Natixis tendrá que mostrar al juez su contrato de derivados con la constructora ACS

Esta comparecencia forma parte del juicio de impugnación entablado por la eléctrica contra las cuentas del ejercicio 2009 de la constructora, a la que acusa de ocultar pérdidas brutas de 405 millones de euros.

El titular del juzgado fijó esta fecha después de que el banco de inversión francés anunciase que no iba a acudir a declarar en la vista que se había establecido inicialmente para el pasado 16 de diciembre.

La eléctrica vasca, en la que ACS controla más de un 20% de su capital, había pedido en la vista previa que Natixis diese a conocer el precio y el coste de renegociación de este contrato confidencial de derivados («equity swap»), ya que considera que son relevantes de cara al proceso judicial que se iniciará el 5 de abril de este año.

Según Iberdrola, entre el 1 de enero y el 23 de febrero de 2009, cuando se hizo la novación del «equity swap», las acciones comprendidas en este contrato deben contabilizarse como derivados, por lo que, al disminuir la cotización de los títulos de la eléctrica, las cuentas de ACS deberían reflejar una pérdida de 301 millones.

El pasado lunes, el grupo constructor y de servicios notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había aumentado su participación en la eléctrica hasta un 20,2% de su capital social, cumpliendo así con el objetivo que se había propuesto su presidente, Florentino Pérez.

Con este porcentaje, ACS no solo confirma su condición de accionista mayoritario en Iberdrola, sino que además supera en peso al resto de accionistas de referencia de la compañía, como Bancaja y BBK, que poseen un 7,1 % y un 5,7 % respectivamente.

La constructora controla de forma directa un 3,8 % de la eléctrica, y otro 16,3 % de forma indirecta, por medio del contrato de derivados y de las participaciones de cuatro filiales – Residencial Montecarmelo, Villa Áurea, Corporate Funding y Reperfeli-.

ACS podrá hacer valer esta participación en la Junta de Iberdrola a partir de julio de este año, cuando entrará en vigor el artículo de la Ley de Sociedades de Capitales que prohíbe a las empresas establecer blindajes en los derechos de voto de sus accionistas.

De esta manera, podría alcanzar otro de sus propósitos más destacados en la eléctrica: acceder a un puesto en su Consejo de Administración, lo que le había sido negado por la última Junta de Accionistas de Iberdrola, que se celebró el 26 de marzo del año pasado.

Los accionistas de la eléctrica impidieron entonces la entrada de un representante de ACS en el Consejo, al considerar que la constructora competía «intensamente» con Iberdrola en la producción de energía.

Esta decisión no fue bien recibida por ACS, que ha impugnado los acuerdos de la Junta ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, donde está previsto que el próximo 18 de enero comience otro juicio entre ambas empresas.

A su vez, ACS puso a la venta el pasado mes de noviembre todos sus activos de energías renovables nacionales e internacionales, que asciende a 1.757 megavatios (MW) y tienen un valor de cerca de 5.000 millones de euros.

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