Medio Ambiente apuesta por un acuerdo mundial contra el cambio climático en el año 2015 «flexible, dinámico y suficientemente robusto»

En su intervención en un seminario sobre cambio climático celebrado en Madrid con los embajadores representantes permanentes ante Naciones Unidas de regiones como Asia-Pacífico, África o América Latina. Federico Ramos consideró que estamos en un momento «clave» y que los países deben determinar sus compromisos de reducción de emisiones con la suficiente antelación, algo que, según aseguró, harán la Unión Europea y sus Estados miembro. Estos compromisos deben ser «transparentes, cuantificables, comparables, verificables y ambiciosos«, a juicio del secretario de Estado de Medio Ambiente. «Es necesario que todos nos sumemos al acuerdo de la Cumbre de París», insistió, al tiempo que recordó que en la negociación actual se plantea un objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 40% en 2030 respecto a los niveles de 1990.

En este sentido, Federico Ramos aseguró que, a la luz del último informe del IPCC que subraya los impactos del cambio climático, las negociaciones internacionales deben centrarse en los elementos más «cruciales» para alcanzar «con éxito» un nuevo acuerdo vinculante en París a finales de 2015. En este marco, recordó que la Unión Europea está elaborando sus objetivos de reducción de emisiones dentro del paquete de Energía y Cambio Climático 2030 con el compromiso de presentar los compromisos en el primer trimestre de 2015 con el fin de que sean inscritos en el nuevo acuerdo global contra el cambio climático: un esfuerzo del que Ramos está «convencido» de que reforzará la competitividad, el empleo, la seguridad energética y el crecimiento de la Unión Europea; también recordó que la decisión final sobre el objetivo se acordará en el Consejo Europeo que los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán en octubre.

«Somos conscientes que para los países será complejo determinar sus objetivos de reducción. Por eso, desde la Unión Europea ofrecemos nuestra colaboración y ayuda. El objetivo final es claro: que los compromisos de reducción de todos los países se incorporen al nuevo acuerdo internacional de cambio climático que se adoptará en París«, explicó Ramos. Respecto a las herramientas que favorezcan la adaptación al nuevo acuerdo del clima, subrayó que España «saluda con satisfacción» el establecimiento de un Mecanismo Internacional para Pérdidas y Daños que se sumará al trabajo del Comité de Adaptación y destacó la importancia que tendrá el Fondo Verde para el Clima en la movilización inicial de recursos.

«Respuesta multilateral» al cambio climático

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, destacó que «España, por su ubicación geográfica y sus características socioeconómicas, es un país sensible a la cuestión del medio ambiente», y aseguró que el cambio climático es un «fenómeno global» que requiere de «una respuesta multilateral con la colaboración de todos los países». «En caso de no hacerlo, las consecuencias negativas pueden ser enormes», señaló.

Además, Margallo apuntó que esta colaboración «no se refiere solo a los gobiernos, sino a todos los actores, y por tanto deben tener un papel destacado la sociedad civil y el sector privado». El ministro también señaló la importancia de la cita de París 2015: de cara a esta cumbre, Margallo destacó que queda una ardua labor de concertación internacional y «será necesario seguir trabajando y tomar decisiones muy importantes, como acordar, en la cumbre de Lima a finales de año, el nivel mínimo de información que los países deberán proporcionar junto con sus compromisos de reducción de emisiones y acordar los elementos que tendrá el nuevo acuerdo global, a fin de elaborar un borrador».

Desde la adopción de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en 1992, el cambio climático ha ocupado un lugar muy relevante en las relaciones internacionales y ha sido el foco de atención de numerosas iniciativas políticas y diplomáticas. Este seminario, el tercero dirigido a embajadores representantes permanentes de Naciones Unidas y celebrado en España, se organizó en torno a dos mesas redondas.

En la primera se analizaron las consecuencias del cambio climático para la paz y seguridad globales, especialmente en los Estados insulares. La segunda mesa se centró en los distintos enfoques existentes en las negociaciones internacionales, posibles obstáculos y compromisos necesarios para alcanzar un acuerdo global, vinculante, realista y responsable sobre cambio climático. Con los resultados del seminario se elaborará un documento de conclusiones que será posteriormente distribuido entre todos los Estados miembros de Naciones Unidas.

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