Mariano Rajoy revela su profundo malestar con Argentina ante una decisión «sin justificación alguna»

En su intervención en la reunión del Foro Económico Mundial sobre América Latina en Puerto Vallarta (México), Rajoy denunció que la decisión de Argentina es «muy difícil de entender» ya que es «negativa para todos» y, sobre todo, «para la empresa que se ha visto expropiada sin justificación alguna ni razón económica», ya que, en su opinión, no hay nada que explique lo ocurrido.

Además, advirtió al país sudamericano de que su decisión «afecta y mucho la reputación internacional de Argentina» y pone en peligro el «esfuerzo encomiable» de los países latinoamericanos por hacer de la región «un destino atractivo y seguro para las inversiones y el comercio internacional».

En su opinión, este esfuerzo por crear un entorno atractivo para las inversiones en la región «no puede verse empañado por cuestiones puntuales». Sin embargo, advirtió a los países de la zona de que alguien que no conozca en profundidad la región «podría interpretar erróneamente» la decisión de Argentina «y hacer daño al conjunto del área».

«Lo que le ha pasado ayer a una empresa española, alguien puede pensar que puede ocurrirle mañana a cualquier otra inversión, esto sienta un grave precedente en una economía cada vez más global», avisó.

Por esta razón, se comprometió ante los países de la zona a «trabajar con intensidad y con perseverancia», para que la decisión de Argentina no afecte al resto de países, ya que eso «sería sumamente injusto». En este sentido, lamentó que crea «un mal precedente», ya que «alguien puede pensar que lo mismo puede ocurrir a cualquier otra inversión».

Rajoy aseguró que el Gobierno español trabajará para defender tanto los legítimos intereses de una empresa española que contribuyó al desarrollo de Argentina, como un modelo de relaciones internacionales y comerciales basadas en el respecto mutuo y la seguridad jurídica, «principios básicos y elementales para el bienestar colectivo».

Así, incidió en que cuando se defienden estos principios, se defiende el bienestar de las personas, su progreso y su riqueza, además de contribuir a que mucha gente puede mejorar y llevar una vida digna. «Estos valores están en juego y se ponen en tela de juicio cuando se toman decisiones que, se miren como se miren, son muy difíciles de comprender», concluyó.