Malestar en el seno del PSOE por la presión de Caldera para colocar a Marcel Coderch en la Comisión Nacional de Energía
En días pasados, Energía Diario había dado cuenta de la «candidatura de Coderch» y sus avales y ayer El confidencial confirmaba que el ex Ministro Caldera quería imponer como presidente a Coderch. Jesús Caldera es el actual presidente de la Fundación Ideas, think tank creado por Zapatero, y autor de los papeles y argumentarios que justificaban la decisión de cierre de Santa María de Garoña. Coderch, por su parte, es soporte de las tesis antinucleares del presidente y de esta facción de la familia socialista.
De hecho, ayer la noticia corrió como la pólvora y parece que ha sentado como un tiro en las fuentes consultadas de las familias socialistas tanto próximas a la Administración como en el grupo parlamentario. Con esta filtración, se diversifica y eleva el teatro de operaciones de este debate en el seno del PSOE, por si hubiera pocas cuestiones abiertas con respecto a este proceso de renovación de consejeros y nombramiento de Presidente en el organismo regulador, una vez conocidas las diferencias entre Industria y Economía al respecto.
Así, el colectivo socialista más ortodoxo en lo económico, partidario de la profesionalización y tecnificación del organismo, reduciendo al máximo la cuota política, ve un riesgo claro y grave de peligrosa politización del mismo. Industria guarda silencio, afirmando que hasta después de las elecciones no abrirá este melón, pero contempla con preocupación esta nueva injerencia desde «La Florida».
Por otro lado, otros colectivos también relevantes en el PSOE reivindican la necesidad de que los candidatos provengan del propio Partido Socialista, con independencia de los servicios que pudiera haber prestado Coderch en otras etapas a posiciones ideológicas presidenciales (en referencia a sus artículos relativos a la energía nuclear). Desde estos grupos, se aprecia a Esquerra Republicana de Catalunya como un partido residual, en tobogán de bajada y sólo se explica la candidatura de Coderch por motivos personales, no profesionales, técnicos, incluso de carácter político en el escenario actual. Además la suspicacia crece entre quienes hacen responsable a esta formación política independentista de la debacle electoral del PSC en Catalunya, como piedra de molino al cuello del tripartito.
Coderch, actual vicepresidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones a propuesta de ERC, «no representa de ninguna forma al Partido Socialista», señalaban ayer fuentes socialistas consultadas. En definitiva, crecía la preocupación por la posibilidad del nombramiento de Coderch que, finalmente, podría estar nombrado sin ser un técnico, sin ser experto del sector energético, sin pertenecer al Partido Socialista y sin participación en la política catalana actual.
Otro flanco más de los problemas que genera esta candidatura es el necesario acuerdo con el Partido Popular y sus complicaciones. La candidatura de Marcel Coderch puede entorpecer el acuerdo que desde Industria se quiere promover con el Partido Popular, por sus propias posiciones consideradas extremistas y radicales especialmente en lo nuclear. Posiciones extremistas y radicales que el propio grupo parlamentario de ERC ha subrayado en los últimos tiempos.
La impresión que suscita su presencia en el Consejo de Administración del organismo regulador es que el actual gobierno querría dejar atadas y bien atadas cuestiones como el debate nuclear para el próximo ejecutivo. Algo que, con otros acontecimientos como el ocurrido en el Tribunal Constitucional recientemente, desata todas las suspicacias en Génova. Por tanto, en el juego a distintas bandas, entre los partidos nacionalistas y los dos partidos de representación nacional, la inclusión del «outsider» Coderch no parece ser pacífica ni exenta de polémica.
Atentos.


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