Navarro afirma que «todos los radares» ponen menos multas con el límite de 110 km/h
Tras clausurar la jornada «El tráfico como riesgo laboral. Medidas preventivas«, organizada por la Comunidad de Madrid y el RACE, Pere Navarro señaló a los periodistas que «la gente corre algo menos y no pasa nada».
Navarro se refirió así a un informe oficial, según el cual las denuncias de los radares fijos por superar los 110 kilómetros por hora descendieron un 62% en la primera semana de entrada en vigor de la medida.
«En general, se han reducido (las multas) de todos los radares», recalcó Navarro, quien añadió que «la gente corre menos» porque «ha entendido» el motivo por el que el Gobierno ha rebajado el límite de velocidad, con el fin de disminuir la factura energética.
Navarro señaló que una subida de 10 dólares del barril de petróleo «nos cuesta a todos los españoles y a todo el país 6.000 millones de euros» y que «todo esto puede ir a parar a las petroleras».
En este sentido, consideró «un buen indicador de que poco a poco el ciudadano reduce la velocidad algo y no pasa nada» el hecho de que representantes de las estaciones de servicio hayan recalcado que han bajado las ventas de carburante.
Por otro lado, Navarro consideró lógico que «si se reducen las velocidades», también «se reduzcan los accidentes, o al menos la gravedad de las lesiones por los accidentes. Lo que pasa es que necesitamos un tiempo largo para poderlo comprobar».
Barcelona estudia prohibir la circulación de los vehículos de más de 10 años
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona estudia prohibir la circulación de los vehículos con más de 10 años de antigüedad (que son el 3% de los coches que circulan) para reducir la contaminación del aire que afecta a la salud y que está causada por los dióxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas PM10, afirmó la quinta teniente de alcalde y responsable de Medio Ambiente, Imma Mayol.
Se trata de una de las medidas que se incluyen en el Plan de Energía, Cambio Climático y Calidad del Aire 2011-20, que incluye 108 proyectos, y que pretende ahorrar un 9% del consumo energético, un 16% las emisiones de los gases que ayudan al cambio climático, un 25% en emisiones de NOx y un 41% de las de PM10, objetivos que toman como base los datos del 2008.
Sin embargo, el consistorio aplicará medidas más inmediatas para reducir la contaminación del aire dañina para la salud, empezando por sensibilizar con radares ambientales que informen a los conductores de las emisiones de NOx y PM10 de sus vehículos, para lo que se fotografiará la matrícula con el fin de que después reciban en casa los datos sobre cuánto emiten. Asimismo, pedirá a los ministerios de Industria y de Medio Ambiente que en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se controlen estos contaminantes y evitar que circulen los que emitan más, además de crear un plan para renovar los vehículos más antiguos, y que el consistorio ha denominado E-renove.
De hecho, se rechazó instalar un peaje de entrada a Barcelona al estilo Londres, pues «no es equitativo» y no controla emisiones. Lo que si quiere, por el contrario, es que los barcos se alimenten con electricidad mientras están en el Puerto atracados porque están siempre con los motores en marcha; y, en energía, una prueba piloto con mini centrales eólicas en tejados de edificios y subvencionar la reforma de viviendas energéticamente eficientes.
Mayol estimó que este proyecto puede costar 688 millones de euros –el Ayuntamiento podría asumir 217 millones, unos 22 anuales–, lo que supondrá una subida del 0,97% del PIB del Barcelonès y crear 900 empleos anuales en la comarca.
Por primera vez se ha juntado en un mismo plan la lucha contra el cambio climático, el ahorro energético y la mejora de la calidad del aire, y el tripartito y el nuevo Govern –que a principios de verano presentará su nuevo plan energético y de calidad del aire– consideraron la propuesta barcelonesa «idónea» para usarla como base para la región metropolitana, concluyó la edil.




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