Maduro busca en Rusia el acuerdo sobre crudo que la OPEP le niega

«En primer lugar, se hablará de las relaciones bilaterales y de la marcha de proyectos conjuntos, incluidos en el campo de la energía», indicó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Agregó que los jefes de Estado abordarán asuntos de la actualidad internacional, entre los cuales, «desde luego, se encuentra la situación en los mercados internacionales del petróleo«. Maduro llegará a la capital rusa procedente de Argel y desde el aeropuerto se dirigirá a Novo Ogariovo, la residencia campestre de Putin en las afueras de Moscú, donde celebrarán su reunión, según fuentes diplomáticas venezolanas.

La visita de Maduro se inscribe en la gira que inició el pasado 5 de enero a varios países pertenecientes a la OPEP y otros productores de crudo que no forman parte del organismo. Maduro aseguró que su objetivo era defender el precio del crudo e impulsar la recuperación del mercado. El precio del crudo venezolano cerró la semana pasada en 42,44 dólares el barril, mientras que el coste de la cesta OPEP se ubica ya en 41,5 dólares. El del barril Brent cayó hasta los 45,23 dólares, la cifra más baja en cinco años.

Desde mediados de 2014, los precios del Brent sufren una importante caída, pero esta se ha acelerado con el comienzo de 2015 y los expertos creen que esta tendencia continuará, e incluso no descartan que lleguen hasta los 40 dólares. El desplome de los precios del crudo ha supuesto un duro golpe para las economías de Rusia y Venezuela, altamente dependientes de los ingresos que reportan las exportaciones de hidrocarburos.

Maduro habla de consenso petrolero

Mientras tanto, desde Argelia, Nicolás Maduro asegura que se están abriendo «puertas» para lograr un consenso entre los países de la OPEP y otros productores de crudo para defender los precios del petróleo y lograr una estabilización a medio plazo. «Se están abriendo puertas para construir un consenso de una nueva etapa. No estamos hablando solamente de una recuperación circunstancial del mercado y de los precios, estamos hablando de una etapa que significa la recuperación de los mercados, de unos precios de estabilización a medio plazo para los próximos meses, para los próximos años», dijo.

«De eso se trata, de una nueva etapa de los mercados petroleros, donde la OPEP está jugando y va a jugar un papel vital como motor fundamental para el logro de estos consensos», dijo el presidente de Venezuela para salir al paso de quienes critican que con su gira no ha logrado el objetivo de conformar un frente común ante los bajos precios del crudo. En este sentido, aseguró que también han sido «alentadoras» sus anteriores reuniones en Irán, Arabia Saudí y Qatar, además de la más reciente en Argelia con su homólogo, Abdelaziz Buteflika.

Nicolás Maduro señaló, sin embargo, que construir ese consenso «no es tarea fácil» pues «hay muchos problemas y asuntos que tratar, hay obstáculos que superar y hay que tener paciencia, consistencia». «Por eso es que hice esta gira empezando el año, para hablar personalmente con los jefes de Estado, con los jefes de Gobierno, para hablar con todos los gobiernos amigos de la OPEP con que podría entrar en contacto en esta gira y poder transmitir nuestra visión, y el resultado es muy positivo», dijo.

La OPEP no reduce producción

El presidente venezolano concluyó su visita a varios países de la OPEP y no logró ningún consenso para una reducción en la producción de petróleo que permita detener la vertiginosa caída de precios. En la reunión semestral de la OPEP del pasado noviembre, los miembros de este cártel decidieron mantener los actuales niveles de producción, en torno a los 30 millones de barriles diarios. De acuerdo con los analistas, este fuerte ritmo de oferta no corresponde con la compra de crudo por parte de los países consumidores, cuya demanda disminuyó.

Los expertos sostienen que miembros de la OPEP como Irán, Irak, Libia y Nigeria dependen únicamente de los ingresos del crudo para que sus países sigan en marcha, por lo que es difícil que pacten una rebaja de la producción que frene la caída de precios. Y aunque Venezuela también depende de sus ingresos por el crudo se ha convertido en el abanderado de la propuesta de recortes, sin encontrar mucho eco en la OPEP.

«Estamos haciendo lo necesario para recuperar todo lo que se ha perdido y de garantizar que el precio del petróleo pueda subir de nuevo», señaló Maduro. «No vamos a dejar hacer a quienes quieren perturbar el trabajo hecho desde hace muchos años y asegurarse de que nos quitan nuestro patrimonio, nuestras riquezas y recursos naturales, como el petróleo», manifestó Maduro.

Según estiman los observadores, la oposición que Maduro encuentra a la reducción de la producción en los países del Golfo se debe a que entre ellos se abre paso la idea de que unos precios bajos, como los actuales, van a tener al menos un efecto positivo: desanimar la búsqueda de crudo mediante fracking, en boga en Estados Unidos. Si el fracking dejase de resultar rentable, los precios del crudo volverían a subir, pero para ello sería necesario aguantar un periodo crítico, según este análisis.

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