Medio Ambiente otorga su visto bueno a un parque eólico marino experimental en Gran Canaria

Tras analizar todas las alegaciones recibidas, entre ellas del Gobierno canario y de ecologistas, así como otras instituciones del Estado, considera que «no es previsible que el proyecto parque eólico marino experimental Mar de Canarias, de 10 MW (Gran Canaria), vaya a producir impactos adversos significativos», pues cumple «los requisitos ambientales que se desprenden de la presente resolución«. Esta resolución «pone fin a la vía administrativa» pero se puede interponer recurso de reposición ante la propia Secretaría de Estado en el plazo de un mes, o bien recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, en el plazo de dos meses.

El proyecto plantea la instalación de un parque eólico experimental formado por dos aerogeneradores de 5 MW cada uno situado al sureste de Gran Canaria, con dos sistemas de palas distintos, permitiendo así comparar los diferentes diseños en lo que a eficiencia y estabilidad se refiere. El diámetro máximo del aerogenerador 1 será de 126 metros, mientras que el aerogenerador 2, en el que se incorporará el sistema de control DBB, partirá de 130 metros en posición de máxima expansión y en el caso de que los resultados experimentales permitan modificar este parámetro, se modificarían estas dimensiones, habiéndose calculado el máximo teórico en 176 metros.

La salida de la energía se realizará a través de un cable submarino de 20kV/50Hz/340A que conecta ambos aerogeneradores entre sí y con la tierra firme, hasta alcanzar la subestación de destino. El tendido será subterráneo, con una longitud de 1.100 metros en total y atravesará en parte la zona intramareal, hasta alcanzar una profundidad determinada a partir de la cual el cable estará fondeado directamente sobre el lecho marino. Este tramo totalmente submarino tendrá una longitud de 3.540 metros.

Según explica el Ministerio, «no se plantean grandes remociones de sustrato, puesto que tanto los aerogeneradores como los anclajes de los mismos irán apoyados en el fondo, sin necesidad de realizar perforaciones«. «La única excavación prevista es en la zona intermareal, para realizar una zanja que lleve el cable desde las proximidades de la línea de costa hasta la arqueta donde se conecta con el cable subterráneo», expone Medio Ambiente.

El plazo para la preparación e instalación de los aerogeneradores está estimado en dos años y medio y la duración del proyecto piloto tendría una duración de 5 años, en su primera fase de experimentación, ampliable otros 20 años más. Durante la fase de explotación los mayores impactos derivan del trasiego de las embarcaciones de mantenimiento; se utilizarán como puertos base el de la propia central térmica y en su defecto el puerto de Arinaga.

El informe de Medio Ambiente valora los posibles efectos ambientales y socioeconómicos en la zona. Sobre su cercanía a la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) Juncalillo Sur, situada a tres kilómetros al sur de la zona terrestre del proyecto, consideran que «además de encontrarse a una distancia considerable, considerando la entidad de las actuaciones propuestas, está separado de la zona por el núcleo urbano de Castillo del Romeral».

Sobre el fondo marino, creen que «debido al tipo de cimentaciones planteadas por el promotor, y a la escasa ocupación longitudinal de la línea de evacuación de energía, la ocupación de la superficie marina por la infraestructura será muy limitada, por lo que no se afecta a hábitats de especial interés«. En el caso de la calidad de las aguas, considera que «la principal amenaza a la calidad de las aguas vendría por vertidos derivados de accidentes, tanto de las embarcaciones que trabajan en la construcción y mantenimiento como de los propios aerogeneradores» pero que la «elección de equipos de transmisión directa permite reducir el aceite que alberga el aerogenerador, y por tanto, el riesgo de contaminación de las aguas».

Entre otras previsiones, el texto de Medio Ambiente reconoce que «el promotor indica que los campos electromagnéticos ligados al cable de evacuación de la energía pueden provocar cambios en el comportamiento de algunas especies del medio marino, especialmente en peces» pero que, «para minimizar los efectos derivados de este factor, se utilizarán sistemas de cableado que menores campos generan«. El Ministerio también indica que «en caso de que se demuestre que la actividad del parque cause perjuicio económico, se establecerán, junto con las administraciones competentes en la materia, los mecanismos de compensación o indemnizaciones pertinentes».

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