Marín ve al sector solar con buena voluntad para cerrar «pronto» el acuerdo pendiente

Durante su intervención en el Foro de la Nueva Energía, Pedro Marín se negó a cuantificar el impacto económico del recorte de la retribución pactado con eólicos (de un 35% hasta 2013) y termosolares, ya que depende de factores como el precio del ‘pool’ o de los combustibles fósiles, pero consideró que supondrá un «ahorro importante» y «razonable», aunque diversas fuentes apuntan ahorros de 1.300 millones de euros en los próximos cuatro años.

En el caso de los fotovoltaicos, fuentes empresariales indicaron que el acuerdo se cerrará previsiblemente antes de que concluya este mes y que el sector está dispuesto a aceptar algún tipo de moratoria en el cobro de las primas, aunque no permitirá que Industria aplique un recorte retroactivo de la retribución, ya que esta figura resulta ilegal. Marín, por su parte, manifestó que el acuerdo se cerrará «en breve, muy pronto», es decir, «tan pronto como sea posible».

El secretario de Estado de Energía incidió en que la contención de costes en el sector de las renovables permitirá «una transferencia» de las eficiencias tecnológicas «al sector» y «al consumidor», que se beneficiarán de los avances tecnológicos y las mejoras en la curva de aprendizaje de estas energías.

«Esperamos que, cuando se produzca una mejora en tecnología, represente beneficios para los productores y también unas ventajas y mejora para los usuarios», aseguró, antes de indicar que el acuerdo sobre eólica y termosolar es «útil, importante y fundamental para la sostenibilidad del sector».

En este sentido, Marín comentó que ahora «es el momento de empezar a plantearnos cuál es la nueva normativa para el sector eólico, más allá de 2012«; algo que, en el caso de la solar fotovoltaica sería «prematuro».

De todos modos, el secretario de Estado de Energía indicó que el Gobierno aún no ha cerrado un acuerdo total con las organizaciones de renovables, en clara referencia a los fotovoltaicos, cuyo sector entraña una mayor complejidad que el resto porque existen distintas asociaciones, porque hay una fragmentación en la generación, porque tiene menor grado de madurez que la eólica, porque la regulación es distinta y el incentivo se basa sólo en una tarifa y porque esta renovable «ha crecido de forma rápida y abrupta en dos años y está entrando en su estabilización«. A pesar de todo ello, la fotovoltaica «está llamada a jugar un papel importante«, destacó.

En todo caso, consideró que cualquier regulación en el sector debe cumplir «los principios de estabilidad y flexibilidad y elementos de lógica y racionalidad económica», y que Industria, pese al «ruido» mediático que apuntaba en la dirección contraria, siempre los ha perseguido. La flexibilidad, añadió, permitirá acabar con «las rigideces, como la que llevó a la desviación al alza del peso de la fotovoltaica, y a la baja en el caso de la biomasa».

Déficit de tarifa y carbón

Por otro lado, el secretario de Estado de Energía aseguró durante su discurso que, cada año, el sistema eléctrico debe dedicar 1.800 millones de euros a recuperar el déficit de tarifa acumulado en la última década, lo que equivale a cerca del 10% de los costes.

Además, defendió el apoyo del Gobierno al carbón nacional, ya que junto con las energías renovables, es la única fuente energética «autóctona española» y «altamente gestionable, junto al gas». Por el contrario, «la eólica no lo es; tampoco la fotovoltaica ni la nuclear», añadió. Así, «toda nuestra capacidad de gestión proviene de carbón y gas», dijo y recalcó que el carbón juega un papel importante en la seguridad de suministro energético de España.

De este modo defendió la normativa del Gobierno que impulsa el uso del mineral español frente al procedente del exterior, una medida que para muchos es incompatible con el fomento de las tecnologías limpias.

Dado que la capacidad renovable instalada en España es muy importante (35%, en su mayoría eólica), y dadas las fuertes oscilaciones que esto supone (cuando no sopla el viento), «tenemos que tener una capacidad gestionable y lista para empezar a producir, de gran dimensión«; más aún cuando la interconexión con Europa es «escasa».

«Necesitamos la disponibilidad de todas nuestras centrales de gas y carbón para poder gestionar esas oscilaciones en la producción. Nuestras plantas de carbón y gas dotan de flexibilidad al sistema y permiten que se puedan instalar las renovables. Debemos mantener y asegurar la continuidad y funcionamiento de estas plantas», sostuvo.

Por último, Marín rechazó las críticas acerca del origen leonés del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el interés del Gobierno por el carbón. Este producto, dijo, se extrae en otros lugares del país como Andalucía, Cataluña o Asturias.

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