente de la petrolera estatal Pemex, se reunió en Madrid con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, para avanzar en la normalización de las relaciones.

Reforma del gobierno corporativo

Por otra parte, la empresa informó sobre la reforma del Gobierno Corporativo de la sociedad para reforzar las medidas de protección del interés social de ésta en casos de conflictos de interés, derivados de operaciones vinculadas y situaciones de competencia.

Así, el Consejo de Administración acordó por unanimidad proponer a la Junta General de accionistas la modificación de los Estatutos sociales y modificar el Reglamento del Consejo de Administración.

De este modo, se reforzarán las garantías aplicables a operaciones vinculadas, especialmente relevantes, entre la sociedad y sus accionistas significativos o consejeros, de forma que deban ser aprobadas por la Junta General de accionistas con una mayoría reforzada del 75% del capital social presente y representado.

No obstante, se contempla la posibilidad de que, cuando concurran razones de oportunidad que aconsejen no esperar a la celebración de la próxima Junta General, la operación podrá ser aprobada por el Consejo de Administración con el voto favorable de los dos tercios de los consejeros no incursos en conflicto de interés, previo informe favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones.

Asimismo, se procederá a la modificación de la regulación de la obligación de no competencia de los consejeros, permitiéndose su dispensa bajo determinadas condiciones.

También se prevén determinados supuestos que quedan fuera de la prohibición de competencia, entre los que se cuenta, singularmente, el de aquellas sociedades con las que Repsol YPF mantenga una alianza estratégica.

En otra línea, se propone eliminar en los estatutos sociales la limitación al número máximo de votos que puede emitir un mismo accionista.

Finalmente, Repsol comunicó la sustitución de Jose Manuel Carrera Panizzo por Marco Antonio de la Peña Sánchez como representante persona física del consejero Pemex Internacional España en el Consejo de Administración de Repsol YPF.

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