Mariano Rajoy pide a la UE «no perder tiempo» y apoyar las interconexiones energéticas de la Península Ibérica con Europa
En su discurso ante los alumnos del Colegio de Europa, Rajoy se comprometió a mantener el compromiso europeÃsta de España y las reformas económicas, pero también reclamó a la Unión Europea que haga más para consolidar la recuperación.
«Por mucho que hagamos nosotros y los demás, el camino hacia el crecimiento y la competitividad no lo podemos recorrer aisladamente. La Unión Europea y sus instituciones deben hacer más, más rápido y más eficazmente para crear un verdadero mercado interior», resaltó el presidente del Gobierno.
Rajoy defendió acelerar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y EEUU, reclamó una auténtica polÃtica de inmigración común y también apostó por una mayor intervención de la Unión Europea en crisis globales como la del ébola.En la inauguración en Brujas del curso académico del Colegio de Europa, el presidente del Gobierno español informó de que España ha presentado ante el debate que habrá sobre este asunto en la cumbre europea varias propuestas porque se trata de una cuestión «capital para la competitividad» de las economías de la Unión Europea.
Rajoy reconoció que Europa no puede conseguir una completa independencia energética, pero consideró que sí puede asegurarse un nivel suficiente de suministros a precios asequibles y sostenibles medioambientalmente.
Esto debe hacerse mediante una adecuada combinación de eficacia, diversificación y energías alternativas en el marco de un genuino mercado interior de la energía.
Para el presidente del Gobierno, las ventajas de la diversificación tanto de fuentes como de procedencias geográficas y rutas de tránsito son evidentes y se pusieron de relieve con ocasión de la crisis de Ucrania y del gas.
Por tanto, defendió avanzar en la finalización de los corredores energéticos así como incrementar las capacidades de almacenamiento de reservas energéticas.
En este sentido, dijo que «no hay tiempo que perder a la hora de acometer con determinación una política energética común y un mercado interior único de la energía en Europa, dotado de las interconexiones necesarias entre los estados miembros, sobre todo entre España con el resto de la Unión Europea porque no hacerlo es jugar el partido de la competitividad «con una mano atada a la espalda».
Para Rajoy, la Península Ibérica puede servir de «puente energético» entre los países del sur, como Argelia que es un importante exportador de gas, y el resto de la Unión Europea. «Para ello, debe dejar de ser una isla energética y debe desarrollar, con el apoyo decidido de las instituciones y de los socios de la Unión, las interconexiones necesarias», reclamó el presidente.
El presidente del Gobierno consideró que la clave para ello se encuentra en la vecindad inmediata de la Unión Europea, el Mediterráneo meridional.
«Para que la energía del sur pueda fluir efectivamente al resto de Europa y compensar eventuales cortes de suministro desde el Este, es necesario impulsar las infraestructuras de interconexión entre la Península Ibérica, España y Portugal, y el resto de Europa», insistió.
«No hay otra forma más rápida, menos costosa y más eficaz para diversificar las fuentes energéticas e incrementar la seguridad de suministro en Europa. No se trata sólo de la seguridad energética y la competitividad del continente, sino también de preservar la independencia política de la Unión Europea», alegó el presidente del Gobierno.
«Un mercado interior con información y con transparencia sería la mejor garantía de suministro, facilitaría las decisiones de inversión, amortiguaría los shocks del mercado mundial y generaría confianza en productores y consumidores», dijo Rajoy.
Greenpeace y Oxfam piden compromisos más «ambiciosos»
Por su parte, Greenpeace reclamó a la Unión Europea y a Mariano Rajoy, que lleguen a un compromiso «ambicioso» con las energías renovables para lograr una economía y un medio ambiente sostenibles y destacó las «ventajas» económicas y sociales de una política energética sostenible.
Para la responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Marina Bevacqua, la cita europea es «clave» porque marcará «el futuro para la reducción de emisiones contaminantes, el desarrollo de renovables y el ahorro de energía, por lo que será igualmente decisiva para el crecimiento económico y la independencia energética de la Unión Europea»
Con estos objetivos, activistas de Greenpeace desplegaron una pancarta con el mensaje «UE: Las renovables son la solución» durante la ruta realizada con el buque Artic Sunrise por las costas españolas para exigir que no se realicen prospecciones de hidrocarburos y que, en su defecto, se potencien las energías limpias.
En este sentido, Bevacqua criticó que el Gobierno español esté condicionando «todo» a que haya un «compromiso de interconexiones europeo» que permita exportar su excedente de electricidad al resto de Europa. Sin embargo, para la ONG, «la mejor forma de lograrlo es apoyando un objetivo ambicioso de renovables y la eficiencia energética».
En este sentido, manifestó que una política energética sostenible para el medio ambiente también lo es para el crecimiento económico, el empleo y el ahorro en el hogar. A su juicio, a los líderes europeos «se les agotan los argumentos para no dar el giro» hacia un modelo energético basado en renovables.
La propuesta de Greenpeace es apostar por un modelo renovable que contribuiría «notablemente» a disminuir la dependencia europea del exterior, ya que España importa un 86,2% de toda su energía del exterior, mientras que la Unión Europea depende en su conjunto en un 53% de fuentes externas para el suministro energético.
A su juicio, la propuesta de la Comisión Europea es «completamente insuficiente» para abordar el cambio climático porque sólo ayudarían a consolidar el papel de tecnologías contaminantes y peligrosas, como las nucleares y las basadas en combustibles fósiles, para las próximas décadas.
Por eso, recordó que exige a la Unión Europea objetivos vinculantes para 2030 que pasen por reducir, al menos, un 55% las emisiones internas de gases de efecto invernadero (respecto a 1990), una presencia de energías renovables del 45% en el mix energético y un ahorro energético mediante la eficiencia energética del 40% (respecto a 2005). Unos objetivos que la ONG Oxfam también comparte
«Una falta de visión por parte de los líderes europeos en esta cumbre para alcanzar unos objetivos ambiciosos transmitirá una señal muy negativa al resto del mundo de cara a las negociaciones del año que viene en la conferencia del Clima de París 2015», declaró la directora de Oxfam para la Unión Europea, Natalia Alonso.
Alonso consideró que los líderes europeos deben alejarse de «la influencia de los lobistas de las industrias de energías fósiles que están intentando mantener sus intereses a corto plazo».
La directora de Oxfam para la Unión Europea recordó también que el grupo de trabajo internacional de cambio climático indicó que los países deben avanzar hacia «una transición económica y descarbonizar la economía y reducir las emisiones de CO2«, de las cuales el 80% proceden de las energías fósiles.
Entre las soluciones que plantean está la de invertir en renovables y lograr la eficiencia energética, pues consideraron que ello es un beneficio para el clima, además de contribuir a evitar hambrunas en el mundo y dar la posibilidad de generar empleo sostenible.


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