Merkel insinúa una alternativa al impuesto atómico que rechazan los consorcios
«Existen alternativas que son ahora mismo objeto de negociación. Lo importante es que el 1 de septiembre esté claro que puede generar el monto que nos hemos propuesto«, declaró la jefa del Gobierno, al iniciar su gira por diversas plantas energéticas del país.
La introducción del impuesto atómico forma parte del paquete de ahorro aprobado por la coalición de centro-derecha de Merkel y, según las estimaciones del gobierno, reportará unos 2.300 millones de euros al año, entre 2011 y 2014.
La idea es que esa tasa compense las ganancias que reportará a los consorcios la revisión del calendario de cierre de las plantas nucleares que actualmente está estudiando el gobierno de Merkel y que debe quedar zanjado el 1 de septiembre.
Los consorcios se oponen a esta nueva tasa y, según filtraron en días pasados medios alemanes, han pactado ya con expertos del gobierno la creación de un fondo energético, con un monto aún no determinado y que se concretará en función del nuevo calendario de cierres en negociación.
La gira de Merkel se inició este miércoles con una visita a un parque eólico de Rostock (norte de Alemania) y la llevará en días sucesivos tanto a centrales nucleares como a instalaciones de energías renovables.
En medios alemanes se ha tachado la gira de mero paseo turístico, puesto que no se han incluido los puntos más controvertidos -como el cementerio atómico de Gorleben- y en su diseño no ha intervenido el ministerio de Medioambiente, sino básicamente el de Economía.
Fuentes gubernamentales anunciaron la semana pasada el viaje, que tendrá lugar las dos primeras semanas de Merkel tras sus vacaciones, como plasmación del propósito de la canciller de tomar contacto directo con el sector antes de presentar el concepto energético, en septiembre, que implicará tanto la revisión del calendario de cierre de las plantas como el fomento de las renovables.
La coalición de Merkel -formada por la Unión Cristianodemócrata, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) y el Partido Liberal (FDP)- acordó al suscribir su pacto de gobierno, en octubre de 2009, la prolongación de la fase de funcionamiento de algunas plantas, aquellas consideradas más seguras.
Merkel había querido ya aplazar el cierre de algunas centrales en la anterior legislatura, pero su entonces socio de coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), se opuso.
El aplazamiento del llamado «apagón nuclear» implicará replantear el calendario de cierre de las centrales pactado con los consorcios en 2000 por el gobierno socialdemócrata-verde del canciller Gerhard Schröder.
Alemania aprobó entonces eliminar progresivamente en 22 años las 19 centrales nucleares que existían, de las que quedan 17 en funcionamiento.


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