Marti Scharfhausen y los nuevos consejeros del CSN asumen en el Congreso de los Diputados sus cargos de «gran responsabilidad»

El primero en jurar su cargo fue el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), quien dejó su puesto al frente de la secretaria de Estado de Energía para presidir el órgano regulador, y de quien se leyó su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

De igual forma se procedió con Castelló, que también juró su cargo, con la consejera Velasco y con la exministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quienes prometieron el suyo frente a la Constitución española.

Posteriormente, el presidente del Congreso, Jesús Posada, arrancó su discurso lamentando la ausencia «por causas de fuerza mayor» de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a la vez que celebró que tres de los nuevos nombramientos fuesen antiguos diputados del Congreso.

«El presidente y los nuevos consejeros asumen en este acto una gran responsabilidad. La solvencia técnica, junto a la independencia y la experiencia constituyen las bases de funcionamiento del Consejo», recalcó Posada en el acto, al que asistió la presidenta saliente del organismo independiente, Carmen Martínez Ten.

En este sentido, el presidente del Congreso mostró su convicción de que los nuevos miembros del CSN, «bajo la dirección de su presidente, sabrán cumplir y desarrollar los objetivos» encoendados por el Parlamento.

Igualmente, destacó la «estrecha» colaboración del CSN con el Gobierno, en especial con Industria, y resaltó las funciones de este organismo público independiente de la Administración General del Estado, creado en 1980, cuya misión «última», según dijo, es que las instalaciones radiactivas funcionen de forma «absolutamente segura» tanto para las personas, como para el medio ambiente. Según consideró, la solvencia técnica, junto a la independencia y a la experiencia constituyen también las «bases del funcionamiento» del CSN.

Además, subrayó que se trata del organismo asesor en materia de seguridad nuclear y protección radiológica del Gobierno y de las administraciones públicas y de las instituciones, al mismo tiempo que destacó que esa «estrecha» colaboración se vio plasmada, por ejemplo, en la elaboración del real decreto de Mejora de la Protección física de las instalaciones nucleares, material nuclear y transporte de material radiactivo.

Entre otros puntos, Posada también hizo referencia a la revisión de la Ley de creación del CSN, para adecuarse al «impulso en materia de seguridad nuclear» de la Unión Europea, por lo que su labor «se ha convertido en más exigente, porque además de la seguridad y asesoramiento, la nueva ley exige transparencia e información a los ciudadanos».

En este sentido, recordó que es deber del CSN la emisión de un informe anual sobre sus actividades a las Cortes Generales, así como elaborar sendos informes para los parlamentos autonómicos de las comunidades autónomas con instalaciones nucleares en sus territorios

El acto estuvo presidido por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que estuvo acompañado por los portavoces del PP y del PSOE de la Comisión de Industria de la Cámara Baja; así como por el ministro de Industria, José Manuel Soria; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; el nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal (que sustituyó en el cargo a Marti); la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego; el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles Salaverría, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Fernando García Sánchez, y el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), César Muro, entre otros.

También se dieron cita algunos empresarios como el presidente de Endesa, Borja Prado, a quien se le vio saludar al ministro y al secretario de Estado de Energía, después de que hace unos días, Nadal dijera en el Senado que es dificil el diálogo con una empresa con «un Consejo de Administración que está sentado en otro país», por lo que la eléctrica con mayoría de capital italiano se dio por aludida.

Desde Endesa consideraron que las relaciones con el Ministerio son buenas y confiaron en que no se produzcan más declaraciones de este índole ni más medidas en el sector que puedan perjudicar los intereses de la compañía eléctrica, que estimó en pérdidas de 300 millones en sus resultados de 2012 el impacto de las decisiones adoptadas por el Ejecutivo en el ejercicio anterior.

Proceso de renovación y respaldo de la cámara

El proceso de renovación del CSN comenzó con la propuesta del Gobierno al Consejo de Ministros, en concreto del Ministerio de Industria, para el relevo de los cargos. Posteriormente, los candidatos tienen que superar el «examen» de la Comisión de Industria, Energía y Turismo de la Cámara Baja.

En concreto, fue necesario que obtuvieran el respaldo de las tres quintas partes de los parlamentarios que forman parte de la Comisión de Industria de la Cámara Baja, lo que implicaba, al menos, el apoyo de PP y PSOE para salir elegidos, para posteriormente ser ratificados de nuevo en Consejo de Ministros.

Los candidatos debieron defender en su exposición en la Cámara su idoneidad para el cargo y si consideraban que podían existir conflictos de intereses para poder desempeñar estas nuevas funciones en el CSN.

A través de la Comisión de Industria, el Congreso manifestó su aceptación en las sesiones celebradas el 27 de diciembre de 2012, en el caso del presidente, y el 20 de febrero de 2013, para los consejeros.

Mientras la exministra de Medio Ambiente contó con el respaldo unánime de los grupos parlamentarios, Marti consiguió el voto favorable de PP, PSOE, CiU, y no contó con el apoyo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA).

Estos criticaron su idoneidad política al poner sobre la mesa «la mala tarjeta de presentación» con la que contaba, tras haber sido el secretario de Estado de Energía el año pasado y el responsable de actuaciones «reprobables» y «decisiones contrarias al signo de los tiempos» como, por ejemplo, con el parón a las renovables, el fomento de la fractura hidráulica o el «empeño» en buscar petróleo en zonas de afluencia turística.

A pesar de que ya fueron consejeros del organismo regulador, el exdiputado del PP valenciano Fernando Castelló Boronat, así como la exparlamentaria socialista leonesa Rosario Velasco, debieron renovar sus cargos para continuar en el CSN.

Ambos obtuvieron el respaldo de PP, PSOE y CiU; la abstención de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA); así como el voto en contra de UPyD, por considerar que los excargos políticos no deben formar parte de un consejo directivo de un órgano regulador.

Por esta misma razón, el pasado 5 de marzo, el grupo parlamentario magenta impugnó ante el Tribunal Supremo el nombramiento de los nuevos consejeros y del presidente Martí.

Junto con el consejero Antoni Gurguí Ferrer, nombrado por Real Decreto en 2009, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear queda constituido por cinco miembros: un presidente y cuatro consejeros.

Durante su mandato, cuyo plazo es de seis años, los miembros del Pleno deben velar por el correcto cumplimiento de las funciones y obligaciones del organismo con la sociedad española, que se centran, básicamente, en vigilar y controlar las instalaciones nucleares y las que utilizan radiaciones ionizantes.

El CSN se preocupa por la seguridad en el empleo de los materiales radiactivos en medicina, industria e investigación, por el control de los residuos, por el transporte de materiales, por la protección de las personas expuestas por motivos profesionales y por el impacto que las radiaciones y los vertidos pudieran tener sobre el público y el medio ambiente.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *