Moscú está dispuesta a acoger una reunión trilateral con la Unión Europea y Ucrania sobre el gas

Según un portavoz de la cartera, citado por la Agencia de la Información Gasística, Rusia informó al comisario europeo de Energía, Günter Oettinger, sobre el deseo de acoger la reunión el 28 de abril.

«Sin embargo, estamos listos para discutir las propuestas de nuestros socios sobre el lugar y la fecha de la reunión», agregó la fuente.

Según los medios rusos, Oettinger envió una carta al ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, y su homólogo ucraniano, Yuri Prodan, en la que solicitó celebrar negociaciones en torno al conflicto gasístico entre Rusia y Ucrania que podría afectar los suministros del hidrocarburo ruso a la Unión Europea.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió el pasado 10 de abril mediante una carta a los líderes europeos que Moscú podría cortar el envío de gas que pasa a través de Ucrania debido al continuo impago de este país y pidió «consultas inmediatas» a tres bandas acerca de esta cuestión.

La carta de Putin se dirigía a 15 países europeos, incluidos Francia, Italia y Alemania, más Turquía, que reciben gas ruso a través de Ucrania.

También aseguraba que Moscú no exigirá a Kiev otras condiciones para el pago del gas que las estipuladas en el contrato existente desde 2009, pero subrayaba que la compañía estatal Gazprom estaría en su derecho de enviar sólo el gas pagado por adelantado y, en caso extremo, de cortar el suministro.

La UE y Ucrania prevén cerrar un acuerdo de suministro de gas

Asimismo, la Unión Europea y Ucrania mantendrán una reunión en Bratislava para cerrar un acuerdo para suministrar gas europeo a Kiev, que afronta una complicada situación por la subida del precio de gas ruso, informó la Comisión Europea.

«La Comisión confía en que pueda firmarse lo antes posible el memorándum de entendimiento sobre flujo inverso entre los dos operadores del gasoducto en Eslovaquia (Eustream) y en Ucrania (Uktransgas)», indicaron fuentes de la Comisión Europea.

«Esto marcaría un primer paso hacia una seguridad de suministro reforzada para Ucrania», añadieron.

El comisario europeo de Energía, el alemán Günther Oettinger, mantendrá un encuentro con los ministros de Energía ucraniano, Yuri Prodan, y eslovaco, Tomas Malatinsky para finalizar el acuerdo que ya ha sido tratado en reuniones técnicas anteriores.

El objetivo es habilitar el llamado «flujo inverso», es decir el tránsito de gas desde la Unión Europea hacia Ucrania, en un gasoducto hasta ahora usado para hacer llegar a territorio comunitario gas procedente de Moscú.

Ucrania solo necesita para suministro propio 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año, de los que 30.000 millones proceden de Rusia y otros 20.000 millones son de producción propia, según fuentes comunitarias.

En la actualidad, ya es técnicamente posible transferir gas desde Hungría y Polonia a Ucrania, aunque en la práctica esta posibilidad nunca se ha materializado.

El acuerdo permitirá hacerlo también desde Eslovaquia, con lo que en total la UE podría llegar a transferir hasta 10.000 millones de metros cúbicos al año, según calcula el Ejecutivo comunitario.

Un «trastorno sustancial» para Europa

Por su parte, la agencia de calificación de riesgo Fitch consideró que si Rusia cierra el grifo del gas, la economía europea y su industria sufrirán un «trastorno sustancial», al tiempo que consideró poco probable un embargo gasista prolongado por parte de Moscú.

De acuerdo con un informe de la auditora, a corto plazo, la Unión Europea «sufriría cortes de gas y altos precios» por la «limitada capacidad» de la mayoría de países miembros para «reducir la demanda», lograr fuentes de energía alternativas y nuevas vías de transporte.

Más viable es que Moscú presione cerrando los gasoductos que circulan por Ucrania, una medida ante la que Europa estaría bien preparada por sus «grandes reservas» estratégicas» y el gasoducto Nordstream, que une directamente Rusia y Alemania.

Que esta hipotética medida de presión por parte de Moscú se prolongue en el tiempo es una variante de «baja probabilidad», porque eso precisaría un «severo deterioro» de la crisis ucraniana, aunque provocaría un escenario de «alto impacto», ya que Rusia suministra el 27% del gas que consume europa.

Los expertos de Fitch destacaron que Europa tendría «grandes dificultades» para encontrar «fuentes alternativas» porque los productores cercanos, en el norte de África, no tienen esa capacidad de generación, y porque Europa adolece de las instalaciones precisas para recibir gas licuado procedente de otros enclaves.

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