Nuclenor tomará acciones legales para defender la continuidad de Garoña
La decisión tomada por el Gobierno supone apartarse de las condiciones que exige Industria para renovar el acuerdo de explotación de una central nuclear, según Nuclenor.
Asimismo, cree que Garoña debe funcionar hasta el 2019, tal y como recomendó en su dictamen el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), ya que cumple los requisitos de seguridad y fiabilidad, cuenta con un equipo humano comprometido, y es fundamental para el sistema eléctrico nacional en términos de suministro, emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y para el desarrollo económico y social.
Por su parte, Endesa -compañía integrada junto con Iberdrola en Nuclenor- espera a conocer el contenido completo de la orden ministerial relativa al cierre, así como las condiciones incluidas en la misma para manifestar su posición al respecto.
Si bien añaden que la energía nuclear es una más a considerar en el ‘mix’ energético español, ya que un país moderno, competitivo y avanzado no puede prescindir de una tecnología «puntera» en cuanto a I+D, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
Una posición que también comparte la patronal del sector eléctrico UNESA, que se remite a las opiniones ya expresadas al respecto, contrarias al cierre de las instalaciones nucleares todavía útiles, y espera a conocer en detalle la orden ministerial para manifestarse sobre la decisión del Gobierno de clausurar esta central.
Una inversión de más de 50 millones hasta 2013
Asimismo, Nuclenor tiene previsto invertir más de 50 millones de euros en el mantenimiento de esta planta hasta su cierre definitivo en el año 2013.
Aunque Garoña está diseñada para funcionar durante cuarenta años (hasta 2011), la actividad o «vida útil» de esta central puede alcanzar e incluso superar los sesenta años con unos niveles de seguridad «aceptables», según el director del Área de Ingeniería de Nuclenor, René A. Fernández.
En un artículo publicado en la página web de Nuclenor, Fernández estima que para mantener Garoña cuatro años más, Nuclenor tiene que invertir cincuenta millones de euros (16,5 millones en 2010; 18,1 millones en 2011; 12 millones en 2012, y otros diez millones en 2013) que se dedicarán a gastos generales, planes de protección radiológica y de eliminación de residuos, y programas de fiabilidad de los equipos, entre otros.
Al margen de la inversión prevista por la empresa para la continuidad de Garoña, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) especificaba en un reciente informe (aprobado el pasado 24 de junio) las condiciones específicas que Garoña tendría que cumplir para prorrogar su actividad.
Según este informe, para una renovación de dos años (hasta 2011), Garoña no tendría que cumplir unas condiciones especiales, pero para una renovación más amplia (como la aprobada por el Gobierno), la central debería realizar mejoras en el aislamiento de la contención, en la independencia de los sistemas eléctricos, y en la protección contra incendios.
Además, este organismo recomendaba a Garoña mejorar su sistema de notificación de la salida de «bultos» de residuos radiactivos y materiales fisionables fuera de la central, y remitir información periódica al CSN sobre las actividades y las inversiones en la vida útil de la central.


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