Montes (Unesa) pide liberalizar todo el mercado eléctrico para bajar precios y que las renovables financien los ciclos combinados

«Creo firmemente en los mercados libres», afirmó Montes, quien, a modo de ejemplo, señaló que la liberalización de las telecomunicaciones ha conllevado un abaratamiento «espectacular» del recibo del teléfono.

Actualmente, el Gobierno fija una única tarifa eléctrica, la denominada tarifa de último recurso (TUR), y a ella sólo pueden acogerse los usuarios con potencias contratadas iguales o inferiores a los 10 kilovatios (kW).

Según datos de la Comisión Nacional de la Energía, a 31 de diciembre de 2011, había 20,1 millones de usuarios (hogares y pymes) adscritos a la TUR, mientras que, según Unesa, sólo 300.000 consumidores contratan su suministro en el mercado libre.

Para Montes, sería lógico y un paso «muy importante» que inicialmente se rebajara el umbral de acceso a la TUR a 3 kW -lo que supondría expulsar de la tarifa a unos 16 millones de usuarios-, para luego eliminarla por completo, aunque protegiendo a los clientes más vulnerables.

Al tratarse de un bien básico, siempre habrá que fijar algún tipo de protección para determinados colectivos, como ocurre con el servicio universal de telefonía, «pero no sé cómo habría que hacerlo», añadió.

Explicó que el recibo de las telecomunicaciones ha bajado primero porque en este sector las subvenciones son prácticamente nulas, en contra de lo que ocurre en el caso de la electricidad, donde el año pasado se destinaron unos 11.000 millones de euros a diversas ayudas públicas, como al carbón o a las renovables.

En segundo lugar, porque el mercado se ha liberalizado, añadió Montes, quien subrayó que esa apertura es la que ha hecho que haya competencia y que actualmente las operadoras hagan ofertas «sin parar» a los usuarios para que cambien de compañía.

La liberalización es lo que ha hecho que haya un mercado de las telecomunicaciones «competitivo, donde supongo que las compañías ganan dinero y donde, desde luego, el consumidor ha salido beneficiado», afirmó Montes.

El ejecutivo aseguró que las eléctricas están preparadas para afrontar la apertura del mercado, aunque reconoció que, a corto plazo, las liberalizaciones son «complicadas» y pueden conllevar fluctuaciones al alza o a la baja de los precios.

En su opinión, al haber más de 20 millones de usuarios acogidos a la TUR, «no hay manera de competir» contra ella y por eso apenas hay diferencia de precios entre las compañías que, además, presentan unos márgenes muy «bajos».

«Si se liberaliza de verdad bajando el nivel de la TUR, a medio plazo, que es como hay que ver las cosas, será una ventaja para todos», aseveró Montes, quien se mostró convencido en que la apertura del mercado hará que las empresas empiecen a «pelearse» por ser más competitivas.

El presidente de Unesa recordó que durante los últimos diez años el precio de la electricidad en el mercado mayorista de España (pool) ha estado sistemáticamente por debajo de la media Europea y subrayó que si el recibo de la luz está entre los más altos se debe a costes como las primas a las renovables.

Si estas subvenciones se mantienen habrá que aplicar el principio de que el consumidor pague por lo que cuesta realmente el servicio, algo que actualmente no está ocurriendo, señaló.

«¿Quién lo va a pagar si no? Si se nos llena la boca diciendo que queremos ser los más verdes de la verdura hay que saber que eso cuesta mucho dinero», afirmó Montes.

Unesa apuesta por ajustar las primas renovables a la situación del país

«Cuando hay una situación de riesgo en el país, una situación en la que todos estamos sufriendo de verdad, ¿por qué no se puede recortar eso?», apuntó Montes en referencia a las primas a las renovables.

Ha criticado que, mientras se han recortado todos los costes regulados, «las primas a las renovables no las han tocado» y el resultado de ello es que «ahora estamos pagando el haber invertido a un precio de la tecnología que es ocho veces» superior al actual.

Montes ha afirmado que el volumen actual de primas a las renovables es «una barbaridad» que no se corresponde con el nivel tecnológico actual, lo que, en su opinión, implica que este tipo de empresas «se han transformado en un negocio financiero».

El presidente de Unesa ha indicado, además, que las empresas de renovables tendrían que asumir la responsabilidad de garantizar el suministro o, al menos, retribuir a las tecnologías que les sirven de respaldo cuando no pueden producir, básicamente las centrales de ciclo combinado.

«Se nos debería retribuir de tal manera que nos mereciera la pena» mantener esas centrales, porque actualmente funcionan una quinta parte de las horas para las que fueron diseñadas y esto se traduce en pérdidas para las empresas.

Para Montes, esta falta de uso «no tiene sentido económico», especialmente después de que el Gobierno urgiera a las eléctricas a instalar centrales de ciclo combinado que ahora han quedado relegadas por la entrada masiva de renovables.

«Las pobres eléctricas lo único que hacen es tener ahí miles de millones de inversión solo para que cuando tú enciendas la luz se arranque un ciclo combinado«, ha lamentado Montes, quien ha recordado que estas plantas no se pueden cerrar sin autorización.

Con respecto a la retribución de la distribución, Montes ha cifrado en 700 millones de euros el recorte sufrido el pasado año y ha alertado de que se trata de «un palo muy fuerte» que «puede tener impacto en las inversiones» y el empleo, aunque las empresas «van a intentar mantener la calidad del servicio».

Respecto a las relaciones con el Gobierno, Montes ha valorado que el nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, «es un hombre muy inteligente, muy trabajador, con el que se puede hablar estupendamente» y que «en muy poco tiempo ha cogido la sartén por el mango».

No obstante, se ha mostrado «muy preocupado» por la posibilidad de que la nueva reforma del sector avanzada por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afecte a los ingresos de las eléctricas.

En ese sentido, el presidente de Unesa ha asegurado que es «teóricamente posible» dejar de generar déficit de tarifa este año como plantea el Ministerio de Industria en el borrador de la orden de peajes, aunque dependerá de posibles «deslizamientos» en algunas partidas, como la evolución de la demanda eléctrica o las primas al régimen especial.

Ha añadido que este equilibrio será posible gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno, que han tenido un coste «tremendo» para las eléctricas, en especial por el impacto de los impuestos a la generación y el recorte a la distribución.

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